WP_Post Object ( [ID] => 21642 [post_author] => 13322 [post_date] => 2016-04-16 23:59:06 [post_date_gmt] => 2016-04-16 21:59:06 [post_content] => Argo, ganó el Oscar a la mejor película del 2012. En ella se describía parte de la crisis de los 52 rehenes norteamericanos durante 444 días en Irán (Esta situación real de hace 35 años sería bastante difícil de imaginar hoy en día) Después del desenlace de los rehenes en Enero de 1981, hubo una larga década en el que el aliado de Occidente en aquella zona fue Irak e Irán fue el símbolo de todo lo negativo. En la larga guerra entre los dos países (entre 1980 y 1988), los países de la OCDE comerciaron y armaron a Irak. Sin embargo en agosto de 1990, este país invadió su vecino Kuwait y 6 meses después se produciría la primera guerra del golfo pérsico con la victoria rápida de una coalición de 34 países, liderada por Estados Unidos. La década de los noventa fue un periodo de dificultad para Irak, con un severo embargo de la ONU, mientras su vecino Irán retomaba el comercio y relaciones con las economías occidentales. En la primavera del 2003 se produjo la guerra del Golfo II, esta vez con la caída de Saddam Hussein , que fue ahorcado en el 2006 , manteniéndose la presencia militar estadounidense hasta octubre del 2011 En el 2005 Irán inició un programa de enriquecimiento de uranio, que le puso nuevamente en el disparadero de las economías occidentales, iniciándose un año después un programa de sanciones económicas, impulsadas por el Consejo de Seguridad del ONU sobre el país. En el periodo 2005-2015 se mantuvieron tanto el programa como las correspondientes sanciones hasta enero del año en curso. Este pequeño repaso de 35 años sirve para observar como la visión de Occidente sobre Irak e Irán ha cambiado cada década. En el caso de este último existe un gran interés en Europa sobre los próximos pasos que se den para el incremento del comercio y la liberalización comercial Irán es la segunda economía más importante de la región de Oriente Medio y Norte de África (MENA). Según el FMI, su PIB se sitúa en 416.500 millones de dólares. Después de dos años de recesión, se espera que este año el crecimiento real del PIB alcance el 3,8%, gracias al levantamiento de las sanciones occidentales. Con la eliminación de estas sanciones, las autoridades iraníes esperan atraer un volumen de inversiones extranjeras de al menos 50.000 millones de dólares al año. Esta cifra supera ampliamente los 2.100 millones de dólares de inversión extranjera directa que Irán recibió en 2014. Dentro de sectores como la construcción de viviendas, el transporte y el desarrollo urbano se esperan grandes oportunidades para contratistas extranjeros. Respecto a la obra pública y debida a la gran dependencia de Irán del petróleo se prevé una caída de los ingresos que limite la inversión Atención especial se merece el sector de automoción que representa más del 10% del PIB. Hay un gran apetito del consumidor local sobre automóviles extranjeros. Confiar en que los próximos meses sean de normalización de las relaciones comerciales entre Irán y Occidente y se aleje completamente otra década de relaciones difíciles. [post_title] => Irán :Las últimas décadas [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => open [post_password] => [post_name] => iran-las-ultimas-decadas [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2023-12-13 13:55:29 [post_modified_gmt] => 2023-12-13 12:55:29 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=21642 [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 265 [filter] => raw )
Argo, ganó el Oscar a la mejor película del 2012. En ella se describía parte de la crisis de los 52 rehenes norteamericanos durante 444 días en Irán (Esta situación real de hace 35 años sería bastante difícil de imaginar hoy en día)
Después del desenlace de los rehenes en Enero de 1981, hubo una larga década en el que el aliado de Occidente en aquella zona fue Irak e Irán fue el símbolo de todo lo negativo. En la larga guerra entre los dos países (entre 1980 y 1988), los países de la OCDE comerciaron y armaron a Irak. Sin embargo en agosto de 1990, este país invadió su vecino Kuwait y 6 meses después se produciría la primera guerra del golfo pérsico con la victoria rápida de una coalición de 34 países, liderada por Estados Unidos.
La década de los noventa fue un periodo de dificultad para Irak, con un severo embargo de la ONU, mientras su vecino Irán retomaba el comercio y relaciones con las economías occidentales. En la primavera del 2003 se produjo la guerra del Golfo II, esta vez con la caída de Saddam Hussein , que fue ahorcado en el 2006 , manteniéndose la presencia militar estadounidense hasta octubre del 2011
En el 2005 Irán inició un programa de enriquecimiento de uranio, que le puso nuevamente en el disparadero de las economías occidentales, iniciándose un año después un programa de sanciones económicas, impulsadas por el Consejo de Seguridad del ONU sobre el país. En el periodo 2005-2015 se mantuvieron tanto el programa como las correspondientes sanciones hasta enero del año en curso.
Este pequeño repaso de 35 años sirve para observar como la visión de Occidente sobre Irak e Irán ha cambiado cada década. En el caso de este último existe un gran interés en Europa sobre los próximos pasos que se den para el incremento del comercio y la liberalización comercial
Irán es la segunda economía más importante de la región de Oriente Medio y Norte de África (MENA). Según el FMI, su PIB se sitúa en 416.500 millones de dólares. Después de dos años de recesión, se espera que este año el crecimiento real del PIB alcance el 3,8%, gracias al levantamiento de las sanciones occidentales. Con la eliminación de estas sanciones, las autoridades iraníes esperan atraer un volumen de inversiones extranjeras de al menos 50.000 millones de dólares al año. Esta cifra supera ampliamente los 2.100 millones de dólares de inversión extranjera directa que Irán recibió en 2014.
Dentro de sectores como la construcción de viviendas, el transporte y el desarrollo urbano se esperan grandes oportunidades para contratistas extranjeros. Respecto a la obra pública y debida a la gran dependencia de Irán del petróleo se prevé una caída de los ingresos que limite la inversión
Atención especial se merece el sector de automoción que representa más del 10% del PIB. Hay un gran apetito del consumidor local sobre automóviles extranjeros.
Confiar en que los próximos meses sean de normalización de las relaciones comerciales entre Irán y Occidente y se aleje completamente otra década de relaciones difíciles.
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