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El crecimiento trimestral fue algo inferior a la media de la UEM (+0,3%) y al de países como Alemania (+0,4%) y Francia (+0,3%), pero mucho mejor que el del resto de periféricos: Grecia (-1,4%) y Portugal (-0,3%). Aunque en tasa interanual la distancia es mayor (+0,6% España frente al +2% de la UEM). Por tanto, dentro de esas tres velocidades a las que se está recuperando Europa, empezaríamos a distanciarnos del grupo de países rezagados, algo fundamental teniendo en cuenta que una vez que terminen de perfilarse las reformas, los inversores internacionales van a discriminar entre países por la capacidad de crecimiento a medio plazo.

Lo más positivo en la información conocida esta mañana es el buen comportamiento de las exportaciones (+10,5%) que crecen por encima del comercio mundial, lo que mostraría una creciente capacidad de penetración y diversificación geográfica de nuestras ventas al exterior, cada vez más enfocadas a productos y destinos con mayor potencial de crecimiento. Como además, el comportamiento de los costes laborales unitarios está siendo muy positivo (-2,3% en tasa interanual) parece que podremos seguir aprovechándonos esta año del dinamismo de nuestros socios comunitarios y de un contexto geopolítico mundial bastante favorable para nuestro sector turístico.

En el lado negativo, el empleo, en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo (PTETC), suma dos años y medio de retrocesos (-1,4% interanual vs -1,6% anterior), lo que supone la destrucción de 238.300 empleos en el último año: la construcción es el sector más afectado, con el 80% de los puestos de trabajo perdidos (-11%). De la misma forma, la inversión en construcción sigue comportándose muy negativamente (-3,1% vs -2,9% anterior), lastrada por sus dos componentes: vivienda (-2,4%), que continúa su ajuste, y el resto de construcciones, que registra la mayor caída en 11 años (-3,5%), como consecuencia del recorte de las inversiones públicas en infraestructuras.

Por tanto, después de tocar fondo, la economía española estaría empezando a recuperarse, aunque todavía a ritmos muy suaves, insuficientes para crear empleo.  Queda todavía mucho para recuperar el terreno perdido pues desde niveles máximos el PIB ha caído un 4,3% y el empleo (PTETC) un 10,5%. En 2011 el patrón de crecimiento será muy similar al del pasado ejercicio, con una demanda interna muy debilitada y una relevante aportación positiva de la demanda externa. La digestión de los desequilibrios acumulados, la política fiscal contractiva y las restricciones financieras continuarán obstaculizando unos ritmos dinámicos de la demanda interna. Por su parte, la demanda externa mantendrá una aportación positiva similar a la del año anterior, fruto del dinamismo de las exportaciones, impulsadas por la recuperación de nuestros socios comerciales, en contraste con el comportamiento más débil de las importaciones, en línea con la atonía de la demanda nacional. Además, el complicado entorno geopolítico podría favorecer a uno de nuestros principales sectores, el turístico, con un relevante efecto arrastre sobre el resto de la economía.
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16
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La economía española volvió a crecer en el último trimestre de 2010

Escrito el 16 febrero 2011 por José Ramón Diez Guijarro en Economía española

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El crecimiento trimestral fue algo inferior a la media de la UEM (+0,3%) y al de países como Alemania (+0,4%) y Francia (+0,3%), pero mucho mejor que el del resto de periféricos: Grecia (-1,4%) y Portugal (-0,3%). Aunque en tasa interanual la distancia es mayor (+0,6% España frente al +2% de la UEM). Por tanto, dentro de esas tres velocidades a las que se está recuperando Europa, empezaríamos a distanciarnos del grupo de países rezagados, algo fundamental teniendo en cuenta que una vez que terminen de perfilarse las reformas, los inversores internacionales van a discriminar entre países por la capacidad de crecimiento a medio plazo.

Lo más positivo en la información conocida esta mañana es el buen comportamiento de las exportaciones (+10,5%) que crecen por encima del comercio mundial, lo que mostraría una creciente capacidad de penetración y diversificación geográfica de nuestras ventas al exterior, cada vez más enfocadas a productos y destinos con mayor potencial de crecimiento. Como además, el comportamiento de los costes laborales unitarios está siendo muy positivo (-2,3% en tasa interanual) parece que podremos seguir aprovechándonos esta año del dinamismo de nuestros socios comunitarios y de un contexto geopolítico mundial bastante favorable para nuestro sector turístico.

En el lado negativo, el empleo, en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo (PTETC), suma dos años y medio de retrocesos (-1,4% interanual vs -1,6% anterior), lo que supone la destrucción de 238.300 empleos en el último año: la construcción es el sector más afectado, con el 80% de los puestos de trabajo perdidos (-11%). De la misma forma, la inversión en construcción sigue comportándose muy negativamente (-3,1% vs -2,9% anterior), lastrada por sus dos componentes: vivienda (-2,4%), que continúa su ajuste, y el resto de construcciones, que registra la mayor caída en 11 años (-3,5%), como consecuencia del recorte de las inversiones públicas en infraestructuras.

Por tanto, después de tocar fondo, la economía española estaría empezando a recuperarse, aunque todavía a ritmos muy suaves, insuficientes para crear empleo.  Queda todavía mucho para recuperar el terreno perdido pues desde niveles máximos el PIB ha caído un 4,3% y el empleo (PTETC) un 10,5%. En 2011 el patrón de crecimiento será muy similar al del pasado ejercicio, con una demanda interna muy debilitada y una relevante aportación positiva de la demanda externa. La digestión de los desequilibrios acumulados, la política fiscal contractiva y las restricciones financieras continuarán obstaculizando unos ritmos dinámicos de la demanda interna. Por su parte, la demanda externa mantendrá una aportación positiva similar a la del año anterior, fruto del dinamismo de las exportaciones, impulsadas por la recuperación de nuestros socios comerciales, en contraste con el comportamiento más débil de las importaciones, en línea con la atonía de la demanda nacional. Además, el complicado entorno geopolítico podría favorecer a uno de nuestros principales sectores, el turístico, con un relevante efecto arrastre sobre el resto de la economía.
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El crecimiento trimestral fue algo inferior a la media de la UEM (+0,3%) y al de países como Alemania (+0,4%) y Francia (+0,3%), pero mucho mejor que el del resto de periféricos: Grecia (-1,4%) y Portugal (-0,3%). Aunque en tasa interanual la distancia es mayor (+0,6% España frente al +2% de la UEM). Por tanto, dentro de esas tres velocidades a las que se está recuperando Europa, empezaríamos a distanciarnos del grupo de países rezagados, algo fundamental teniendo en cuenta que una vez que terminen de perfilarse las reformas, los inversores internacionales van a discriminar entre países por la capacidad de crecimiento a medio plazo.

Lo más positivo en la información conocida esta mañana es el buen comportamiento de las exportaciones (+10,5%) que crecen por encima del comercio mundial, lo que mostraría una creciente capacidad de penetración y diversificación geográfica de nuestras ventas al exterior, cada vez más enfocadas a productos y destinos con mayor potencial de crecimiento. Como además, el comportamiento de los costes laborales unitarios está siendo muy positivo (-2,3% en tasa interanual) parece que podremos seguir aprovechándonos esta año del dinamismo de nuestros socios comunitarios y de un contexto geopolítico mundial bastante favorable para nuestro sector turístico.

En el lado negativo, el empleo, en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo (PTETC), suma dos años y medio de retrocesos (-1,4% interanual vs -1,6% anterior), lo que supone la destrucción de 238.300 empleos en el último año: la construcción es el sector más afectado, con el 80% de los puestos de trabajo perdidos (-11%). De la misma forma, la inversión en construcción sigue comportándose muy negativamente (-3,1% vs -2,9% anterior), lastrada por sus dos componentes: vivienda (-2,4%), que continúa su ajuste, y el resto de construcciones, que registra la mayor caída en 11 años (-3,5%), como consecuencia del recorte de las inversiones públicas en infraestructuras.

Por tanto, después de tocar fondo, la economía española estaría empezando a recuperarse, aunque todavía a ritmos muy suaves, insuficientes para crear empleo.  Queda todavía mucho para recuperar el terreno perdido pues desde niveles máximos el PIB ha caído un 4,3% y el empleo (PTETC) un 10,5%. En 2011 el patrón de crecimiento será muy similar al del pasado ejercicio, con una demanda interna muy debilitada y una relevante aportación positiva de la demanda externa. La digestión de los desequilibrios acumulados, la política fiscal contractiva y las restricciones financieras continuarán obstaculizando unos ritmos dinámicos de la demanda interna. Por su parte, la demanda externa mantendrá una aportación positiva similar a la del año anterior, fruto del dinamismo de las exportaciones, impulsadas por la recuperación de nuestros socios comerciales, en contraste con el comportamiento más débil de las importaciones, en línea con la atonía de la demanda nacional. Además, el complicado entorno geopolítico podría favorecer a uno de nuestros principales sectores, el turístico, con un relevante efecto arrastre sobre el resto de la economía.

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