WP_Post Object ( [ID] => 17070 [post_author] => 13673 [post_date] => 2012-11-24 21:33:57 [post_date_gmt] => 2012-11-24 20:33:57 [post_content] => La economía española no deja de sorprendernos. En varias entradas he referido mi opinión sobre la necesidad de diseñar un modelo de crecimiento por parte del actual Gobierno. Dividida las competencias entre dos Ministerios: Economía y Competitividad de un lado e Industria, Energía y Turismo de otro; y enfrascado un Ministro en la reestructuración financiera y aguantar la tarascadas de doña Angela y el otro empantando en evitar el déficit tarifario del sector energético, nadie se pone a pensar en el diseño de una política de crecimiento, que marque la senda de la recuperación y levante la niebla de la incertidumbre. Ante esta apatía de nuestros gobernantes o su falta de imaginación, el tejido productivo español, en concreto los fabricantes de coches, responde y hacen una oferta de un plan para fabricar un millón de coches más al año, generar 73.000 empleos y exportar 2,5 millones de unidades. El "Plan 3 Millones", solicita al Gobierno 500 millones de inversión pública y 100 medidas de corte fiscal, legal y de gestión, que afectarían a 8 Ministerios, en un intento de conseguir mantener un sector industrial que supone el 10% del PIB español y pretende posicionarnos fuertemente entre los países exportadores . Indudablemente habrá que mirar con detalle la viabilidad del Plan, pero no deja de ser una iniciativa interesante en la medida que no hacer política industrial está originando que los sectores afectados diseñen su propia estrategia de crecimiento, siendo quiénes mejor conocen las características de los mercados en los que compiten y la sometan a la consideración del Gobierno. Una propuesta, además, al margen de agentes sociales y partidos políticos. Puede que la política de no hacer nada, sea la mejor manera de fomentar que el tejido productivo tome la iniciativa y ponga sobre la mesa el diseño de una estrategia que además tiene la ventaja de que no hay que convencer a los agentes implicados. Y también refleja el pulso del tejido productivo español que ha sobrevivido a la crisis y que constituye la cierta esperanza de que vamos a salir de ella. ¿Qué hará el Gobierno al respecto? Debería escucharlos pronto y poner en marcha la iniciativa con los retoques que se quieran e incentivar que otros sectores hagan lo mismo, siempre que las propuestas sean realistas. Es una forma nueva de hacer política industrial, consecuencia de no hacer nada. Un nuevo modelo de gestión pública. [post_title] => La nueva manera de diseñar la política industrial [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => open [post_password] => [post_name] => la-nueva-manera-de-disenar-la-politica-industrial [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2023-12-13 13:55:22 [post_modified_gmt] => 2023-12-13 12:55:22 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=17070 [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 1 [filter] => raw )
La economía española no deja de sorprendernos. En varias entradas he referido mi opinión sobre la necesidad de diseñar un modelo de crecimiento por parte del actual Gobierno. Dividida las competencias entre dos Ministerios: Economía y Competitividad de un lado e Industria, Energía y Turismo de otro; y enfrascado un Ministro en la reestructuración financiera y aguantar la tarascadas de doña Angela y el otro empantando en evitar el déficit tarifario del sector energético, nadie se pone a pensar en el diseño de una política de crecimiento, que marque la senda de la recuperación y levante la niebla de la incertidumbre.
Ante esta apatía de nuestros gobernantes o su falta de imaginación, el tejido productivo español, en concreto los fabricantes de coches, responde y hacen una oferta de un plan para fabricar un millón de coches más al año, generar 73.000 empleos y exportar 2,5 millones de unidades. El «Plan 3 Millones», solicita al Gobierno 500 millones de inversión pública y 100 medidas de corte fiscal, legal y de gestión, que afectarían a 8 Ministerios, en un intento de conseguir mantener un sector industrial que supone el 10% del PIB español y pretende posicionarnos fuertemente entre los países exportadores . Indudablemente habrá que mirar con detalle la viabilidad del Plan, pero no deja de ser una iniciativa interesante en la medida que no hacer política industrial está originando que los sectores afectados diseñen su propia estrategia de crecimiento, siendo quiénes mejor conocen las características de los mercados en los que compiten y la sometan a la consideración del Gobierno. Una propuesta, además, al margen de agentes sociales y partidos políticos.
Puede que la política de no hacer nada, sea la mejor manera de fomentar que el tejido productivo tome la iniciativa y ponga sobre la mesa el diseño de una estrategia que además tiene la ventaja de que no hay que convencer a los agentes implicados. Y también refleja el pulso del tejido productivo español que ha sobrevivido a la crisis y que constituye la cierta esperanza de que vamos a salir de ella. ¿Qué hará el Gobierno al respecto? Debería escucharlos pronto y poner en marcha la iniciativa con los retoques que se quieran e incentivar que otros sectores hagan lo mismo, siempre que las propuestas sean realistas. Es una forma nueva de hacer política industrial, consecuencia de no hacer nada. Un nuevo modelo de gestión pública.
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