La creación de Acrónimos para señalar la próxima zona de crecimiento económico global ha sido un clásico en las últimas décadas: Tigres, águilas o ladrillos se han sucedido ininterrumpidamente. Hace 8 años el foco estaba puesto en Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que dieron lugar a los BRICS, quizás para contrarrestar a los ya existentes PIGS que eran países europeos en dificultades.
En la televisión y la radio, abundan programas tipo, ¿qué fue de? Y en el mundo económico sería interesante hacer cada lustro un resumen con ¿Qué paso con las predicciones sobre…?
Vivimos una época de continua y masiva información pero sin reflexión sobre hechos pasados estamos condenados a repetir los mismos errores una y otra vez. Los BRICS aportaron un 45% del crecimiento mundial global en los peores años de la crisis, 2008-2011, pero atendiendo a los datos de los últimos dos ejercicios parece que su brillo se ha ido desvaneciendo. Brasil y Rusia cerraron el 2015 y 2016 con decrecimiento del PIB; Sudáfrica, la segunda economía del continente lleva dos años tratando de revertir un casi nulo crecimiento económico y una tasa de paro enorme, mientras que China manteniendo un avance económico notable –previsión del 6.5 en 2017- ha reducido su crecimiento en más de 3 puntos desde el 2011. ¿Qué ha pasado con India? ¿Es la única excepción entre este grupo de has-beens (1)?
Atendiendo a datos como la eficiente y efectiva desmonetización de la economía con medidas, como la inesperada retirada de los billetes de 500 y 1000 INR en Noviembre del año pasado, que suponían cerca del 86% del dinero en circulación o una previsión de crecimiento superior al 7% para el 2017, superando por primera vez al gigante asiático, parece que podríamos pensar en un desarrollo positivo.
Siendo así, tenemos que ser cautelosos con la economía india, donde la mayor parte de las transacciones se siguen haciendo en efectivo, con lo que la desmonetización ha podido crear un importante incremento de los stocks de las empresas restando crecimiento a las mismas. Deberíamos suponer además que la reducción de efectivo vendría compensada con un incremento del crédito bancario, pero actualmente el importe de los créditos bancarios con problemas (NPL) superan ya el 12% con lo que el Banco Central de India, que no tiene actualmente una política de quantitative easing (2) en vigor, está pidiendo medidas urgentes a las entidades para controlar este apartado. Es decir 2017 va a ser un año de ajuste en la economía india, sobre todo a nivel corporativo con lo que la precaución es una medida a tener en cuenta. En el lado de la balanza positivo, frente a una política monetaria restrictiva el gobierno indio ha decidido implementar una política fiscal expansiva, con reducción de impuestos e incremento del gasto público para que la economía india siga siendo el silver lining(3) de los Brics
(1)Expresión para personajes famosos que ya no lo son
(2) Política Monetaria Expansiva
(3)El lado bueno/excepción positiva
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