Como ya es tradicional en estas fechas, se está celebrando la reunión semestral del FMI, en la que se discutirá como abordar los problemas de una economía internacional que está saliendo de forma titubeante de la recesión, como reflejan los problemas en los mercados de divisas, que no son más que un indicador de la debilidad de la demanda interna en la mayoría de países. Antes de la reunión, el FMI ha publicado el World Economic Outlook (WEO) y el Global Financial Stability Report, cuyas principales ideas voy a tratar de resumir:
El FMI ha vuelto a revisar al alza el crecimiento previsto para 2010 (+0,2 p.p. hasta el 4,8%) y rebaja levemente el del 2011 (-0,1% hasta el 4,2%). Esta desaceleración global que se anticipa para 2011 obedece al agotamiento generalizado del impulso fiscal y a la retirada gradual de liquidez en los principales países emergentes.
El FMI hace una serie de recomendaciones que considera necesarias para consolidar la recuperación y generar empleo, en línea con las planteadas en anteriores informes, haciendo especial hincapié en la corrección de los desequilibrios fiscales.
- Es necesario que los ajustes fiscales comiencen en 2011. Uno de los retos más urgentes para las economías desarrolladas es diseñar una estrategia para sanear las cuentas públicas antes de que concluya la década. Esta tarea es ahora más urgente que hace seis meses, ya que es necesario que la política fiscal recupere margen de maniobra.
- Las economías desarrolladas deben acelerar el saneamiento del sector financiero para que vuelva a fluir el crédito y contribuya a afianzar la recuperación. Las autoridades económicas deben establecer un marco regulatorio basado en las recomendaciones de Basilea.
- Una vez más, exhorta a las economías emergentes a que reduzcan su dependencia de la demanda externa, lo que les aseguraría mantener tasas de crecimiento elevadas en el medio plazo.
El FMI advierte que la economía global es aún muy frágil y debe afrontar un doble desafío: (i) reequilibrar la demanda interna en las economías desarrolladas, potenciando la demanda privada a costa de la pública para permitir el saneamiento de las finanzas públicas; y (ii) potenciar la demanda interna en aquellas economías con superávit comerciales estructurales (Asia, principalmente) para facilitar la corrección de los déficit comerciales de economías como EEUU.
En el Informe de Estabilidad Financiera, el FMI señala que el sistema financiero mundial todavía atraviesa un periodo de significativa incertidumbre y sigue siendo el “talón de Aquiles” de la recuperación económica.
- Si bien en el escenario base la recuperación continuará y dará como resultado un fortalecimiento gradual de los balances, el progreso hacia la estabilidad financiera mundial ha sufrido un retroceso desde abril, debido a las turbulencias en los mercados europeos de deuda soberana, que se transmitieron al sector bancario.
- La respuesta decisiva a nivel nacional y supranacional para afrontar los riesgos soberanos y afianzar la confianza en el sistema financiero -sobre todo a través de la publicación de los resultados de los stress tests- contribuyó a estabilizar los mercados de financiación y mitigar los riesgos, aunque persisten las dudas sobre la vulnerabilidad de los balances soberanos a shocks de crecimiento.
- Para reducir el contagio al sistema bancario y romper la interconexión entre los balances de los bancos y de los soberanos, es necesario seguir aumentando la solvencia de los sistemas.
- Si no se resuelven los problemas de financiación del sistema bancario se intensificará el proceso de desapalancamiento lastrando la recuperación económica.
En este contexto, según el FMI se deben abordar las siguientes reformas para asegurar la viabilidad del sistema financiero y salvaguardar la recuperación:
- Enfrentar los problemas que arrastra el sistema bancario. Aunque las pérdidas han disminuido, siguen las presiones por las elevadas necesidades de financiación. Se recomienda profundizar en la reestructuración ya en marcha en países como Alemania (Landesbanken) y España (cajas).
- Fortalecer los fundamentos de los balances soberanos, brindando a corto plazo respaldo supranacional y, a medio, siguiendo una trayectoria creíble para la sostenibilidad fiscal.
- Aclarar y especificar las reformas regulatorias, en la línea de las propuestas del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea.
Finalmente, la estimación de pérdidas para el sistema bancario global (desde el comienzo de la crisis hasta 2010 referentes a la cartera crediticia y valores negociables) se han reducido ligeramente con respecto al informe de abril de 2,3 a 2,2 billones de dólares. El sesgo del FMI sobre el escenario es negativo: en su opinión, la economía global será frágil mientras persistan las debilidades estructurales señaladas y no se lleven a cabo las reformas necesarias.
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