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    [post_content] => El proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el año que viene (PGE-2014), que ha presentado el Gobierno, se enmarca en una situación de mayor crecimiento de la economía mundial y de recuperación de la economía española, un presupuesto que debe calificarse como restrictivo, ya que contempla una reducción del déficit público, que pasaría del 6,5% del PIB previsto para este año al 5,8% para el año que viene. También se le puede considerar realista, considerando que la previsión de crecimiento económico para el año próximo es del 0,7% que es la que está dando el consenso de los economistas.

Economy Weblog

Foto: Cristóbal Montoro. Ministro de Hacienda del Gobierno de España

Crecimiento infravalorado

Sin embargo, este tipo de predicciones macroeconómicas, como las que se contemplan en los PGE-2014, tienen más probabilidad de acierto cuando la economía se mueve a lo largo de una determinada fase del ciclo que cuando, como acontece ahora, se encuentra en un cambio de ciclo económico. Y las probabilidades de error son todavía mayores cuando, como ocurre en la actualidad, el ciclo expansivo o recesivo anterior ha sido relativamente prolongado.

Como muy bien ha señalado José Luis Feito, en el inicio de la etapa ascendente del ciclo se suelen vaticinar ritmos de crecimiento notablemente inferiores a la realidad, y superiores en los comienzos de la fase descendente. La causa de estos errores de predicción estriba en el sesgo que se produce al elaborar los datos macroeconómicos suponiendo pautas de comportamiento relativamente estables en las familias y empresas que conforman el conjunto de la economía. Por tanto, aunque lo normal es que la utilización de modelos para realizar proyecciones económicas de buenos resultados, sin embargo, no ocurre así en los cambios de ciclo, ya que tanto las familias como las empresas revisan sensiblemente sus pautas de comportamiento. Por eso no debería extrañarnos que la economía española creciese el año que viene por lo menos un 1%, algo más de lo previsto por el Gobierno y el consenso de los analistas.

Crecimiento mundial

A ello se une que los organismos internacionales esperan que en 2014 el mundo en su conjunto crezca un 3,9%, frente al 3% de este año. Europa, nuestro principal cliente (el 62% de nuestras exportaciones se dirigen a la Unión Europea) tras un año y medio en recesión, está retomando la senda del crecimiento positivo con menos desequilibrios fiscales y más estabilidad de precios. Como se puede ver en el cuadro, Europa será la región del Mundo que dé el mayor salto en términos de crecimiento del PIB entre 2013 y 2014. Ello permitirá que las exportaciones españolas de bienes y servicios crezcan más el año que viene que este año.

Como los ingresos y los gastos públicos están íntimamente ligados al crecimiento económico, un crecimiento algo mayor al previsto se traduciría en mayores ingresos fiscales, menos gasto público y por tanto menos déficit público. El gasto en prestaciones por desempleo disminuirá (los desempleados de larga duración dejan de cobrar prestación y otros ciudadanos optan por emigrar), al mismo tiempo que los tipos de interés a los que se financian el Estado, las autonomías y los ayuntamientos se están reduciendo, lo que estabilizará también el gasto financiero. A ello se une los mayores ingresos por la recaudación ante la esperada mejora de la economía y del empleo, que puede permitir al Gobierno incrementar la dotación de algunas partidas como la educación (incluidas las becas) y la investigación y el desarrollo (I+D), cuyas continuas rebajas, en años anteriores, están poniendo en peligro el potencial de crecimiento a medio plazo.

El paro

La tasa de desempleo parece también realista. El descenso de población activa y un ligero aumento de la ocupación podrían situar la tasa media de paro del año 2014 en el 25%  frente al 26,5% de este año. La mejora de la economía internacional y nacional hará que las empresas vean aumentar sus exportaciones y también la demanda nacional de sus productos, por lo que quizás tendrán que aumentar su producción y contratar mano de obra. En 2014 la economía española mantendrá la senda de crecimiento iniciada en este tercer trimestre de 2013, lo que se traducirá en creación de empleo, menos paro y, por tanto, menores gastos en prestaciones por desempleo que los 30.000 millones previstos en los PGE-2014.

En resumen, el tercer Presupuesto del Gobierno Rajoy se enmarca en un mejor comportamiento de la economía española y mundial para el año que viene. Sus previsiones sobre el crecimiento económico y empleo de la economía española y, por tanto, sobre los ingresos y gastos del Estado, coinciden con el de la mayoría de los analistas. Son realistas por lo que, a diferencia de este año y del anterior, para alcanzar el objetivo de déficit no será necesario instrumentar, a lo largo del año que viene, medidas de ajuste no contempladas. En este contexto y si se acometiese de una vez la reforma de las Administraciones Públicas, el objetivo del déficit público (5,8% del PIB) será más fácil de alcanzar que en años anteriores, por lo que no estaría de más que el Gobierno se plantease reducirlo todavía más. Se conseguiría con ello aumentar la confianza de los mercados financieros, bajar los tipos de interés y reducir los gastos de intereses de la deuda.

Fuente: Rafael Pampillón Olmedo"Presupuestos y crecimiento económico". Expansión, 28 de septiembre de 2013, página 47.
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28
Sep

Presupuestos y crecimiento económico

Escrito el 28 septiembre 2013 por en Economía española

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Economy Weblog

Foto: Cristóbal Montoro. Ministro de Hacienda del Gobierno de España

Crecimiento infravalorado

Sin embargo, este tipo de predicciones macroeconómicas, como las que se contemplan en los PGE-2014, tienen más probabilidad de acierto cuando la economía se mueve a lo largo de una determinada fase del ciclo que cuando, como acontece ahora, se encuentra en un cambio de ciclo económico. Y las probabilidades de error son todavía mayores cuando, como ocurre en la actualidad, el ciclo expansivo o recesivo anterior ha sido relativamente prolongado.

Como muy bien ha señalado José Luis Feito, en el inicio de la etapa ascendente del ciclo se suelen vaticinar ritmos de crecimiento notablemente inferiores a la realidad, y superiores en los comienzos de la fase descendente. La causa de estos errores de predicción estriba en el sesgo que se produce al elaborar los datos macroeconómicos suponiendo pautas de comportamiento relativamente estables en las familias y empresas que conforman el conjunto de la economía. Por tanto, aunque lo normal es que la utilización de modelos para realizar proyecciones económicas de buenos resultados, sin embargo, no ocurre así en los cambios de ciclo, ya que tanto las familias como las empresas revisan sensiblemente sus pautas de comportamiento. Por eso no debería extrañarnos que la economía española creciese el año que viene por lo menos un 1%, algo más de lo previsto por el Gobierno y el consenso de los analistas.

Crecimiento mundial

A ello se une que los organismos internacionales esperan que en 2014 el mundo en su conjunto crezca un 3,9%, frente al 3% de este año. Europa, nuestro principal cliente (el 62% de nuestras exportaciones se dirigen a la Unión Europea) tras un año y medio en recesión, está retomando la senda del crecimiento positivo con menos desequilibrios fiscales y más estabilidad de precios. Como se puede ver en el cuadro, Europa será la región del Mundo que dé el mayor salto en términos de crecimiento del PIB entre 2013 y 2014. Ello permitirá que las exportaciones españolas de bienes y servicios crezcan más el año que viene que este año.

Como los ingresos y los gastos públicos están íntimamente ligados al crecimiento económico, un crecimiento algo mayor al previsto se traduciría en mayores ingresos fiscales, menos gasto público y por tanto menos déficit público. El gasto en prestaciones por desempleo disminuirá (los desempleados de larga duración dejan de cobrar prestación y otros ciudadanos optan por emigrar), al mismo tiempo que los tipos de interés a los que se financian el Estado, las autonomías y los ayuntamientos se están reduciendo, lo que estabilizará también el gasto financiero. A ello se une los mayores ingresos por la recaudación ante la esperada mejora de la economía y del empleo, que puede permitir al Gobierno incrementar la dotación de algunas partidas como la educación (incluidas las becas) y la investigación y el desarrollo (I+D), cuyas continuas rebajas, en años anteriores, están poniendo en peligro el potencial de crecimiento a medio plazo.

El paro

La tasa de desempleo parece también realista. El descenso de población activa y un ligero aumento de la ocupación podrían situar la tasa media de paro del año 2014 en el 25%  frente al 26,5% de este año. La mejora de la economía internacional y nacional hará que las empresas vean aumentar sus exportaciones y también la demanda nacional de sus productos, por lo que quizás tendrán que aumentar su producción y contratar mano de obra. En 2014 la economía española mantendrá la senda de crecimiento iniciada en este tercer trimestre de 2013, lo que se traducirá en creación de empleo, menos paro y, por tanto, menores gastos en prestaciones por desempleo que los 30.000 millones previstos en los PGE-2014.

En resumen, el tercer Presupuesto del Gobierno Rajoy se enmarca en un mejor comportamiento de la economía española y mundial para el año que viene. Sus previsiones sobre el crecimiento económico y empleo de la economía española y, por tanto, sobre los ingresos y gastos del Estado, coinciden con el de la mayoría de los analistas. Son realistas por lo que, a diferencia de este año y del anterior, para alcanzar el objetivo de déficit no será necesario instrumentar, a lo largo del año que viene, medidas de ajuste no contempladas. En este contexto y si se acometiese de una vez la reforma de las Administraciones Públicas, el objetivo del déficit público (5,8% del PIB) será más fácil de alcanzar que en años anteriores, por lo que no estaría de más que el Gobierno se plantease reducirlo todavía más. Se conseguiría con ello aumentar la confianza de los mercados financieros, bajar los tipos de interés y reducir los gastos de intereses de la deuda.

Fuente: Rafael Pampillón Olmedo"Presupuestos y crecimiento económico". Expansión, 28 de septiembre de 2013, página 47.
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Economy Weblog

Foto: Cristóbal Montoro. Ministro de Hacienda del Gobierno de España

Crecimiento infravalorado

Sin embargo, este tipo de predicciones macroeconómicas, como las que se contemplan en los PGE-2014, tienen más probabilidad de acierto cuando la economía se mueve a lo largo de una determinada fase del ciclo que cuando, como acontece ahora, se encuentra en un cambio de ciclo económico. Y las probabilidades de error son todavía mayores cuando, como ocurre en la actualidad, el ciclo expansivo o recesivo anterior ha sido relativamente prolongado.

Como muy bien ha señalado José Luis Feito, en el inicio de la etapa ascendente del ciclo se suelen vaticinar ritmos de crecimiento notablemente inferiores a la realidad, y superiores en los comienzos de la fase descendente. La causa de estos errores de predicción estriba en el sesgo que se produce al elaborar los datos macroeconómicos suponiendo pautas de comportamiento relativamente estables en las familias y empresas que conforman el conjunto de la economía. Por tanto, aunque lo normal es que la utilización de modelos para realizar proyecciones económicas de buenos resultados, sin embargo, no ocurre así en los cambios de ciclo, ya que tanto las familias como las empresas revisan sensiblemente sus pautas de comportamiento. Por eso no debería extrañarnos que la economía española creciese el año que viene por lo menos un 1%, algo más de lo previsto por el Gobierno y el consenso de los analistas.

Crecimiento mundial

A ello se une que los organismos internacionales esperan que en 2014 el mundo en su conjunto crezca un 3,9%, frente al 3% de este año. Europa, nuestro principal cliente (el 62% de nuestras exportaciones se dirigen a la Unión Europea) tras un año y medio en recesión, está retomando la senda del crecimiento positivo con menos desequilibrios fiscales y más estabilidad de precios. Como se puede ver en el cuadro, Europa será la región del Mundo que dé el mayor salto en términos de crecimiento del PIB entre 2013 y 2014. Ello permitirá que las exportaciones españolas de bienes y servicios crezcan más el año que viene que este año.

Como los ingresos y los gastos públicos están íntimamente ligados al crecimiento económico, un crecimiento algo mayor al previsto se traduciría en mayores ingresos fiscales, menos gasto público y por tanto menos déficit público. El gasto en prestaciones por desempleo disminuirá (los desempleados de larga duración dejan de cobrar prestación y otros ciudadanos optan por emigrar), al mismo tiempo que los tipos de interés a los que se financian el Estado, las autonomías y los ayuntamientos se están reduciendo, lo que estabilizará también el gasto financiero. A ello se une los mayores ingresos por la recaudación ante la esperada mejora de la economía y del empleo, que puede permitir al Gobierno incrementar la dotación de algunas partidas como la educación (incluidas las becas) y la investigación y el desarrollo (I+D), cuyas continuas rebajas, en años anteriores, están poniendo en peligro el potencial de crecimiento a medio plazo.

El paro

La tasa de desempleo parece también realista. El descenso de población activa y un ligero aumento de la ocupación podrían situar la tasa media de paro del año 2014 en el 25%  frente al 26,5% de este año. La mejora de la economía internacional y nacional hará que las empresas vean aumentar sus exportaciones y también la demanda nacional de sus productos, por lo que quizás tendrán que aumentar su producción y contratar mano de obra. En 2014 la economía española mantendrá la senda de crecimiento iniciada en este tercer trimestre de 2013, lo que se traducirá en creación de empleo, menos paro y, por tanto, menores gastos en prestaciones por desempleo que los 30.000 millones previstos en los PGE-2014.

En resumen, el tercer Presupuesto del Gobierno Rajoy se enmarca en un mejor comportamiento de la economía española y mundial para el año que viene. Sus previsiones sobre el crecimiento económico y empleo de la economía española y, por tanto, sobre los ingresos y gastos del Estado, coinciden con el de la mayoría de los analistas. Son realistas por lo que, a diferencia de este año y del anterior, para alcanzar el objetivo de déficit no será necesario instrumentar, a lo largo del año que viene, medidas de ajuste no contempladas. En este contexto y si se acometiese de una vez la reforma de las Administraciones Públicas, el objetivo del déficit público (5,8% del PIB) será más fácil de alcanzar que en años anteriores, por lo que no estaría de más que el Gobierno se plantease reducirlo todavía más. Se conseguiría con ello aumentar la confianza de los mercados financieros, bajar los tipos de interés y reducir los gastos de intereses de la deuda.

Fuente: Rafael Pampillón Olmedo«Presupuestos y crecimiento económico». Expansión, 28 de septiembre de 2013, página 47.

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