La pérdida de dinamismo demográfico conduce al envejecimiento de la población.
La pirámide de la población española por edades está cada vez más invertida. Hay más personas de más de 60 años (10.104.127) que de menos de 20 (9.207.045).
Gráfico: Pirámide de la población española por edades (fuente: INE)
Demanda de viviendas
Una situación que, por ejemplo, afecta muy negativamente al mercado de la vivienda.
La demanda de viviendas no acaba de arrancar por a) la intensificación de la destrucción de empleo, b) la caída de la renta disponible de las familias, c) el deterioro del clima de confianza y d) la falta de crédito.
Sin embargo en el futuro la demanda de viviendas no va a ser mucho más halagüeña. Como se ve en el gráfico la población que actualmente demanda más primeras viviendas (25-34 años) es un 34% superior a la de las cohortes de 15 a 24 años (que serán los demandantes dentro de 10 años).
En este contexto el stock de vivienda nueva sin vender (676.000 unidades) tardará mucho en reducirse. Seguirá siendo un proceso muy lento y un lastre para el sector.
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