El BCE, como se esperaba, mantuvo ayer su tipo de referencia en el 1%. El mensaje leído por Trichet no ha aportado novedades sustanciales: el nivel de tipos es el adecuado para las actuales perspectivas de inflación y crecimiento moderados a medio plazo en un contexto de incertidumbre elevada. Lo más interesante desde el punto de vista de los mercados se ha escuchado en el turno de preguntas: seguirán las compras de deuda pública y se convocarán nuevas subastas trimestrales a tipo fijo y con adjudicación plena a finales de julio, agosto y septiembre (ya hay una prevista para el 30 de junio).
Las diferencias respecto al mensaje leído el mes anterior son escasas. Una de ellas es el énfasis en que las medidas no convencionales adoptadas durante la crisis (ampliación del crédito y compra de activos) son temporales y consistentes con el mandato del BCE. También destaca la afirmación de que se trata de medidas destinadas a restaurar el funcionamiento del sistema financiero. La autoridad monetaria, cuyo rigor ha sido recientemente puesto en duda por su decisión de comprar deuda pública, se defiende así de sus críticos. Por lo demás, el BCE saluda la nueva Facilidad Europea de Estabilidad Financiera y los recientes planes de ajuste fiscal anunciados en los distintos países, a los que anima a adoptar nuevas medidas que garanticen la consecución de los objetivos.
Otra novedad es que el BCE ha presentado sus nuevas previsiones de crecimiento e inflación. El crecimiento de este año se revisa ligeramente al alza, en una banda entre el 0,7% y el 1,3%, pero el de 2011 se revisa a la baja (banda entre el 0,2% y el 2,2%). Las estimaciones de inflación están en un rango entre el 1,4% y el 1,6% para 2010 y entre el 1,0% y el 2,2% para 2011.
Como siempre, la pregunta más interesante es: ¿qué cabe esperar de la política monetaria del BCE en los próximos meses? Y la respuesta más razonable es que más de lo mismo. Las actuales perspectivas de crecimiento e inflación, con una amplia capacidad ociosa en la zona euro que no desaparecerá en el horizonte de un año, sugieren que los tipos de interés de referencia no se moverán al alza antes del segundo trimestre de 2011. Y, en cuanto a las medidas excepcionales de inyección de liquidez y compras de activos, sólo desaparecerán cuando los mercados de crédito den señales claras de normalización, algo que no parece inmediato. La Facilidad Europea de Estabilidad Financiera es sin duda un prerrequisito, pero aún tienen los mercados que dar su visto bueno a los planes de ajuste fiscal y reforma estructural de países como España.
En caso de no producirse estas circunstancias y aumentar las amenazas sobre el crecimiento económico, el BCE aún podría hacer su política más expansiva: no esterilizando sus compras de activos e incluso recortando tipos por debajo del 1%.
Escrito por Antonio Zamora
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