El precio del barril de petróleo ha caído desde 145 dólares que costaba el crudo del Brent a principios de julio de este año hasta aproximadamente los 113 dólares. ¿Qué lectura económica y financiera merece la espectacular bajada del precio de petróleo de 32 dólares por barril en un mes? Pues para contestar esta pregunta es mejor explicar que hay detrás de la espectacular subida del precio durante casi cuatro años y medio, en concreto desde el inicio del año 2004.
Gran parte de esta subida de precios se debió a un aumento de la demanda, más que a una reducción de la oferta, y tiene un vínculo importante con el creciente peso económico de los países emergentes, especialmente China e India aunque también con la especulación. Esta subida ha sido, por tanto, distinta a la que se produjo a finales de los años 70. Efectivamente, en dos ocasiones, a mediados y hacia finales de la década de los años setenta, la OPEP decidió reducir sus cuotas de producción de forma drástica, decisión repentina y bastante inesperada por los gobiernos occidentales.
En los últimos 4 años, no ha sido la contracción de la oferta del petróleo sino el aumento de la demanda la que ha provocado la mayor parte del encarecimiento de la energía. En contraste con el escenario de los años 70, son las propias economías occidentales, junto con la china y otras, las que han presionado al alza el precio, y lo hicieron porque el crecimiento económico ha sido mucho más alto durante los últimos años. Ciertamente que las subidas se han debido también en alguna medida a la falta de capacidad que sigue existiendo en el refino del crudo, pero el punto clave es que la subida del precio respondió a la fortaleza económica mundial.
La actual bajada del precio del petróleo también viene del lado de la demanda, al igual que la subida de los últimos años. Concretamente, el mercado refleja sobre todo que las economías estadounidense y la europea se han ralentizado y que pueden ralentizarse aún más durante 2009. A cambio se habrá conseguido romper una tendencia del precio del petróleo que amenazaba con tocar los 145 dólares por barril. ¿Y los mercados financieros? Pues no han visto esta tendencia con malos ojos. Ciertamente, el menor crecimiento económico puede implicar menos beneficios empresariales el año que viene. Pero al mismo tiempo la menor inflación reduce la necesidad de subidas de tipos de interés y hace más fácil un aumento de la valoración de las bolsas.
En definitiva la bajada de los precios del petróleo supone un respiro para las economías de mundo. Tipos de interés más bajos suponen más crecimiento, más empleo y subidas de las bolsas.
¿Seguirá cayendo el precio del petróleo?
Fuente: Henrik Lumholdt. Boletín Económico del IE Business School.
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