Según los resultados de la Contabilidad Nacional Trimestral en España, para el tercer trimestre de 2012, ya ha empezado a pasar lo que todos nos temíamos: los españoles hemos empezado a des-ahorrar. Hasta el 2010, la tasa de ahorro de los españoles, había aumentado a pesar de la tendencia a la baja de los ingresos familiares. Esta tasa de ahorro, como porcentaje de los ingresos de la familia llegó a ser del 18% a finales de 2009, y en la actualidad se establece en torno al 8,8% de la renta disponible de los hogares.
¿Por qué cae el ahorro?
Los motivos son casi obvios: el desempleo, y la reducción de ingresos medios que implica, está siendo más importante que las malas expectativas y la incertidumbre futura, por lo que el ahorro “por si acaso” ha dejado paso a el “ahora es el momento de tirar de los ahorros”. Por otro lado, con esta caída de renta, muchas de las partidas del presupuesto familiar que hasta ahora eran básicas, se están empezando a reducir, ya sean en cantidad (comprando menos), como en calidad (comprando productos de menor calidad, pero más baratos). Si a esto le añadimos un aumento de los impuestos generalizado, y tipos de interés muy próximos a cero, queda poco margen para el ahorro o para incentivarlo.
El ahorro es esencial para el crecimiento a largo plazo de un país. El ahorro doméstico es una parte elemental para las posibilidades de inversión que se les pueden dar a las empresas. Es verdad que se puede conseguir financiación internacional y de hecho, se consigue y se utiliza, pero es mucho más barato para el país basar su crecimiento en sus propios “recursos”. En cualquier caso, no estamos ante una caída en el ahorro por un aumento en el consumo, si no a una caída por la reducción de los ingresos de las familias, lo que nos deja sin muchas otras alternativas, ya que este es el principal motivo de ahorro, poder utilizarlo en estos momentos, y además lógicamente va acompañada de una caída paralela en el nivel de consumo.
Si las perspectivas (y la realidad) económica no cambian pronto en España, será difícil revertir esta tendencia en la caída de las tasas de ahorro, especialmente porque perdemos el posible margen de maniobra para crecer que podamos tener como país. Aunque la vuelta a las tasas de ahorro alrededor del 18% en el corto plazo parece muy complicada…
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