El Instituto Nacional de Estadística de España (INE) ha publicado hoy datos referentes a la evolución de la población. Una vez más, los datos arrojan un saldo migratorio negativo: 73.975 personas (suma de nacionales y extranjeros) en el primer semestre de 2012. Esta tendencia que se venía incubando a medida que avanzaba la crisis económica se consolidó en 2011, el primer año en una década que registró más movimiento de emigración que de inmigración en España. El aumento del primer semestre de este año con respecto al primer semestre del año pasado ha sido del 128% (ver cuadro).
Cuadro: saldo migratorio de España (número de personas)
Año |
2010 |
2011 |
2012 |
Enero |
2.922 |
-7.161 |
-9.388 |
Febrero |
3.403 |
-7.030 |
-10.143 |
Marzo |
3.323 |
-3.120 |
-11.421 |
Abril |
2.696 |
-6.558 |
-15.084 |
Mayo |
2.452 |
-4.526 |
-13.933 |
Junio |
3.384 |
-4.059 |
-14.006 |
Total (enero-junio) |
18.182 |
-32.455 |
-73.975 |
Fuente: INE. Evolución demográfica actual estimada
Hasta 2011 venían a España más personas que las que se marchaban. Desde 2011 es al revés, salen más que los que entran, algo insólito en los últimos años. Hemos dejado de ser un país predominantemente de inmigración para convertirnos en uno de emigración.
Esta tendencia emigratoria acaba de empezar ya que en los próximos años continuará y aumentará. Miles de españoles, en especial jóvenes, se están yendo y se seguirán yendo al extranjero en busca de las oportunidades de trabajo que no pueden encontrar en España. El paro juvenil en España supera el 50%.
¿Cuáles son los efectos positivos de esta emigración?
En primer lugar, la experiencia de trabajo en el extranjero contribuirá a mejorar la formación de los que se van.
En segundo lugar, los profesionales españoles en el extranjero pueden enviar parte de lo que ganan por su trabajo a sus familias en España en forma de remesas. Ese dinero que nos envían desde el extranjero puede ser un estimulo para el crecimiento de nuestra economía.
Tercero, la emigración hacia el exterior va a ser una válvula de escape que permitirá disminuir las tensiones en el mercado de trabajo español, ahorrar en subsidios y prestaciones por desempleo y evitar que la tasa de desempleo se sitúe en niveles astronómicos.
Cuarto, dada nuestra estructura poblacional, muchos de los que se están yendo volverán pero mejor formados.
En definitiva, como se puede ver en el cuadro, aumenta la diferencia entre el número de personas que abandonaron España y los que entraron en el país en los primeros seis meses de este año y del año pasado. Este éxodo al extranjero continúa. Y cada vez a más velocidad.
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