Esta mañana he asistido a la presentación de “Asia empresarial” (www.asiaempresarial.com), un foro de debate sobre asuntos económicos y empresariales de Asia, creado por el Grupo Recoletos (diario Expansión), y distintas empresas e instituciones con intereses en ese continente, entre los que se encuentra el Instituto de Empresa. Sigue la línea marcada por “Iberoamérica empresarial” (www.iberoamericaempresarial.com ), que desde hace ya tiempo organiza encuentros sobre asuntos económicos latinoamericanos.
“Asia empresarial” es una muestra más del creciente interés, que despierta en España todo lo relacionado con las economías asiáticas. Tras años centradas en Europa, Latinoamérica y norte de África, las autoridades políticas, económicas y comerciales españolas se han dado cuenta de que es necesario incrementar su presencia institucional en Asia, presencia que hasta hace bien poco se podía calificar de testimonial. Se están abriendo nuevas embajadas, consulados, oficinas comerciales e incluso sedes del Instituto Cervantes y se han desarrollado acciones específicas para fomentar las exportaciones y las inversiones en las consideradas economías prioritarias (Planes Japón, China, e India). Y por otra parte, Casa India acaba de ser inaugurada en Valladolid, siguiendo los pasos de Casa Asia, ubicada en Barcelona desde 2003 y que pronto abrirá delegación en Madrid.
Y en el plano económico las empresas españolas empiezan a ver a las economías asiáticas, no como una amenaza o como peligrosos competidores, sino como una fuente de oportunidades por el potencial que ofrecen sus mercados. A pioneras como ALSA o NUTREXPA, instaladas en China desde hace ya muchos años, le han seguido recientemente TELEFÓNICA o el BBVA, que acaba de protagonizar la mayor inversión española en Asia, al adquirir una participación en el grupo financiero chino CNBC. Si hasta ahora la presencia de las empresas españolas se había dirigido hacia Latinoamérica en un primer momento y hacia la Unión Europea después, parece que ha llegado el momento de invertir en Asia. Y también debería ser el momento de incrementar las exportaciones: en 2005 las ventas dirigidas a ese continente supusieron algo más de 8.500 millones de euros (representando algo menos del 8% del total de las exportaciones españolas), frente a unas importaciones de mas de 36.000 millones de euros. Para que nos hagamos una idea, España vende a Portugal casi el doble de lo que exporta a toda Asia. Esperemos que iniciativas como “Asia empresarial” y otras similares, sirvan para incrementar el conocimiento, el interés y las relaciones económicas y comerciales entre España y la región que será la máxima protagonista de la economía mundial en este siglo.
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