Ya hemos analizado, en este blog de economía, como las remesas monetarias son un factor de desarrollo económico para las economías de los países en desarrollo. Sin embargo, muchos de los cambios engendrados por la migración en sus países de origen no derivan solo de los flujos de remesas monetarias. Hay otro tipo de remesas: las remesas sociales.
Las remesas sociales son un conjunto de ideas, cultura, educación, prácticas y formación de capital humano que fluyen del país de destino de la emigración al país de origen. Las remesas sociales provienen, al igual que las monetarias, de los migrantes a través de los distintos medios disponibles. Estas remesas van a afectar a las relaciones de familia, al papel de la mujer, a la identidad cultural, al cambio político y a la mejora económica de los países pobres. A diferencia de las remesas monetarias los efectos de las remesas sociales van a repercutir con mayor amplitud en el país de origen de la emigración. Las remesas sociales son esenciales para cambiar aspectos sociales, políticos, económicos y tecnológicos de los países pobres.
Un aspecto de este tipo de remesas es la necesidad de que regresen a sus países de origen los profesionales cualificados de los países pobres que han sido formados en los países ricos. Es este un requisito para la modernización de las estructuras de producción y de las exportaciones de los países pobres, y para el perfeccionamiento técnico de las empresas nacionales, por no mencionar la mejora de la salud y educación en esos países, en beneficio del conjunto de la población. Sin un número suficiente de técnicos agrónomos, biólogos, ingenieros, científicos, médicos, enfermeros e informáticos, a las empresas y a las explotaciones agrícolas de los países del Tercer Mundo les resulta imposible aplicar la tecnología para mejorar sus productos y su eficiencia, y por ello les resulta igualmente difícil hacer frente a la competencia extranjera. El no retorno (o lo que sería peor la fuga de cerebros) de las personas capacitadas menoscaba por tanto las perspectivas de crecimiento y desarrollo a largo plazo, de los países del Tercer Mundo, países que como es sabido tienen una escasa dotación de profesionales cualificados.
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