El BCE ha decidido mantener sin cambios su tipo de intervención en el 1%, nivel en el que se sitúa desde diciembre de 2011. De su comunicado y de la rueda de prensa posterior a la reunión, cabe destacar lo siguiente:
- Crecimiento. El crecimiento se mantiene débil y han aumentado los riesgos a la baja. Cita como riesgos el precio de las materias primas y las tensiones en la deuda pública. Para 2012 espera un crecimiento de -0,5%/+0,3% (igual que en marzo); para 2013 espera 0%/+2% (0%/+2,2% en marzo).
- Inflación. Se mantendrá por encima del objetivo del 2% durante lo que queda de año, si bien caerá por debajo de ese nivel en 2013. Apunta que las expectativas de inflación están más ancladas que antes. En 2012 espera que la inflación se sitúe en el rango 2,3%/+2,5% (2,1%/+2,7% en marzo); para 2013 prevé que se sitúe entre 1%/2,2% (0,9%/2,3% en marzo).
- Inyección de liquidez a 3 años (LTRO). Draghi ha insistido en la rueda de prensa en que las dos operaciones realizadas han servido para prevenir un credit crunch y que los indicadores de estrés muestran una mejora desde que se realizaron las subastas a largo plazo, de lo que se deduce que no tienen intención de efectuar más operaciones.
- Programa de compra de bonos. Repite el mensaje de que no es ilimitado ni en volumen ni en cuanto a su duración temporal.
- Decisión sobre el tipo de intervención. Adoptada por consenso; aunque lo importante es que algunos miembros han votado a favor de un recorte. Considera que los tipos de interés están en niveles muy bajos y que no es correcto que la política monetaria se haga cargo de la falta de acción de otros.
- Mercados financieros. Señala que el mercado interbancario sigue sin funcionar adecuadamente.
- Operaciones de política monetaria. Seguirá ofreciendo liquidez ilimitada en las operaciones a plazo de un mes tanto tiempo como sea necesario, en las operaciones a plazo de una semana al menos hasta el último periodo de cómputo de 2012 y mantendrá el tipo de interés fijo en las operaciones a una semana hasta el 15 de enero de 2013. En cuanto a las operaciones a plazo de 3 meses, mantendrá el tipo de interés fijo y la adjudicación plena hasta finales de 2012.
- Gobiernos. En alusión a España, dice que no es tarea del BCE “empujar” a los gobiernos a acudir a los fondos de rescate, que es una decisión de cada país que debe basarse en una evaluación realista de las necesidades de sus bancos.
Tras el anuncio de la decisión y la rueda de prensa posterior, los mercados han registrado un movimiento de ida y vuelta. En un primer momento, hubo una reacción negativa a la ausencia de medidas concretas por parte del BCE. El Ibex cedió desde niveles superiores a los 6400 puntos hasta situarse por debajo de los 6300, el euro se depreció un 0,6% frente al dólar y la prima de riesgo española volvió a superar el nivel de los 500 pb. Posteriormente, se inició una recuperación, cerrando la bolsa española con una subida del 2,41%, superando el euro nuevamente el 1,25 eur/usd y cayendo la prima de riesgo hasta cerca de los 490 pb.
En definitiva, las principales conclusiones tras la reunión son las siguientes:
- El BCE es tanprevisible como decepcionante. Sigue autoexcluyéndose como actor principal en la solución de la crisis que atraviesa la zona euro.
- Parece clara su estrategia de actuar de forma “paliativa” en lugar de “preventiva”.
- Sólo si la crisis empeora de forma significativa actuará, aunque seguramente prefiere hacerlo por las vías convencionales y dejar las no convencionales para el mecanismo de rescate europeo (por ejemplo, las compras de bonos).
- Es desconcertante la acotación temporal que ha hecho para las operaciones de inyección de liquidez, tanto en lo referido a la adjudicación plena como a su resolución a tipo fijo.
- Su consideración de que la tensión en los mercados no ha alcanzado los niveles de noviembre y diciembre de 2011, ni los registrados tras la crisis de Lehman Brothers le sirve de justificación para su pasividad de los últimos meses. Aunque reconoce que existe fragmentación en los mercados de financiación.
Por tanto, nada concreto y todo muy abierto, aunque la discusión sobre un recorte del tipo repo en la reunión de hoy abre la posibilidad de una nueva rebaja en alguna de las dos próximas reuniones. Pero lo importante es que el BCE no parece dispuesto a rediseñar ni su objetivo ni su estrategia a corto plazo, en un contexto que obligará a los bancos centrales a dar cada vez más importancia a la estabilidad financiera en sus reglas de decisión. El ejemplo de un banco central que está intentando adaptar a los nuevos tiempos es la FED, pues no en vano su presidente (Ben Barnanke) es uno de los mayores expertos en la Gran Depresión del siglo pasado.
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