El INE publicó hoy la estadística del año 2009 sobre actividades en I+D donde se muestra que, el gasto español en I+D, en términos absolutos, registró un descenso del 0,8%, con respecto a 2008. No es una caída fuerte, pero sí la primera que se produce desde 1994. Además y desgraciadamente, mientras el gasto empresarial en I+D experimentó una disminución del 6,3% con respecto a 2008 el gasto público en I+D creció un 9,5%. Lo que confirma que los incentivos fiscales del Gobierno a la I+D no han servido para que en España el sector privado gaste más en I+D. Según los datos del INE en el año 2009, el gasto total en I+D fue de 14.582 millones de euros lo que supone el 1,38% del PIB.
Gasto en I+D como % del PIB
Año | % del PIB |
1995 | 0,79 |
2004 | 1,06 |
2005 | 1,12 |
2006 | 1,2 |
2007 | 1,27 |
2008 | 1,35 |
2009 | 1,38 |
Fuente: INE, 2010
Las cifras más recientes de la OCDE apuntan a que nuestro país invierte en investigación y desarrollo mucho menos, como porcentaje del PIB, que el resto de las principales economías de la Unión Europea, Japón y Estados Unidos. En términos absolutos aunque las diferencias de población son considerables (los franceses y los británicos son cerca de un 50% más que los españoles), éstas diferencias no explican que Francia o Reino Unido inviertan más del doble que España.
Distribución entre sector público y sector privado
En 2009, el sector público ejecutó en I+D el 48% del total y el sector empresas el 52%. En países más avanzados el porcentaje de la inversión privada respecto al total es mucho mayor. En Estados Unidos representa el 67%, en Japón, el 77% y en Alemania, 68%. La media de la OCDE se sitúa en el 64% y la de la UE, en el 55%, con datos de 2008.
La baja proporción que representa la inversión privada en I+D sobre el total pone de relevancia el retraso del tejido productivo de nuestro país. Las empresas alemanas, francesas, japonesas, británicas y estadounidenses son las verdaderas protagonistas del gasto en I+D. Sin embargo, las españolas y las italianas comparten esa responsabilidad casi a partes iguales con el Estado. Desgraciadamente los datos de 2009 muestran que aumenta el gasto público y disminuye el gasto privado.
Política tecnológica
Por eso y como venimos señalando, desde hace más de 4 años en este blog, España necesita hacer un esfuerzo mayor en investigación en el sector empresarial, lo que se traduciría en un mayor nivel tecnológico. El fenómeno de la globalización y de la crisis económica impone el necesario incremento de la competitividad y el constante reto de la innovación tecnológica. Y como el sector público realiza casi la mitad del gasto en I+D una de las políticas que se debe seguir en España es incrementar la vinculación de las empresas con la investigación que se realiza en los centros público dedicados a actividades de I+D. No se debe olvidar que ese 48% de la investigación que se realiza en España la realiza el Sector Público, con el dinero de todos los españoles.
De ahí que una de las misiones del sistema investigador público debe ser la de proporcionar al aparato productivo la tecnología que necesita, favoreciendo, especialmente, el suministro de innovación a la pequeña y mediana empresa española. En este sentido, se debe procurar que los organismos públicos de investigación se fijen como objetivo contribuir al desarrollo económico del país y ser centros de excelencia investigadora conectados a las necesidades del sector privado, capaces, por tanto, de preguntarse y de dar respuesta a las necesidades del mercado. No hay que olvidar que el objetivo de la política científica y tecnológica es el crecimiento económico y, por tanto, del empleo de alta productividad que es el duradero a largo plazo.
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