WP_Post Object ( [ID] => 20940 [post_author] => 13322 [post_date] => 2014-11-22 23:59:14 [post_date_gmt] => 2014-11-22 22:59:14 [post_content] => Últimamente hay opiniones divergentes sobre el principal motivo del impulso de las exportaciones españolas desde el 2009. Está claro que la exportación ha sido el principal motor de la Demanda Agregada con incrementos del 44% en los últimos cinco años. Se indica, según datos de Eurostat que los costes laborales en la Industria Española han descendido un 5% en el mismo periodo, frente por ejemplo a un incremento del 12% en Francia, lo que ha hecho los bienes españoles más atractivos a los mercados exteriores. Y eso sin tocar la moneda. Ahora que conocemos que las importaciones se han incrementado un 6% interanual, hasta septiembre 2014, lo que por otra parte era previsible cuando la situación económica fuera mejorando nos encontramos ante la pregunta de si este aumento en productividad es sostenible para el próximo ejercicio. Quiero plantear en estas líneas que si tres millones de trabajadores han salido del mercado laboral está claro que se ha dado un incremento brutal a la productividad del tejido empresarial español. Pero se ha realizado disminuyendo el denominador del cociente de la productividad. Para que las exportaciones sigan incrementándose, además de la situaciones de los mercados compradores (se espera un crecimiento de Francia del 0,8% en el 2015 o del 1,3% de la Eurozona) va a ser necesario un incremento de la inversión para la mejora del tejido productivo que produzca productos más atractivos y punteros. Parece que los datos de inversión van en la buena dirección pero el endeudamiento privado y público sigue siendo alto y en esta situación el ahorro sigue siendo un deseo y las líneas de circulante se siguen utilizando para cancelar deuda y no para renovar el tejido productor. Las exportaciones han tenido un buen dato de incremento hasta septiembre del 1,9%, pero la diferencia entre ventas y compras ha llevado al déficit comercial a incrementarse en el año a un déficit de 18.854 millones frente a 11.007 del 2013. El gran reto de España en los próximos meses es mantener el incremento exportador vía productividad que vamos a llamar buena, frente a la obtenida del menor número de empleados en las empresas. Los datos de incremento de exportaciones a destinos extracomunitarios como China (+41%) o Estados Unidos (+28%), en los primeros nueve meses del año o que el 19,9% de las exportaciones se sitúen en los sectores de tecnología media y alta (como los bienes de equipo) indican que la dirección es la correcta. [post_title] => España: Ganando productividad ¿De qué tipo? [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => open [post_password] => [post_name] => espana-ganando-productividad-de-que-tipo [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2023-12-13 13:55:30 [post_modified_gmt] => 2023-12-13 12:55:30 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=20940 [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 0 [filter] => raw )
Últimamente hay opiniones divergentes sobre el principal motivo del impulso de las exportaciones españolas desde el 2009.
Está claro que la exportación ha sido el principal motor de la Demanda Agregada con incrementos del 44% en los últimos cinco años. Se indica, según datos de Eurostat que los costes laborales en la Industria Española han descendido un 5% en el mismo periodo, frente por ejemplo a un incremento del 12% en Francia, lo que ha hecho los bienes españoles más atractivos a los mercados exteriores. Y eso sin tocar la moneda.
Ahora que conocemos que las importaciones se han incrementado un 6% interanual, hasta septiembre 2014, lo que por otra parte era previsible cuando la situación económica fuera mejorando nos encontramos ante la pregunta de si este aumento en productividad es sostenible para el próximo ejercicio.
Quiero plantear en estas líneas que si tres millones de trabajadores han salido del mercado laboral está claro que se ha dado un incremento brutal a la productividad del tejido empresarial español. Pero se ha realizado disminuyendo el denominador del cociente de la productividad. Para que las exportaciones sigan incrementándose, además de la situaciones de los mercados compradores (se espera un crecimiento de Francia del 0,8% en el 2015 o del 1,3% de la Eurozona) va a ser necesario un incremento de la inversión para la mejora del tejido productivo que produzca productos más atractivos y punteros. Parece que los datos de inversión van en la buena dirección pero el endeudamiento privado y público sigue siendo alto y en esta situación el ahorro sigue siendo un deseo y las líneas de circulante se siguen utilizando para cancelar deuda y no para renovar el tejido productor.
Las exportaciones han tenido un buen dato de incremento hasta septiembre del 1,9%, pero la diferencia entre ventas y compras ha llevado al déficit comercial a incrementarse en el año a un déficit de 18.854 millones frente a 11.007 del 2013.
El gran reto de España en los próximos meses es mantener el incremento exportador vía productividad que vamos a llamar buena, frente a la obtenida del menor número de empleados en las empresas. Los datos de incremento de exportaciones a destinos extracomunitarios como China (+41%) o Estados Unidos (+28%), en los primeros nueve meses del año o que el 19,9% de las exportaciones se sitúen en los sectores de tecnología media y alta (como los bienes de equipo) indican que la dirección es la correcta.
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