Probablemente muchos lectores, al leer la pregunta que encabeza este post, hayan pensado “ojalá todas las malas noticias fuesen como esa”. Y estoy de acuerdo con ellos. Una caída del paro siempre será bienvenida, sobre todo cuando era algo que casi teníamos olvidado en España, pues llevábamos ocho meses consecutivos con crecimientos intermensuales del paro registrado. Pues bien, esa racha se ha roto hoy con los datos correspondientes al mes de abril, que han mostrado una reducción de 6.632 desempleados respecto al final de marzo. Y eso constituye un alivio, aunque sólo sea psicológico.
*Fuente: Ministerio de Trabajo. Datos desestacionalizados.
Sin embargo, como se indica en el título, el dato de abril tiene otras lecturas menos positivas. Las cifras en abril están muy condicionadas a la ubicación en el calendario de la Semana Santa, cuando ésta se localiza en marzo, dicho mes suele verse favorecido en las estadísticas de paro registrado mientras que abril es más “neutral”. Lo contrario sucede cuando, como este año, las festividades corresponden al mes de abril, en cuyo caso dicho mes es el beneficiado por un efecto estacional positivo (muy especialmente observable en el comportamiento en ciertas regiones, como Baleares y en determinadas provincias costeras, como Málaga, Huelva o Gerona, por ejemplo).
Y aquí está la clave de la cuestión: cuando se desestacionaliza el dato de este mes de abril nos encontramos con un incremento del desempleo de 70.661 personas. Es decir, que abril ha sido “bueno” en materia de paro registrado porque incluía la Semana Santa, pero ni con mucho ha sido todo lo bueno que debiera haber sido dada esta circunstancia privilegiada.
En definitiva, una buena noticia por la ruptura de una racha de ocho meses, pero que nadie se llame a engaño, todavía queda mucho malo por pasar en cuanto al paro se refiere.
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