WP_Post Object ( [ID] => 20727 [post_author] => 115 [post_date] => 2014-07-21 11:31:03 [post_date_gmt] => 2014-07-21 09:31:03 [post_content] => La economía española lleva meses creciendo cada vez más rápido gracias al aumento del consumo y la creación de empleo. De ahí que semana tras semana, los expertos estén revisando al alza sus previsiones económicas. La semana pasada le tocó el turno al FMI, que espera que la economía española crezca un 1,2% en 2014 y un 1,6% en 2015 frente al 0,9% y al 1%, respectivamente, que había previsto en abril. También el Banco de España anunció que a finales de este mes actualizará al alza sus previsiones de crecimiento del PIB. Un crecimiento económico al alza que, a diferencia de lo que ha ocurrido en otras etapas expansivas, no está generando inflación. Así, el IPC registró una variación del 0% en junio con respecto a mayo, dando lugar a una tasa de variación interanual de los precios de los bienes de consumo del 0,1%. Son buenas noticias para los ciudadanos porque, con las pensiones y los salarios prácticamente congelados, cuanto más baja sea la inflación menos poder adquisitivo pierden. Por su parte la zona del euro tampoco experimenta tensiones inflacionistas: la subida de precios de los doce últimos meses fue del 0,5%. Esto significa que el diferencial de inflación de España con la media de la Eurozona (nuestro principal competidor) sigue siendo negativo (-0,4), lo que favorece la competitividad de nuestras empresas. Además, se espera que la inflación continúe en niveles muy bajos en los próximos meses. En España es muy probable que se cierre el año alrededor del 0,3% y en la eurozona cerca del 1%. A pesar de todas las ventajas que tiene la estabilidad de precios, hay que seguir advirtiendo de que seguimos bordeando el pantanoso terreno de la deflación. Si se produjese un cambio de ciclo económico (entrar en una fase recesiva) se podrían generar expectativas de deflación persistentes. No obstante, el lado positivo es que una inflación tan baja, junto con el mayor crecimiento económico y del empleo, está mejorando la confianza en nuestra economía: aumenta el consumo, las exportaciones de bienes y servicios y la compra de viviendas. Aumenta la compra de vivienda Efectivamente, la compraventa de viviendas sigue aumentando acompañada por un ligero crecimiento de sus precios. Según el INE, durante el mes de mayo se compraron 28.124 viviendas, un 12,6 % más que en abril. La tasa interanual registró el tercer aumento consecutivo: un 5,4%;. Esto significa que en los doce meses que van desde mayo de 2013 a mayo de 2014 la compraventa de viviendas (nuevas y usadas) fue de 300.887 unidades, que es la mayor cifra desde el año 2010.Un análisis más detallado de la situación del mercado inmobiliario muestra que: 1) Desde hace varios meses se nota un aumento importante de la inversión extranjera en vivienda. Además, a esta buena evolución de la demanda extranjera se está uniendo la recuperación de la demanda nacional. 2) El mejor comportamiento del mercado (en tasas de crecimiento interanual) se sigue produciendo en Baleares, Navarra, Cantabria, Canarias y País Vasco. 3) La consecuencia de la mayor demanda es que los precios empiezan a subir. Según la agencia de tasación Tinsa, los precios de las viviendas registraron en junio un aumento del 0,5% con respecto a mayo; un crecimiento algo más intenso que el 0,3% que se produjo en mayo con respecto a abril. Es bien conocido que antes de la crisis, en la fase del boom inmobiliario, los precios se incrementaron notablemente. Sin embargo, tras el estallido de esta burbuja, entre el año 2008 y marzo de 2014, los precios de los inmuebles empezaron a caer y acumularon un descenso del 40,5%. Ahora parece que el mercado de la vivienda se está recuperando y la tendencia de los precios está cambiando: empiezan a subir. Esta mejora que muestra el mercado de la vivienda viene acompañada por una evolución muy positiva del Indicador de Clima Económico que publica el Ministerio de Economía y que está creciendo desde el segundo trimestre de 2013. La buena noticia es que en junio de 2014 se situó en el 104,1 (frente al 101,9 de mayo), lo que supone un crecimiento mensual del 2,2%. La base 100 de este índice es la media del periodo 1990-2013 y el dato de junio es bueno porque hay que remontarse al año 2007 para encontrar valores superiores a 104. Esta situación expansiva de la economía española parece que continuará en el futuro. Los indicadores adelantados de la OCDE, cuya misión es prever cómo evolucionará la economía en el futuro y que están especialmente diseñados para señalar la transición entre la desaceleración y la expansión económica, van en esa dirección. Efectivamente, España sigue consolidando la tendencia que comenzó hace un año de mejores perspectivas de crecimiento económico. En mayo de este año el indicador de la OCDE alcanzó el valor 103,0 (mayor por tanto que el 102,8 de abril y el 102,6 de marzo). Un dato superior a 100 significa que el crecimiento económico futuro se situará por encima de la tendencia. Además, el índice de España se comporta mejor que el de Alemania (100,5), Francia (100,3) o Reino Unido (101,1) y está por encima de la media de la zona del euro (101.1). También el Índice de Confianza Empresarial Armonizado elaborado por el INE sigue una trayectoria ascendente y encadena ocho trimestres de crecimientos. En el tercer trimestre de 2014 aumenta un 4% respecto al segundo trimestre de 2014, el mayor ritmo del último año, lo que refleja una mayor confianza de los empresarios en la economía española. Fortalecimiento Toda esta información junto con la que hemos ido conociendo en las semanas pasadas muestra un fortalecimiento de la recuperación de la economía española. Como consecuencia de este impulso y también de la lucha contra el fraude fiscal, los ingresos tributarios siguen creciendo rápidamente. Sin embargo, si se quiere seguir reduciendo el déficit público y fortaleciendo la economía se precisan reformas tributarias más profundas que las previstas. En este sentido, el jueves de la semana pasada el FMI reconoció el compromiso de las autoridades españolas con la consolidación fiscal pero insistió en la necesidad de profundizar todavía más en la devaluación interna. El FMI recomendó reducir las cotizaciones sociales para aumentar el empleo y la competitividad y compensar esa pérdida de ingresos con un aumento de la recaudación a través de los impuestos indirectos más en línea con nuestros socios europeos. Las reformas necesarias En definitiva, la economía española se está recuperando y lo está haciendo a un nivel más rápido del estimado por los servicios de estudios. Prevemos que en 2014 crecerá cerca del 1,5% y ganará impulso en 2015 hasta lograr un crecimiento superior al 2%. Pero para afianzar y aumentar el crecimiento hay que seguir haciendo reformas que favorezcan el cambio de modelo productivo. Algunas de ellas podrían centrarse en flexibilizar el mercado laboral reduciendo todavía más el número de contratos, modificando el sistema de prestaciones por desempleo y facilitando la incorporación de nuevos trabajadores a las empresas a través de la formación profesional. Otras podrían orientarse a reducir el gasto público y a favorecer un poco más la sostenibilidad del sistema de pensiones; también debería continuar el proceso de disminuir los costes energéticos y el de facilitar el acceso a la financiación empresarial y a la actividad de emprender. La economía española está en la senda del crecimiento. Pero eso no debe ser motivo para que los que nos gobiernan caigan en la tentación de la autocomplacencia. Hay que seguir haciendo las reformas económicas necesarias para que ese crecimiento sea mayor y se reduzcan los riesgos de volver a entrar en una recesión. Fuente: Rafael Pampillón Olmedo. "Mejoran el mercado inmobiliario y la recaudación fiscal". Expansión. Miércoles 16 de julio de 2014; página 38. [post_title] => Mejoran el mercado inmobiliario y la recaudación fiscal [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => open [post_password] => [post_name] => mejoran-el-mercado-inmobiliario-y-la-recaudacion-fiscal [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2014-07-21 11:31:34 [post_modified_gmt] => 2014-07-21 09:31:34 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=20727 [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 1 [filter] => raw )
La economía española lleva meses creciendo cada vez más rápido gracias al aumento del consumo y la creación de empleo. De ahí que semana tras semana, los expertos estén revisando al alza sus previsiones económicas. La semana pasada le tocó el turno al FMI, que espera que la economía española crezca un 1,2% en 2014 y un 1,6% en 2015 frente al 0,9% y al 1%, respectivamente, que había previsto en abril. También el Banco de España anunció que a finales de este mes actualizará al alza sus previsiones de crecimiento del PIB.
Un crecimiento económico al alza que, a diferencia de lo que ha ocurrido en otras etapas expansivas, no está generando inflación. Así, el IPC registró una variación del 0% en junio con respecto a mayo, dando lugar a una tasa de variación interanual de los precios de los bienes de consumo del 0,1%. Son buenas noticias para los ciudadanos porque, con las pensiones y los salarios prácticamente congelados, cuanto más baja sea la inflación menos poder adquisitivo pierden. Por su parte la zona del euro tampoco experimenta tensiones inflacionistas: la subida de precios de los doce últimos meses fue del 0,5%. Esto significa que el diferencial de inflación de España con la media de la Eurozona (nuestro principal competidor) sigue siendo negativo (-0,4), lo que favorece la competitividad de nuestras empresas.
Además, se espera que la inflación continúe en niveles muy bajos en los próximos meses. En España es muy probable que se cierre el año alrededor del 0,3% y en la eurozona cerca del 1%. A pesar de todas las ventajas que tiene la estabilidad de precios, hay que seguir advirtiendo de que seguimos bordeando el pantanoso terreno de la deflación. Si se produjese un cambio de ciclo económico (entrar en una fase recesiva) se podrían generar expectativas de deflación persistentes. No obstante, el lado positivo es que una inflación tan baja, junto con el mayor crecimiento económico y del empleo, está mejorando la confianza en nuestra economía: aumenta el consumo, las exportaciones de bienes y servicios y la compra de viviendas.
Aumenta la compra de vivienda
Efectivamente, la compraventa de viviendas sigue aumentando acompañada por un ligero crecimiento de sus precios. Según el INE, durante el mes de mayo se compraron 28.124 viviendas, un 12,6 % más que en abril. La tasa interanual registró el tercer aumento consecutivo: un 5,4%;. Esto significa que en los doce meses que van desde mayo de 2013 a mayo de 2014 la compraventa de viviendas (nuevas y usadas) fue de 300.887 unidades, que es la mayor cifra desde el año 2010.Un análisis más detallado de la situación del mercado inmobiliario muestra que:
1) Desde hace varios meses se nota un aumento importante de la inversión extranjera en vivienda. Además, a esta buena evolución de la demanda extranjera se está uniendo la recuperación de la demanda nacional.
2) El mejor comportamiento del mercado (en tasas de crecimiento interanual) se sigue produciendo en Baleares, Navarra, Cantabria, Canarias y País Vasco.
3) La consecuencia de la mayor demanda es que los precios empiezan a subir. Según la agencia de tasación Tinsa, los precios de las viviendas registraron en junio un aumento del 0,5% con respecto a mayo; un crecimiento algo más intenso que el 0,3% que se produjo en mayo con respecto a abril. Es bien conocido que antes de la crisis, en la fase del boom inmobiliario, los precios se incrementaron notablemente. Sin embargo, tras el estallido de esta burbuja, entre el año 2008 y marzo de 2014, los precios de los inmuebles empezaron a caer y acumularon un descenso del 40,5%. Ahora parece que el mercado de la vivienda se está recuperando y la tendencia de los precios está cambiando: empiezan a subir.
Esta mejora que muestra el mercado de la vivienda viene acompañada por una evolución muy positiva del Indicador de Clima Económico que publica el Ministerio de Economía y que está creciendo desde el segundo trimestre de 2013. La buena noticia es que en junio de 2014 se situó en el 104,1 (frente al 101,9 de mayo), lo que supone un crecimiento mensual del 2,2%. La base 100 de este índice es la media del periodo 1990-2013 y el dato de junio es bueno porque hay que remontarse al año 2007 para encontrar valores superiores a 104.
Esta situación expansiva de la economía española parece que continuará en el futuro. Los indicadores adelantados de la OCDE, cuya misión es prever cómo evolucionará la economía en el futuro y que están especialmente diseñados para señalar la transición entre la desaceleración y la expansión económica, van en esa dirección. Efectivamente, España sigue consolidando la tendencia que comenzó hace un año de mejores perspectivas de crecimiento económico. En mayo de este año el indicador de la OCDE alcanzó el valor 103,0 (mayor por tanto que el 102,8 de abril y el 102,6 de marzo). Un dato superior a 100 significa que el crecimiento económico futuro se situará por encima de la tendencia. Además, el índice de España se comporta mejor que el de Alemania (100,5), Francia (100,3) o Reino Unido (101,1) y está por encima de la media de la zona del euro (101.1).
También el Índice de Confianza Empresarial Armonizado elaborado por el INE sigue una trayectoria ascendente y encadena ocho trimestres de crecimientos. En el tercer trimestre de 2014 aumenta un 4% respecto al segundo trimestre de 2014, el mayor ritmo del último año, lo que refleja una mayor confianza de los empresarios en la economía española.
Fortalecimiento
Toda esta información junto con la que hemos ido conociendo en las semanas pasadas muestra un fortalecimiento de la recuperación de la economía española. Como consecuencia de este impulso y también de la lucha contra el fraude fiscal, los ingresos tributarios siguen creciendo rápidamente. Sin embargo, si se quiere seguir reduciendo el déficit público y fortaleciendo la economía se precisan reformas tributarias más profundas que las previstas. En este sentido, el jueves de la semana pasada el FMI reconoció el compromiso de las autoridades españolas con la consolidación fiscal pero insistió en la necesidad de profundizar todavía más en la devaluación interna. El FMI recomendó reducir las cotizaciones sociales para aumentar el empleo y la competitividad y compensar esa pérdida de ingresos con un aumento de la recaudación a través de los impuestos indirectos más en línea con nuestros socios europeos.
Las reformas necesarias
En definitiva, la economía española se está recuperando y lo está haciendo a un nivel más rápido del estimado por los servicios de estudios. Prevemos que en 2014 crecerá cerca del 1,5% y ganará impulso en 2015 hasta lograr un crecimiento superior al 2%.
Pero para afianzar y aumentar el crecimiento hay que seguir haciendo reformas que favorezcan el cambio de modelo productivo. Algunas de ellas podrían centrarse en flexibilizar el mercado laboral reduciendo todavía más el número de contratos, modificando el sistema de prestaciones por desempleo y facilitando la incorporación de nuevos trabajadores a las empresas a través de la formación profesional. Otras podrían orientarse a reducir el gasto público y a favorecer un poco más la sostenibilidad del sistema de pensiones; también debería continuar el proceso de disminuir los costes energéticos y el de facilitar el acceso a la financiación empresarial y a la actividad de emprender.
La economía española está en la senda del crecimiento. Pero eso no debe ser motivo para que los que nos gobiernan caigan en la tentación de la autocomplacencia. Hay que seguir haciendo las reformas económicas necesarias para que ese crecimiento sea mayor y se reduzcan los riesgos de volver a entrar en una recesión.
Fuente: Rafael Pampillón Olmedo. «Mejoran el mercado inmobiliario y la recaudación fiscal». Expansión. Miércoles 16 de julio de 2014; página 38.
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