¿Reduce el comercio internacional las desigualdades entre los países que lo realizan?
El efecto intrínseco de la apertura del comercio practicada por los países es mejorar la asignación de los recursos mundiales, para lograr un uso más eficiente de los mismos.
La apertura de las economías va pareja normalmente al aumento de las libertades políticas y sociales. Esto es especialmente cierto en las economías en desarrollo. La apertura a medida acompañada de la formación de una clase media incipiente que supone un mayor número de consumidores con acceso y deseo de adquirir productos nacionales y extranjeros. Señalado este hecho, es posible, sobre todo en los antiguos países socialistas que la apertura de las economías y la transición hacia una economía de mercado pueda conducir a una reducción de las escalas de ingresos que, en muchos casos, refleja las variaciones de la productividad. Por un lado se está creando una clase de decenas de millones en China con capacidad para consumir productos europeos y por otra los países del Este de Europa, con Rusia a la cabeza tienen todavía que recorrer un largo camino para lograr que sus empresas sean operativas en un mercado internacional y su productividad no se base sólo en los bajos salarios.
Estos dos últimos años han servido también para mostrar que no ha sido en el área industrial, donde el comercio es más abierto, que las desigualdades han aumentado sino en áreas como las finanzas. Las críticas a los sistemas retributivos han puesto el punto de mira en los bonus de los traders no en el de los millones de directivos de las empresas exportadoras.
El crecimiento de la demanda externa es actualmente, en cualquier medida, superior que el crecimiento de la demanda interna. Dos efectos muy positivos del comercio internacional son los puestos de trabajo creados por la demanda exterior y el crecimiento del poder adquisitivo a raíz de la caída en el precio de los productos comercializados. Normalmente nos quedamos con los puestos de trabajo destruidos por la deslocalización y con la competencia extranjera que llega a nuestro mercado con productos más baratos. La cuestión es si en un ámbito global el resultado es positivo para la economía en su conjunto, que lo es, o si se añora un proteccionismo pasado para no mejorar nuestra competitividad.
Como señalaba ayer el Profesor Pampillónes momento de aspirar a las ligas mundiales , donde la competencia es mayor pero es fundamental para seguir dentro de unos años en primera. Un modelo mixto de presencia local y objetivo internacional se impone en el tejido empresarial actual.
Como señalaba ayer el Profesor Pampillon es momento de aspirar a las ligas mundiales, donde la competencia es mayor, pero es una obligación para seguir dentro de unos años en primera. Un modelo mixto de presencia local y objetivo internacional se impone como estrategia empresarial actual. ¿Será por eso que el Barca ha ganado la liga española de futbol?
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