Desde la caida del muro en 1989 la realidad economica en muchos países ha sido, aparentemente, alejarse de esquemas comunistas para abrazar con entusiasmo los esquemas capitalistas y de libertad de mercado. Lo curioso es que cuando se analiza las principales economías del mundo, EEUU sigue un esquema que no parece ser el patrón que imiten otras sociedades. En Japón, trabajar toda la vida para la mismas empresa (a ser preferible grande) es una situación deseada y habitual. En Europa, el Estado del bienestar que gustan disfrutar los europeos crea una enorme dependencia del Estado para la soluión de cualquiera de nuestor problemas. Hay un cierto esquema de “estudiar hasta los 30, trabajar hasta los 55 en una gran firma, para posteriormente poder jubilarme en Sur de Francia”.
Los Estados Unidos, con sus éxitos, primera economía del mundo y sus puntos mejorables “millones de ciudadanos sin seguridad social”, tienen un enfoque económico y social dirigido a potenciar la actividad emprendedora. Lo que es muy importante es que enfocan la capacidad de diseñar y crear un negocio como una forma de comportamiento , como una actitud y no como una apuesta de “todo o nada” o una virtud que algunos tienen de nacimiento.
Para tener éxito en la gestión empresarial se hace un gran hincapié en el análisis de los riesgos y en como minimizarlos. Ser empresario no se enfoca en vivir todos los días al límite y en permanente tensión sino en cómo poder eliminar todas aquellas situaciones que pueden aminorar el camino hacia el éxito de nuestra idea. Hay que analizar lo que puede salir mal y estar permanentemente aprendiendo y adquiriendo herramientas que neutralicen las amenazas de nuestro proyecto: competencia, mercado o fiscalidad.
En la educación europea se da muchos giros a que cuestiones se deben incoporar en los temarios para lograr mejores ciudadanos en el futuro: cuestiones de genero, de medioambiente o sociales. El día que tengamos una asignatura que se llame: emprendedores/as, estaremos enseñando a las generaciones a no tener miedo en el fracaso de una iniciativa empresarial personal y en aprender de toda experiencia que nos sirva para lograr tener éxito en el medio plazo. Se podría tomar como ejemplo el ajedrez insitiendo en la necesidad de pensar siempre en el futuro y no realizar ningún movimiento empresarial baldio. Todos partimos con el mismo numero de fichas de salida, simplemente tenemos que desarrollar las habilidades para saber como movernos por el tablero económico que nos espera.
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