El BCE ha mantenido sin cambios el tipo repo en el mínimo histórico del 0,25%. Igualmente, deja en el 0% el tipo de las facilidades de depósito y en el 0,75% el tipo de las facilidades de crédito. Del comunicado y rueda de prensa posterior de Draghi lo más destacable ha sido lo siguiente.
– Inflación. Las expectativas están firmemente ancladas y las presiones sobre los precios se mantienen contenidas. La UEM afronta un periodo prolongado de baja inflación (al menos dos años) y, posteriormente, una aproximación hacia el objetivo del 2%.
– Crecimiento. Los últimos indicadores muestran una mejora, pero el ritmo de crecimiento va a ser lento. Señala que la economía de la UEM se podría beneficiar de la mejora de las exportaciones. En todo caso, insiste, los riesgos son a la baja. También se ha mostrado muy cauteloso en afirmar que la crisis de la eurozona haya acabado.
– Tono de la política monetaria. Enfatiza que se mantendrá acomodaticia tanto tiempo como sea necesario.
– Medidas alternativas. Recalca que siguen considerando y discutiendo todas las herramientas disponibles y las utilizarán sin son necesarias. Señala dos circunstancias que les impulsarían a actuar: i) una subida no justificada de los tipos monetarios, y ii) un deterioro en las perspectivas de inflación.
– Nivel de tipos de interés. Se mantienen vigilantes respecto a las condiciones del mercado monetario. Comenta que es difícil establecer una relación clara entre el nivel de exceso de liquidez y el tipo de interés Eonia.
– Crédito. Su evolución refleja las débiles condiciones económicas, el riesgo de solvencia y la tendencia hacia el desapalancamiento.
– Fragmentación de mercados. Aún debe reducirse el grado de fragmentación.
Por tanto, hemos asistido a una reunión de trámite del BCE. No ha habido cambios, como se esperaba, pero tampoco ha aportado nuevos elementos al análisis. A pesar de ello, creemos que el mensaje y el tono del discurso de Draghi refuerzan el tono acomodaticio de su política monetaria. Por otra parte, observamos un deseo del BCE de transmitir una imagen de activismo, en el sentido de que tiene margen de actuación y que está dispuesto a utilizarlo si es necesario. También trata de dar mayor protagonismo a su forward guidance. Con ello demuestra que va a hacer de ésta una herramienta importante en la gestión de la política monetaria para mantener bajo control la curva de tipos. Pero teniendo en cuenta los resultados de las subastas de bonos de los periféricos esta semana (Irlanda, España) y las consecuencias que pueden tener en una reducción de la fragmentación en la eurozona y, por tanto, en la estabilidad financiera, de momento, el BCE se dedicará los próximos meses a “esperar y ver”.
Comentarios