El relativo éxito de la estrategia del BCE para solventar la situación comprometida que suponía el vencimiento de la inyección a un año efectuada en junio de 2009 por 442.000 millones se había traducido en una menor presión del mercado de cara a su reunión.
Atendiendo a la tibieza de sus decisiones en el pasado y de las abiertas discrepancias que existen entre sus miembros, no cabía esperar que se tomaran medidas de gran calado, como ha sucedido.
Además de sus habituales mensajes (inflación controlada, crecimiento moderado y desigual, necesidad de consolidación fiscal y que los tipos de interés están en su nivel apropiado), lo más destacable del comunicado ha sido:
1) Ha recalcado que las medidas extraordinarias adoptadas durante la crisis son de carácter temporal y se irán retirando de forma apropiada. Es más, ha mostrado su intención de reducir progresivamente sus compras de bonos (en las últimas semanas el volumen de deuda pública adquirido se había estabilizado en 4.000 millones frente a los 16.500 de la primera semana del programa).
2) Considera positivo la publicación de los resultados individuales de los stress test realizados a los bancos europeos, en los cuales ha participado. Anima a éstos a reforzar sus bases de capital y no descarta nuevas medidas de apoyo por parte de los gobiernos.
3) Sin embargo, ha rechazado comentar los detalles de los stress test, aunque el mercado especula con que incorporen un recorte en la valoración de la deuda griega del 17% y del 3% de la española.
4) Las señales de mejoría que se observan en los mercados secundarios son muy prematuras.
5) El BCE se muestra satisfecho con el desarrollo de la devolución de los 442.000 millones que vencían el 1 de julio y ha reconocido que, de no haber sido así, podría haber llevado al BCE a considerar una bajada de tipos.
6) En este contexto, considera normal el repunte de los tipos del interbancario por el drenaje de liquidez que ha supuesto dicho vencimiento.
Por tanto,
- El anuncio de la paulatina reducción de sus compras de bonos confirma su intención de ir reduciendo la liquidez, en cuanto las condiciones económicas y de los mercados lo permitan.
- Detrás de esta actitud se intuye la “mano” de Alemania, especialmente incómoda con la fuerte expansión monetaria.
- En cuanto al nivel de tipos de interés, no se observan cambios en el escenario que lleven a pensar que pueda subir tipos antes de finales de 2011.
- La publicación de los resultados del stress test puede ser positiva de cara a restablecer la confianza en el mercado.
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