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    [post_date_gmt] => 2015-04-12 15:59:28
    [post_content] => BarcoEl INE informó el viernes que la producción industrial española siguió aumentando en el mes de febrero. La variación anual del Índice de Producción Industrial (IPI) fue del 0,6% si se eliminan los efectos estacionales y de calendario. Un crecimiento que, aunque parece lento, es el mejor desde octubre de 2014 y que proviene fundamentalmente de la mayor producción de  bienes de consumo duradero (+3,8%) y de bienes de equipo (+3%).

Que los bienes de consumo duradero crezcan es relevante porque se suelen comportar de la misma forma que el ciclo económico: cuanto mejor es la situación económica, mayor es la demanda de bienes de consumo duradero. Además, también son un indicador de la confianza de los consumidores en las buenas expectativas de la economía. Las empresas y las familias cuando prevén una situación económica más halagüeña deciden comprar electrodomésticos, productos informáticos, automóviles y muebles (todos ellos bienes de consumo duradero) para remplazar los antiguos por otros más modernos. Así, la evidencia de una mayor demanda interna en la economía española se está traduciendo en un aumento de la producción de bienes de equipo y de bienes de consumo duradero como muestra el IPI.

Crece la confianza del consumidor

Esta mejora de la producción de bienes de consumo del mes de febrero viene avalada por los datos del Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) que elabora el CIS y que mensualmente recoge la evolución reciente y las expectativas de los consumidores españoles. Esta semana hemos conocido que en el mes de marzo este indicador alcanzó los 100,4 puntos. Son 1,4 puntos más que en febrero y es la primera vez que el ICC logra situarse por encima de 100. El ICC sigue una escala de 0 a 200 en la que valores por encima de 100 indican una percepción positiva de los consumidores y por debajo, negativa. En términos interanuales, los datos de marzo de expectativas de consumo futuro también ofrecieron una evolución muy favorable. Además, las expectativas de los encuestados respecto a la situación económica general han crecido en el último año un 29% llegando a los 113,7 puntos.

Por tanto, parece que el consumo familiar ha venido para quedarse. Y seguirá aumentando en los próximos años debido a la mejora del crédito, a la reducción de los impuestos, al aumento del empleo, al incremento de la riqueza de las familias, a la bajada del precio de los combustibles y al mayor optimismo de los ciudadanos sobre el futuro de la economía española.

Buenos datos de empleo 

Este importante avance de la producción industrial no sólo proviene del aumento del consumo y de la inversión interna, sino también del crecimiento de las exportaciones. Los datos de balanza de pagos del mes de enero revelan la mejoría de las exportaciones y del saldo exterior de la economía española. Más producción que está generando más empleo.

Efectivamente, la afiliación a la Seguridad Social sigue aumentando. España tuvo el mes pasado 160.579 trabajadores más, el mejor dato para un mes de marzo de toda la serie histórica. Con la información de marzo podemos sumar los datos del primer trimestre de este año. El aumento de la afiliación de los meses de febrero y marzo ha permitido compensar el habitual mal dato de enero que tiene que ver con los despidos que se producen después la campaña navideña. El resultado es que en el primer trimestre de este año España tiene 60.000 afiliados más que en el trimestre anterior. No se producía un crecimiento de la afiliación en el primer trimestre desde el inicio de la crisis en 2007. Sin embargo, si queremos tener la mejor imagen de cómo se ha comportado el mercado laboral en el primer trimestre tendremos que esperar al día 23 de abril en el que se publicará la Encuesta de Población Activa (EPA). Es muy probable que la próxima EPA muestre un crecimiento de más de 600.000 empleos durante los últimos doce meses.

En definitiva, está aumentando la producción española, también la industrial, que favorecida por la reducción de costes y precios, está permitiendo que nuestros productos sigan siendo muy competitivos en los mercados internacionales. Una mayor producción que genera empleo, lo que impulsa la demanda interna y ayuda a disipar la amenaza de la deflación.

Tipos de interés negativos

También los estímulos monetarios del Banco Central Europeo (BCE) están evitando que sigan cayendo los precios. Así, aunque en marzo la inflación de la zona del euro registró un crecimiento negativo (-0,1%); fue una caída menos pronunciada que la del mes anterior (-0,3%).

Precisamente para facilitar la concesión de créditos y así dinamizar la economía y elevar algo el nivel de precios, el BCE comenzó hace unos meses un programa de compra de bonos que durará hasta septiembre de 2016 y con el que inyectará al sistema financiero cerca de un billón de euros. Esta situación de enorme liquidez está siendo muy beneficiosa para el Tesoro español, que ha visto como los inversores internacionales han aumentado esta semana todavía más la demanda de deuda pública hasta el punto de colocarla en algunos plazos a tipos de interés por debajo de cero.

¿Por qué se está colocando deuda pública a tipos negativos? 1º)  Por la excesiva liquidez existente en los mercados. La expansión monetaria del BCE, a través de la compra de bonos, está siendo extraordinaria. Como consecuencia los bonos escasean y las entidades financieras y las familias tienen dificultades para situar parte de su riqueza en activos seguros, como puede ser el caso de la deuda pública española. La confianza de los mercados en que la economía española va a ser capaz de devolver su deuda ha hecho que la demanda de bonos aumente y los tipos de interés en algunos plazos se desplomen hasta niveles negativos. En definitiva, los mercados han reconocido que la inversión en deuda pública española tiene un riesgo muy bajo o, lo que es lo mismo, que nuestra economía es solvente.

2º) Desde el punto de vista del rendimiento de la inversión sería más rentable poner el dinero en una caja fuerte que pagar un tipo de interés por tenerlo en bonos. Sin embargo, la enorme cantidad de dinero que habría que guardar en una cuenta corriente a tipo de interés cero o debajo del colchón podría generar una situación de intranquilidad. Aunque en la vida no hay nada seguro, parece que los mercados prefieren llevar el barco a puerto seguro, aunque tengan que pagar por amarrarlo, que fondearlo en alta mar gratis con el riesgo de que un temporal le pueda causar graves daños. En todo caso es una buena noticia ya que unos tipos de interés tan bajos reducen la carga financiera del Estado y, por tanto, el déficit público.

3º) Por la perspectiva de que los tipos de interés sigan bajando y sean cada vez más negativos. Como consecuencia la cotización de los bonos que se compren hoy tenderán en el futuro, en el mercado secundario de deuda, a ir hacia arriba.

Así las cosas, se confirma que España está cambiando el patrón de recuperación económica que había seguido en los últimos 50 años. Siguen aumentando las exportaciones de bienes y servicios, que fueron y son el principal motor de la actual reactivación económica. Además, el crecimiento de la demanda interna y de las exportaciones favorece el avance de la producción de bienes de equipo y de bienes de consumo duradero. Una trayectoria que  resulta esperanzadora por el papel impulsor que tienen en el crecimiento económico, estos sectores de mayor productividad, desarrollo tecnológico e innovación.

Finalmente, el análisis de los últimos datos conocidos de exportaciones, empleo, consumo y producción industrial reflejan que la actividad económica en España podría haber crecido durante el primer trimestre de este año a un ritmo trimestral mayor que el del cuarto trimestre del año pasado: +0,9%; que anualizado sería: 3,6%.

Fuente: Rafael Pampillón . "Un puerto seguro para el dinero". Expansión, 11 de abril de 2015. Pagina 51.
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12
Abr

Un puerto seguro para el dinero

Escrito el 12 abril 2015 por en Economía española

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Que los bienes de consumo duradero crezcan es relevante porque se suelen comportar de la misma forma que el ciclo económico: cuanto mejor es la situación económica, mayor es la demanda de bienes de consumo duradero. Además, también son un indicador de la confianza de los consumidores en las buenas expectativas de la economía. Las empresas y las familias cuando prevén una situación económica más halagüeña deciden comprar electrodomésticos, productos informáticos, automóviles y muebles (todos ellos bienes de consumo duradero) para remplazar los antiguos por otros más modernos. Así, la evidencia de una mayor demanda interna en la economía española se está traduciendo en un aumento de la producción de bienes de equipo y de bienes de consumo duradero como muestra el IPI.

Crece la confianza del consumidor

Esta mejora de la producción de bienes de consumo del mes de febrero viene avalada por los datos del Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) que elabora el CIS y que mensualmente recoge la evolución reciente y las expectativas de los consumidores españoles. Esta semana hemos conocido que en el mes de marzo este indicador alcanzó los 100,4 puntos. Son 1,4 puntos más que en febrero y es la primera vez que el ICC logra situarse por encima de 100. El ICC sigue una escala de 0 a 200 en la que valores por encima de 100 indican una percepción positiva de los consumidores y por debajo, negativa. En términos interanuales, los datos de marzo de expectativas de consumo futuro también ofrecieron una evolución muy favorable. Además, las expectativas de los encuestados respecto a la situación económica general han crecido en el último año un 29% llegando a los 113,7 puntos.

Por tanto, parece que el consumo familiar ha venido para quedarse. Y seguirá aumentando en los próximos años debido a la mejora del crédito, a la reducción de los impuestos, al aumento del empleo, al incremento de la riqueza de las familias, a la bajada del precio de los combustibles y al mayor optimismo de los ciudadanos sobre el futuro de la economía española.

Buenos datos de empleo 

Este importante avance de la producción industrial no sólo proviene del aumento del consumo y de la inversión interna, sino también del crecimiento de las exportaciones. Los datos de balanza de pagos del mes de enero revelan la mejoría de las exportaciones y del saldo exterior de la economía española. Más producción que está generando más empleo.

Efectivamente, la afiliación a la Seguridad Social sigue aumentando. España tuvo el mes pasado 160.579 trabajadores más, el mejor dato para un mes de marzo de toda la serie histórica. Con la información de marzo podemos sumar los datos del primer trimestre de este año. El aumento de la afiliación de los meses de febrero y marzo ha permitido compensar el habitual mal dato de enero que tiene que ver con los despidos que se producen después la campaña navideña. El resultado es que en el primer trimestre de este año España tiene 60.000 afiliados más que en el trimestre anterior. No se producía un crecimiento de la afiliación en el primer trimestre desde el inicio de la crisis en 2007. Sin embargo, si queremos tener la mejor imagen de cómo se ha comportado el mercado laboral en el primer trimestre tendremos que esperar al día 23 de abril en el que se publicará la Encuesta de Población Activa (EPA). Es muy probable que la próxima EPA muestre un crecimiento de más de 600.000 empleos durante los últimos doce meses.

En definitiva, está aumentando la producción española, también la industrial, que favorecida por la reducción de costes y precios, está permitiendo que nuestros productos sigan siendo muy competitivos en los mercados internacionales. Una mayor producción que genera empleo, lo que impulsa la demanda interna y ayuda a disipar la amenaza de la deflación.

Tipos de interés negativos

También los estímulos monetarios del Banco Central Europeo (BCE) están evitando que sigan cayendo los precios. Así, aunque en marzo la inflación de la zona del euro registró un crecimiento negativo (-0,1%); fue una caída menos pronunciada que la del mes anterior (-0,3%).

Precisamente para facilitar la concesión de créditos y así dinamizar la economía y elevar algo el nivel de precios, el BCE comenzó hace unos meses un programa de compra de bonos que durará hasta septiembre de 2016 y con el que inyectará al sistema financiero cerca de un billón de euros. Esta situación de enorme liquidez está siendo muy beneficiosa para el Tesoro español, que ha visto como los inversores internacionales han aumentado esta semana todavía más la demanda de deuda pública hasta el punto de colocarla en algunos plazos a tipos de interés por debajo de cero.

¿Por qué se está colocando deuda pública a tipos negativos? 1º)  Por la excesiva liquidez existente en los mercados. La expansión monetaria del BCE, a través de la compra de bonos, está siendo extraordinaria. Como consecuencia los bonos escasean y las entidades financieras y las familias tienen dificultades para situar parte de su riqueza en activos seguros, como puede ser el caso de la deuda pública española. La confianza de los mercados en que la economía española va a ser capaz de devolver su deuda ha hecho que la demanda de bonos aumente y los tipos de interés en algunos plazos se desplomen hasta niveles negativos. En definitiva, los mercados han reconocido que la inversión en deuda pública española tiene un riesgo muy bajo o, lo que es lo mismo, que nuestra economía es solvente.

2º) Desde el punto de vista del rendimiento de la inversión sería más rentable poner el dinero en una caja fuerte que pagar un tipo de interés por tenerlo en bonos. Sin embargo, la enorme cantidad de dinero que habría que guardar en una cuenta corriente a tipo de interés cero o debajo del colchón podría generar una situación de intranquilidad. Aunque en la vida no hay nada seguro, parece que los mercados prefieren llevar el barco a puerto seguro, aunque tengan que pagar por amarrarlo, que fondearlo en alta mar gratis con el riesgo de que un temporal le pueda causar graves daños. En todo caso es una buena noticia ya que unos tipos de interés tan bajos reducen la carga financiera del Estado y, por tanto, el déficit público.

3º) Por la perspectiva de que los tipos de interés sigan bajando y sean cada vez más negativos. Como consecuencia la cotización de los bonos que se compren hoy tenderán en el futuro, en el mercado secundario de deuda, a ir hacia arriba.

Así las cosas, se confirma que España está cambiando el patrón de recuperación económica que había seguido en los últimos 50 años. Siguen aumentando las exportaciones de bienes y servicios, que fueron y son el principal motor de la actual reactivación económica. Además, el crecimiento de la demanda interna y de las exportaciones favorece el avance de la producción de bienes de equipo y de bienes de consumo duradero. Una trayectoria que  resulta esperanzadora por el papel impulsor que tienen en el crecimiento económico, estos sectores de mayor productividad, desarrollo tecnológico e innovación.

Finalmente, el análisis de los últimos datos conocidos de exportaciones, empleo, consumo y producción industrial reflejan que la actividad económica en España podría haber crecido durante el primer trimestre de este año a un ritmo trimestral mayor que el del cuarto trimestre del año pasado: +0,9%; que anualizado sería: 3,6%.

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Que los bienes de consumo duradero crezcan es relevante porque se suelen comportar de la misma forma que el ciclo económico: cuanto mejor es la situación económica, mayor es la demanda de bienes de consumo duradero. Además, también son un indicador de la confianza de los consumidores en las buenas expectativas de la economía. Las empresas y las familias cuando prevén una situación económica más halagüeña deciden comprar electrodomésticos, productos informáticos, automóviles y muebles (todos ellos bienes de consumo duradero) para remplazar los antiguos por otros más modernos. Así, la evidencia de una mayor demanda interna en la economía española se está traduciendo en un aumento de la producción de bienes de equipo y de bienes de consumo duradero como muestra el IPI.

Crece la confianza del consumidor

Esta mejora de la producción de bienes de consumo del mes de febrero viene avalada por los datos del Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) que elabora el CIS y que mensualmente recoge la evolución reciente y las expectativas de los consumidores españoles. Esta semana hemos conocido que en el mes de marzo este indicador alcanzó los 100,4 puntos. Son 1,4 puntos más que en febrero y es la primera vez que el ICC logra situarse por encima de 100. El ICC sigue una escala de 0 a 200 en la que valores por encima de 100 indican una percepción positiva de los consumidores y por debajo, negativa. En términos interanuales, los datos de marzo de expectativas de consumo futuro también ofrecieron una evolución muy favorable. Además, las expectativas de los encuestados respecto a la situación económica general han crecido en el último año un 29% llegando a los 113,7 puntos.

Por tanto, parece que el consumo familiar ha venido para quedarse. Y seguirá aumentando en los próximos años debido a la mejora del crédito, a la reducción de los impuestos, al aumento del empleo, al incremento de la riqueza de las familias, a la bajada del precio de los combustibles y al mayor optimismo de los ciudadanos sobre el futuro de la economía española.

Buenos datos de empleo 

Este importante avance de la producción industrial no sólo proviene del aumento del consumo y de la inversión interna, sino también del crecimiento de las exportaciones. Los datos de balanza de pagos del mes de enero revelan la mejoría de las exportaciones y del saldo exterior de la economía española. Más producción que está generando más empleo.

Efectivamente, la afiliación a la Seguridad Social sigue aumentando. España tuvo el mes pasado 160.579 trabajadores más, el mejor dato para un mes de marzo de toda la serie histórica. Con la información de marzo podemos sumar los datos del primer trimestre de este año. El aumento de la afiliación de los meses de febrero y marzo ha permitido compensar el habitual mal dato de enero que tiene que ver con los despidos que se producen después la campaña navideña. El resultado es que en el primer trimestre de este año España tiene 60.000 afiliados más que en el trimestre anterior. No se producía un crecimiento de la afiliación en el primer trimestre desde el inicio de la crisis en 2007. Sin embargo, si queremos tener la mejor imagen de cómo se ha comportado el mercado laboral en el primer trimestre tendremos que esperar al día 23 de abril en el que se publicará la Encuesta de Población Activa (EPA). Es muy probable que la próxima EPA muestre un crecimiento de más de 600.000 empleos durante los últimos doce meses.

En definitiva, está aumentando la producción española, también la industrial, que favorecida por la reducción de costes y precios, está permitiendo que nuestros productos sigan siendo muy competitivos en los mercados internacionales. Una mayor producción que genera empleo, lo que impulsa la demanda interna y ayuda a disipar la amenaza de la deflación.

Tipos de interés negativos

También los estímulos monetarios del Banco Central Europeo (BCE) están evitando que sigan cayendo los precios. Así, aunque en marzo la inflación de la zona del euro registró un crecimiento negativo (-0,1%); fue una caída menos pronunciada que la del mes anterior (-0,3%).

Precisamente para facilitar la concesión de créditos y así dinamizar la economía y elevar algo el nivel de precios, el BCE comenzó hace unos meses un programa de compra de bonos que durará hasta septiembre de 2016 y con el que inyectará al sistema financiero cerca de un billón de euros. Esta situación de enorme liquidez está siendo muy beneficiosa para el Tesoro español, que ha visto como los inversores internacionales han aumentado esta semana todavía más la demanda de deuda pública hasta el punto de colocarla en algunos plazos a tipos de interés por debajo de cero.

¿Por qué se está colocando deuda pública a tipos negativos? 1º)  Por la excesiva liquidez existente en los mercados. La expansión monetaria del BCE, a través de la compra de bonos, está siendo extraordinaria. Como consecuencia los bonos escasean y las entidades financieras y las familias tienen dificultades para situar parte de su riqueza en activos seguros, como puede ser el caso de la deuda pública española. La confianza de los mercados en que la economía española va a ser capaz de devolver su deuda ha hecho que la demanda de bonos aumente y los tipos de interés en algunos plazos se desplomen hasta niveles negativos. En definitiva, los mercados han reconocido que la inversión en deuda pública española tiene un riesgo muy bajo o, lo que es lo mismo, que nuestra economía es solvente.

2º) Desde el punto de vista del rendimiento de la inversión sería más rentable poner el dinero en una caja fuerte que pagar un tipo de interés por tenerlo en bonos. Sin embargo, la enorme cantidad de dinero que habría que guardar en una cuenta corriente a tipo de interés cero o debajo del colchón podría generar una situación de intranquilidad. Aunque en la vida no hay nada seguro, parece que los mercados prefieren llevar el barco a puerto seguro, aunque tengan que pagar por amarrarlo, que fondearlo en alta mar gratis con el riesgo de que un temporal le pueda causar graves daños. En todo caso es una buena noticia ya que unos tipos de interés tan bajos reducen la carga financiera del Estado y, por tanto, el déficit público.

3º) Por la perspectiva de que los tipos de interés sigan bajando y sean cada vez más negativos. Como consecuencia la cotización de los bonos que se compren hoy tenderán en el futuro, en el mercado secundario de deuda, a ir hacia arriba.

Así las cosas, se confirma que España está cambiando el patrón de recuperación económica que había seguido en los últimos 50 años. Siguen aumentando las exportaciones de bienes y servicios, que fueron y son el principal motor de la actual reactivación económica. Además, el crecimiento de la demanda interna y de las exportaciones favorece el avance de la producción de bienes de equipo y de bienes de consumo duradero. Una trayectoria que  resulta esperanzadora por el papel impulsor que tienen en el crecimiento económico, estos sectores de mayor productividad, desarrollo tecnológico e innovación.

Finalmente, el análisis de los últimos datos conocidos de exportaciones, empleo, consumo y producción industrial reflejan que la actividad económica en España podría haber crecido durante el primer trimestre de este año a un ritmo trimestral mayor que el del cuarto trimestre del año pasado: +0,9%; que anualizado sería: 3,6%.

Fuente: Rafael Pampillón . «Un puerto seguro para el dinero». Expansión, 11 de abril de 2015. Pagina 51.

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