Un lector y comentarista asiduo de este blog de economía me pidió, el sábado pasado, una comparación entre España y Portugal. ¿Cuáles son los problemas económicos que tiene Portugal?: Inflación, déficit público, déficit exterior, bajo crecimiento y paro (casi nada). En los últimos 11 años, la elevada inflación portuguesa (también la española) ha sido bastante superior a la media de la Unión Europea (UE). Es decir, desde la última devaluación del escudo de 1995, Portugal ha tenido pérdidas espectaculares de competitividad. Pero lo más grave ha sido que los gobiernos portugueses no han sabido aprovechar los años buenos que hubo durante la década pasada, para hacer un esfuerzo de rigor presupuestario. En eso se diferencia España de Portugal. El persistente déficit público en Portugal ha dado un tono marcadamente expansivo a la política fiscal, y ha impulsado las tensiones inflacionistas.
Entre 1995 y 2006 Portugal pasó en términos de PIB per cápita del 65,8% al 65,5% de la media de la UE-15, lo que quiere decir que no progresó nada (convergencia 0) en 11 años. La razón es simple. Portugal mejoró algo pero los otros (los restantes países europeos) también mejoraron. Otros países tuvieron una convergencia más rápida. Por ejemplo, España que en ese mismo periodo (1995-2006) el PIB per cápita español con respecto a la UE-15 pasó del 78,4% al 90,5%, o sea, un aumento de 12 puntos en 11 años a una tasa anual superior al 1%. ¿Dónde está la diferencia? La respuesta, desde mi punto de vista, hay que encontrarla en la política presupuestaria. Mientras en España, los gobiernos primero de derechas y después el actual gobierno de izquierda, aprovecharon el ciclo expansivo (1995-2006) para ajustar las cuentas públicas, bajar los impuestos, privatizar las empresas públicas, racionalizar el gasto, reducir el endeudamiento y hacer algunas reformas, en Portugal, con gobiernos de izquierdas, no se hicieron reformas, se expandió el gasto público y no se redujo el déficit. Por tanto, una de las razones por la cual la convergencia de España con la UE fue muy superior a la portuguesa es la diferente política fiscal.
Es muy difícil, como ya hemos indicado en este blog de economía, que tanto en Portugal como en España se produzcan avances sustanciales en la lucha contra la inflación si no se lucha por conseguir un mayor superávit fiscal. Ante la ausencia de política monetaria y de una política de tipo de cambio, la competitividad y el equilibrio exterior sólo son posibles a través de la estabilidad de precios, que sólo se puede alcanzar mediante políticas fiscales restrictivas, estímulo a la competencia y reformas estructurales. Para controlar la inflación los Gobiernos de Portugal y también el de España, deben plantear presupuestos mucho más contractivos, que es prácticamente la única alternativa que le queda a Portugal y a España para recuperar la competitividad perdida. ¿Ves alguna otra posibilidad? ¿Es pensable, como proponen algunos que Portugal se salga del euro? ¿Qué es lo que explica un comportamiento tan distinto de España y Portugal? ¿Qué diferencias ha habido entre la economía portuguesa y la española? ¿Cómo se pueden solucionar los graves problemas económicos portugueses? ¿Puede España entrar en un ciclo como el portrugués?
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