WP_Post Object ( [ID] => 20757 [post_author] => 13322 [post_date] => 2014-08-16 23:59:29 [post_date_gmt] => 2014-08-16 21:59:29 [post_content] => Tras un 2013 con un robusto crecimiento del consumo (+1,6%) y un incremento de las exportaciones que condujo al PIB al 1,5%; el Primer Ministro Shinzo Abe se marcó como objetivo combatir la deflación y la apreciación del yen. Tras 7 primeros ministros en 7 años, Shinzo Abe llego al cargo por segunda vez a finales del 2012. Su política económica ha dado incluso lugar al acrónimo, ABECONOMICS. ¿Cuál es el resultado? Si bien los dos puntos señalados, lograr inflación y depreciar la moneda local, se han logrado, el país tiene ahora mismo la mayor deuda pública del mundo (a finales del 2014 se espera una cifra en torno al 245,3% del PIB). La única razón por la que esta situación se mantiene es porque el 90% de esta enorme deuda se mantiene en manos de inversores nacionales. Las Abeconomics se sustentaban en una política monetaria y de gasto expansiva y la ejecución de reformas estructurales. Este último objetivo, igual que en otras economías europeas, sigue pendiente de ponerse en marcha. Para los que abogan por la devaluación de la moneda local para incrementar las exportaciones, hay que señalar que la inflación lograda por Japón (primera subida en tres lustros) no se basa en un crecimiento sólido sino en un encarecimiento de las importaciones. Los datos del segundo trimestre del 2014 muestran la mayor caída de la economía desde el seísmo del 2011. Y la principal razón ha sido la caída en el consumo tras la subida del IVA del 5 al 8% el pasado mes de Abril. En definitiva, cuando una economía trata de salir de una crisis con aumento del gasto público y endeudamiento, subiendo impuestos y no atajando los problemas estructurales, el resultado es poco sorprendente: tras un periodo breve de crecimiento motivado por el incremento de obras y gasto público vuelve el estancamiento. Si Japón no tuviese una basa tan amplia de inversores nacionales y un concepto tan sólido de país, hace tiempo que tendría serios problemas con su deuda [post_title] => Qué podemos aprender de Japón [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => open [post_password] => [post_name] => que-podemos-aprender-de-japon [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2023-12-13 13:55:31 [post_modified_gmt] => 2023-12-13 12:55:31 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=20757 [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 5 [filter] => raw )
Tras un 2013 con un robusto crecimiento del consumo (+1,6%) y un incremento de las exportaciones que condujo al PIB al 1,5%; el Primer Ministro Shinzo Abe se marcó como objetivo combatir la deflación y la apreciación del yen.
Tras 7 primeros ministros en 7 años, Shinzo Abe llego al cargo por segunda vez a finales del 2012. Su política económica ha dado incluso lugar al acrónimo, ABECONOMICS.
¿Cuál es el resultado? Si bien los dos puntos señalados, lograr inflación y depreciar la moneda local, se han logrado, el país tiene ahora mismo la mayor deuda pública del mundo (a finales del 2014 se espera una cifra en torno al 245,3% del PIB). La única razón por la que esta situación se mantiene es porque el 90% de esta enorme deuda se mantiene en manos de inversores nacionales. Las Abeconomics se sustentaban en una política monetaria y de gasto expansiva y la ejecución de reformas estructurales. Este último objetivo, igual que en otras economías europeas, sigue pendiente de ponerse en marcha.
Para los que abogan por la devaluación de la moneda local para incrementar las exportaciones, hay que señalar que la inflación lograda por Japón (primera subida en tres lustros) no se basa en un crecimiento sólido sino en un encarecimiento de las importaciones. Los datos del segundo trimestre del 2014 muestran la mayor caída de la economía desde el seísmo del 2011. Y la principal razón ha sido la caída en el consumo tras la subida del IVA del 5 al 8% el pasado mes de Abril.
En definitiva, cuando una economía trata de salir de una crisis con aumento del gasto público y endeudamiento, subiendo impuestos y no atajando los problemas estructurales, el resultado es poco sorprendente: tras un periodo breve de crecimiento motivado por el incremento de obras y gasto público vuelve el estancamiento. Si Japón no tuviese una basa tan amplia de inversores nacionales y un concepto tan sólido de país, hace tiempo que tendría serios problemas con su deuda
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