30
Abr

El jueves se celebra en Bratislava la reunión de política monetaria del BCE de mayo.

Se han generado unas elevadas expectativas en torno a una actitud más activa del BCE (siguiendo los pasos de otros bancos centrales), por lo que, cualquier decepción sobre las medidas que finalmente sean adoptadas, puede conducir a una corrección en los mercados financieros europeos tras el buen comportamiento que han registrado en las dos últimas semanas.

En el cuadro se puede observar como la mayoría de los panelistas esperan que el tipo de interés de intervención se sitúe en el 0,5%.

expectativas

Las medidas que con mayor probabilidad va a anunciar son:

1) Recorte del tipo repo de 25 pb, para situarlo en el 0,50%.

Las razones que lo apoyarían serían:

a) El debilitamiento de la economía de la UEM (lleva año y medio contrayéndose) y la caída de la inflación (se sitúa en el 1,7%, claramente por debajo del objetivo del BCE).
b) Ningún miembro del BCE ha salido al paso, como sí ha ocurrido en otras ocasiones, para “enfriar” las fuertes expectativas del mercado. Incluso, el presidente del Bundesbank, Weidmann, no ha expresado reticencias.
c) No sería deseable producir una decepción habida cuenta del efecto negativo que puede tener sobre los mercados y sobre la confianza de los agentes.

Por lo que respecta al corredor de tipos, se puede estrechar, para quedar situado entre el 0% y el 1% (frente al 0% y el 1,50% actual). No se contempla que el tipo para las facilidades de depósito se sitúe en territorio negativo por las dudas que el propio BCE ha manifestado en relación a sus efectos.

En todo caso, esta medida tendrá un impacto muy limitado en el PIB de la UEM porque los tipos ya están muy cerca del 0% (el Eonia se sitúa en el 0,08%) y por su escaso efecto sobre los costes de financiación de los agentes debido al problema de la fragmentación de los mercados financieros.

2) Relajación de los requisitos exigidos a los colaterales.

Con esta medida tratará de ayudar a poner remedio, sin salirse de su mandato estatutario, al problema del escaso crédito que llega a las pequeñas y medianas empresas. Básicamente, lo que hará será relajar algunos de los requisitos que exige a los préstamos que acepta como colateral en sus operaciones de financiación: i) rebajar los recortes de valoración (haircuts) que aplica, y ii) reducir el volumen mínimo exigido para que sean elegibles.

Con esta medida lo que intentará es aumentar la liquidez que pueden obtener los bancos al descontar su cartera de préstamos en el BCE, lo que les podría animar a conceder nuevos créditos.

3) Otras medidas posibles pero bastante menos probables:

a) Compra de titulizaciones de préstamos a pymes. Se trataría de un nuevo programa de compra de activos, similar al de covered bonds. Nos parece que sería una buena decisión, aunque es poco probable por: i) estos títulos apenas representan el 9,5% del total del mercado europeo de titulizaciones, por lo que la eficacia de esta medida sería limitada en el corto plazo; y ii) el BCE ha insistido en que su camino no es poner en marcha nuevos programas de compra de activos, sin que le importe desmarcarse del resto de bancos centrales.

b) Programa de financiación vinculado a la concesión de nuevos préstamos. Se trataría de un programa similar al implementado por el Banco de Inglaterra. El problema es que en Reino Unido no ha cumplido los objetivos para los que se creó ya que, desde su puesta en marcha, el volumen de créditos ha caído y su coste no se ha reducido significativamente.

c) Abrir líneas de financiación al Banco Europeo de Inversiones u organismo supranacional similar. Su propósito sería conceder financiación directa a las pymes o, indirectamente, a través de la compra de titulizaciones a los bancos. Posiblemente sería una de las medidas más eficaces para hacer llegar recursos a las pymes, pero es muy difícil de llevar a la práctica porque el BEI carece de la “infraestructura” necesaria (precisaría una red de oficinas como la de un banco o utilizar la de éstos).

En síntesis, no creo que el BCE vaya a decepcionar en cuanto a la bajada de tipos, pero pueden no cumplirse las expectativas que se han generado sobre un papel más activo para ayudar a reducir la fragmentación de los mercados y aumentar la financiación a las pymes. En este sentido, debemos dar la razón al BCE cuando dice que se trata de una competencia que excede su mandato y que son los gobiernos europeos quienes pueden tomar las medidas más eficaces. El problema es que ello exige que se pongan de acuerdo, algo aún más difícil teniendo en cuenta que en septiembre Alemania celebra elecciones legislativas.

Comentarios

Aún no hay comentarios.

Dejar un Comentario

*

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle contenido relacionado con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información aquí. Aceptar