WP_Post Object ( [ID] => 3932 [post_author] => 115 [post_date] => 2006-09-04 16:10:09 [post_date_gmt] => 2006-09-04 15:10:09 [post_content] => Desgraciadamente, las privatizaciones en Argentina, en la época de Menem, no se hicieron bien. Es más, en muchos casos se hicieron mal. ¿Qué condiciones debe cumplir un programa de privatizaciones? En primer lugar, desregular la economía con el fin de iniciar o incrementar la competencia en determinados sectores (telecomunicaciones, eléctrico, hidrocarburos, minería, etc.). De esta forma se intenta conseguir que el mercado estimule la economía, permitiendo un mayor crecimiento económico. Desgraciadamente, en Argentina bastantes privatizaciones han transformado los monopolios públicos en monopolios privados por lo que no se han generado incrementos en la producción y productividad en los sectores y empresas públicas privatizadas. Como consecuencia los ciudadanos no han podido disfrutar de más, mejores y más baratos bienes y servicios. Otra razón importante para privatizar en Argentina era pagar la deuda pública externa. Desgraciadamente en Argentina las privatizaciones han ido acompañadas de aumento de gasto público y de deuda pública y no de su reducción. Este es efectivamente un punto sumamente débil de las privatizaciones en Argentina ya que éstas no solo deben contribuir a disminuir parte de la deuda pública, sino que deben además reducir el déficit público al quedar eliminadas las subvenciones que las empresas públicas con pérdidas suponen para las arcas del Estado. Si además las empresas una vez privatizadas realizan una mejor gestión empresarial deben pagar mayores impuestos por los mayores beneficios que generan y así el déficit público sería también menor. Además la privatización en Argentina ha adolecido, con frecuencia, de serios problemas de transparencia. No dar publicidad al proceso supone que el público no dispone de información para juzgar temas tan importantes como la valoración de la empresa y los procesos de reclutamiento de los compradores potenciales. Es importante recordar que se debe privatizar con transparencia y con publicidad porque así se reduce las posibilidades de corrupción y de uso de información privilegiada. [post_title] => Las privatizaciones en Argentina [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => closed [post_password] => [post_name] => las_privatizaci [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2006-09-04 16:10:09 [post_modified_gmt] => 2006-09-04 15:10:09 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/archives/2006/09/las_privatizaci.php [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 0 [filter] => raw )
Desgraciadamente, las privatizaciones en Argentina, en la época de Menem, no se hicieron bien. Es más, en muchos casos se hicieron mal. ¿Qué condiciones debe cumplir un programa de privatizaciones? En primer lugar, desregular la economía con el fin de iniciar o incrementar la competencia en determinados sectores (telecomunicaciones, eléctrico, hidrocarburos, minería, etc.). De esta forma se intenta conseguir que el mercado estimule la economía, permitiendo un mayor crecimiento económico. Desgraciadamente, en Argentina bastantes privatizaciones han transformado los monopolios públicos en monopolios privados por lo que no se han generado incrementos en la producción y productividad en los sectores y empresas públicas privatizadas. Como consecuencia los ciudadanos no han podido disfrutar de más, mejores y más baratos bienes y servicios.
Otra razón importante para privatizar en Argentina era pagar la deuda pública externa. Desgraciadamente en Argentina las privatizaciones han ido acompañadas de aumento de gasto público y de deuda pública y no de su reducción. Este es efectivamente un punto sumamente débil de las privatizaciones en Argentina ya que éstas no solo deben contribuir a disminuir parte de la deuda pública, sino que deben además reducir el déficit público al quedar eliminadas las subvenciones que las empresas públicas con pérdidas suponen para las arcas del Estado. Si además las empresas una vez privatizadas realizan una mejor gestión empresarial deben pagar mayores impuestos por los mayores beneficios que generan y así el déficit público sería también menor.
Además la privatización en Argentina ha adolecido, con frecuencia, de serios problemas de transparencia. No dar publicidad al proceso supone que el público no dispone de información para juzgar temas tan importantes como la valoración de la empresa y los procesos de reclutamiento de los compradores potenciales. Es importante recordar que se debe privatizar con transparencia y con publicidad porque así se reduce las posibilidades de corrupción y de uso de información privilegiada.
Comentarios