WP_Post Object ( [ID] => 9944 [post_author] => 3534 [post_date] => 2011-04-15 23:15:28 [post_date_gmt] => 2011-04-15 21:15:28 [post_content] => Una de las ideas más aceptadas en la corriente de pensamiento económico liberal es que el crecimiento económico es también para los pobres, más exactamente, que el crecimiento económico tiende a ser la mejor medicina contra la pobreza. Cuando un país crece, en PIB per cápita por ejemplo, ese crecimiento favorece también a los más pobres porque los pobres participan de la nueva actividad económica que subyace es crecimiento. Esta idea se ha corroborado empíricamente en multitud de trabajos. Por ejemplo, en el Gráfico 1, extraído de un estudio de Dollar & Kraay (2002), se observa la fuerte correlación positiva entre renta per cápita de la población media de cada país y la renta per cápita del veinte por ciento más pobres.
Gráfico 1. Crecimiento para los pobres
Crecimiento económico y reducción de la pobreza La conexión entre crecimiento económico y reducción de la pobreza ha venido como anillo al dedo a instituciones como el Banco Mundial, creadas para combatir la pobreza y fomentar el desarrollo económico de los países más pobres pero desde posiciones de pensamiento económico liberal. Es cierto que a veces la reducción de la pobreza y el crecimiento económico coinciden con un fuerte aumento de la desigualdad, como en China, donde los ricos se benefician más del auge económico que los pobres. El argumento en estos casos es que lo importante es que los pobres siguen beneficiándose del crecimiento y la pobreza, en términos absolutos, se reduce. Así, países en vías de desarrollo a uno y otro extremo del planeta han adoptado en las últimas décadas políticas conformes a la ortodoxia neoliberal con resultados no pocas veces positivos para la reducción de la pobreza y el crecimiento económico. El caso de Perú Entre las excepciones más tristemente llamativas a la regla de que el crecimiento económico conduce a una reducción de la pobreza se encuentra Perú. Tras el primer mandato de Alán García, el país se embarcó en una serie de reformas de corte económico liberal para las que la prioridad era la estabilidad macroeconómica. Este énfasis en lo macroeconómico tenía sentido al haber sufrido el país una de sus peores crisis económicas fruto de la inflación desbocada a principios de los noventa. Desde entonces Perú se asentó en una base de rápido crecimiento económico y de estabilidad de precios (ver gráfico 2) con tasas de crecimiento del PIB de más del 8% en los últimos años, lo que le ha permitido pasar de una renta per cápita inferior al 75% de la media de América Latina a otra ligeramente superior a la media del continente.Gráfico 2. Perú aprueba con nota en crecimiento económico
Sin embargo, este, a veces espectacular, crecimiento económico no ha tenido su traducción en una reducción de la pobreza. Ni la tasa de desempleo ha bajado, ni la distribución de la riqueza ha mejorado. Y lo que es peor, el porcentaje de peruanos viviendo en extrema pobreza, con menos de $2 al día, ha pasado de un 5% a más de un 17% en tan sólo 18 años, según datos del Banco Mundial (ver gráfico 3).Gráfico 3. Perú suspende en reducción de la pobreza
Ante esta evolución no es de extrañar que los mensajes a favor de un crecimiento económico para los pobres, como el de Ollanta Humala, ganen terreno en un Perú a las puertas de su segunda vuelta de las elecciones presidenciales. En una reciente entrevista, el candidato a Presidente expuso el problema de la siguiente manera: “Lo importante aquí es tener una visión de conjunto de cómo desarrollar el país, cómo mantener el crecimiento económico, y cómo consolidarlo en favor de las familias más pobres del país” (Ollanta Humala) Compaginar crecimiento económico y reducción de la pobreza es algo que Perú no ha conseguido hacer los últimos años. Esperemos que el próximo presidente del país tenga la receta para conseguir uno de los objetivos sin tener que sacrificar el otro. [post_title] => Ollanta Humala y el crecimiento para pobres [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => open [post_password] => [post_name] => ollanta-humala-y-el-crecimiento-para-pobres [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2023-12-13 13:55:16 [post_modified_gmt] => 2023-12-13 12:55:16 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=9944 [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 5 [filter] => raw )
Una de las ideas más aceptadas en la corriente de pensamiento económico liberal es que el crecimiento económico es también para los pobres, más exactamente, que el crecimiento económico tiende a ser la mejor medicina contra la pobreza. Cuando un país crece, en PIB per cápita por ejemplo, ese crecimiento favorece también a los más pobres porque los pobres participan de la nueva actividad económica que subyace es crecimiento. Esta idea se ha corroborado empíricamente en multitud de trabajos. Por ejemplo, en el Gráfico 1, extraído de un estudio de Dollar & Kraay (2002), se observa la fuerte correlación positiva entre renta per cápita de la población media de cada país y la renta per cápita del veinte por ciento más pobres.
Últimos Comentarios