La economía española se contrajo en el tercer trimestre del año por quinto trimestre consecutivo aunque a un ritmo menor que en los anteriores trimestres, según datos provisionales publicados ayer por el Banco de España.
Parece que España es incapaz de seguir a EEUU y a otros países europeos como Francia y Alemania, que están mostrando signos claros de recuperación. Los grandes desequilibrios de la economía española (mercado de trabajo, sector inmobiliario, sector bancario, déficit público, endeudamiento de las familias y empresas y défict exterior) nos impiden recuperarnos tan rápido como nuestros vecinos de la eurozona y nuestra economía será una de las últimas de la eurozona en salir de esta crisis.
El dato publicado ayer no es positivo pero ya se observan los primeros síntomas de ralentización del deterioro de la economía. La caída del tercer trimestre fue la quinta consecutiva desde que un empeoramiento de las condiciones financieras provocaran el derrumbe del sector inmobiliario y de una economía que estaba creciendo, en el periodo 2001-2008, de forma rápida y desordenada.
La contracción del PIB en el tercer trimestre se debe a la debilidad de la demanda interna, que no consiguió verse contrarrestada por el débil incremento de la demanda externa. En el actual entorno de crisis, el consumo de los hogares siguió deteriorándose, al caer un 4,9% por la destrucción de empleo que lleva aparejada una caída de los ingresos de las familias vía menores rentas del trabajo. De acuerdo con los datos del INE, se perdieron en los dos últimos año un total de 1.640. 400 puestos de trabajo.
La inversión en bienes de equipo sigue cayendo rápidamente, mientras que la inversión en construcción cae más lentamente.
Es previsible que, en el 4º trimestre y en 201o, el PIB español siga contrayéndose.
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