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    [post_content] => Gracias a los estímulos fiscales parece que tanto Gran Bretaña como España están saliendo de la recesión. Según The Economist la economía británica tuvo crecimiento ligeramente positivo en el último trimestre de 2009. España, por su parte, parece que empezará a crecer en el segundo trimestre de este año. Sin embargo, salir de la crisis ha tenido un coste muy alto para ambas economías: para Gran Bretaña un déficit fiscal de 12,2% del Producto Interno Bruto (PIB) y para España del 11,4% del PIB.

Reducir el déficit público

La reducción del déficit fiscal será, por tanto, un objetivo prioritario de la política económica de ambos países. Unos déficit que son insostenibles y que tanto el gobierno británico como el español, van a tener que disminuir subiendo los impuestos y controlando el gasto público. De hecho el Gobierno español ya está subiendo los impuestos para incrementar sus ingresos fiscales. Pero como esto no será suficiente tendrá antes o después que reducir el gasto público, a través del Plan de Austeridad, con el fin de reducir el déficit fiscal hasta el 3% en los próximos tres años, de acuerdo con los plazos establecidos por la Unión Europea para todos los países de la zona euro.

No existe en la histórica económica de ambos países déficit públicos tan elevados. Desde la Segunda Guerra Mundial Gran Bretaña se ha enfrentado con elevados niveles de déficit público. En la recesión más virulenta, la que se produjo al comienzo de los años 90, el déficit público llegó a alcanzar el 7,7% del PIB, bastante inferior al 12,2% actual. Gran Bretaña está sufriendo, más que otros países, por su fuerte dependencia del sector financiero y por su burbuja inmobiliaria.

A España le está ocurriendo algo parecido: una crisis brutal en el sector de la construcción que ha tenido repercusiones negativas en su sistema bancario. El gobierno de España gastó ingentes sumas de dinero en comprar activos de los bancos, pero también gastó mucho en pequeñas obras municipales (Plan E) y en subsidios al desempleo. En los últimos 40 años solo en 3 ocasiones 1982, 1984 y 1985 el déficit público estuvo situado entre el 8% y el 9% del PIB. En 2009 el déficit fue el 11,4%, el más alto de la historia de España.

El gobierno británico detalló a comienzos de año medidas para reducir a la mitad el déficit para 2014, pero postergó los grandes recortes hasta que el crecimiento cobre impulso. El gobierno de España también ha planteado un Plan de Austeridad. Desgraciadamente, también se postergará la reducción del gasto público para 2013.

La salida de la crisis

Países como Estados Unidos, Japón, Francia y Alemania ya salieron prácticamente de la crisis ya que empezaron a crecer en el segundo o tercer trimestre del año pasado. Gran Bretaña también está empezando a crecer. España sigue en recesión. Los economistas prevén, para este año 2010, una caída del PIB español del 0,5% y una expansión del PIB británico del 0,9%. El crecimiento previsto para EEUU es del 2,2% y para la Unión Europea del 0,7%.

Es muy probable que tanto España como Gran Bretaña tengan crecimientos muy bajos durante varios años debido a que, por el lado de la demanda, tanto el gobierno como las familias tendrán que ajustar su gasto y, por el lado de la oferta, las empresas deban cambiar su modelo productivo. Las familias ya están reduciendo el consumo y aumentando el ahorro para devolver sus deudas. La medicina será muy amarga. Además a medida que se vayan retirando las medidas de estímulo económico el crecimiento del PIB se resentirá. Por el lado de la oferta ambas economías necesitan cambiar su modelo productivo. Aunque la crisis de ambos países surge del sector de la construcción y de la escasez de crédito los sectores manufactureros se han visto muy perjudicados. Y el proceso de desindustrialización que vienen sufriendo, desde hace décadas, tanto España como Gran Bretaña, no es el mejor camino para cambiar la estructura productiva.  

Desempleo

Sin embargo mientras el desempleo británico es relativamente bajo de 9% de la Población activa el paro en España alcanza el 20%.

Déficit exterior

Por último, la economía británica, desde el comienzo de la crisis, ha depreciado la libra esterlina lo que le va a permitir aumentar poco a poco sus exportaciones de bienes y servicios. Su déficit por cuenta corriente representa solamente el 1,6% del PIB. El gobierno de España, en cambio, no tiene moneda que devaluar. La única salida para la economía española es aumentar la productividad, reduciendo costes para recuperar la competitividad que ha ido perdiendo desde que entró en el euro. Por eso el deficit exterior español es mayor: 5,6% del PIB.
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24
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Reducir el déficit público

La reducción del déficit fiscal será, por tanto, un objetivo prioritario de la política económica de ambos países. Unos déficit que son insostenibles y que tanto el gobierno británico como el español, van a tener que disminuir subiendo los impuestos y controlando el gasto público. De hecho el Gobierno español ya está subiendo los impuestos para incrementar sus ingresos fiscales. Pero como esto no será suficiente tendrá antes o después que reducir el gasto público, a través del Plan de Austeridad, con el fin de reducir el déficit fiscal hasta el 3% en los próximos tres años, de acuerdo con los plazos establecidos por la Unión Europea para todos los países de la zona euro.

No existe en la histórica económica de ambos países déficit públicos tan elevados. Desde la Segunda Guerra Mundial Gran Bretaña se ha enfrentado con elevados niveles de déficit público. En la recesión más virulenta, la que se produjo al comienzo de los años 90, el déficit público llegó a alcanzar el 7,7% del PIB, bastante inferior al 12,2% actual. Gran Bretaña está sufriendo, más que otros países, por su fuerte dependencia del sector financiero y por su burbuja inmobiliaria.

A España le está ocurriendo algo parecido: una crisis brutal en el sector de la construcción que ha tenido repercusiones negativas en su sistema bancario. El gobierno de España gastó ingentes sumas de dinero en comprar activos de los bancos, pero también gastó mucho en pequeñas obras municipales (Plan E) y en subsidios al desempleo. En los últimos 40 años solo en 3 ocasiones 1982, 1984 y 1985 el déficit público estuvo situado entre el 8% y el 9% del PIB. En 2009 el déficit fue el 11,4%, el más alto de la historia de España.

El gobierno británico detalló a comienzos de año medidas para reducir a la mitad el déficit para 2014, pero postergó los grandes recortes hasta que el crecimiento cobre impulso. El gobierno de España también ha planteado un Plan de Austeridad. Desgraciadamente, también se postergará la reducción del gasto público para 2013.

La salida de la crisis

Países como Estados Unidos, Japón, Francia y Alemania ya salieron prácticamente de la crisis ya que empezaron a crecer en el segundo o tercer trimestre del año pasado. Gran Bretaña también está empezando a crecer. España sigue en recesión. Los economistas prevén, para este año 2010, una caída del PIB español del 0,5% y una expansión del PIB británico del 0,9%. El crecimiento previsto para EEUU es del 2,2% y para la Unión Europea del 0,7%.

Es muy probable que tanto España como Gran Bretaña tengan crecimientos muy bajos durante varios años debido a que, por el lado de la demanda, tanto el gobierno como las familias tendrán que ajustar su gasto y, por el lado de la oferta, las empresas deban cambiar su modelo productivo. Las familias ya están reduciendo el consumo y aumentando el ahorro para devolver sus deudas. La medicina será muy amarga. Además a medida que se vayan retirando las medidas de estímulo económico el crecimiento del PIB se resentirá. Por el lado de la oferta ambas economías necesitan cambiar su modelo productivo. Aunque la crisis de ambos países surge del sector de la construcción y de la escasez de crédito los sectores manufactureros se han visto muy perjudicados. Y el proceso de desindustrialización que vienen sufriendo, desde hace décadas, tanto España como Gran Bretaña, no es el mejor camino para cambiar la estructura productiva.  

Desempleo

Sin embargo mientras el desempleo británico es relativamente bajo de 9% de la Población activa el paro en España alcanza el 20%.

Déficit exterior

Por último, la economía británica, desde el comienzo de la crisis, ha depreciado la libra esterlina lo que le va a permitir aumentar poco a poco sus exportaciones de bienes y servicios. Su déficit por cuenta corriente representa solamente el 1,6% del PIB. El gobierno de España, en cambio, no tiene moneda que devaluar. La única salida para la economía española es aumentar la productividad, reduciendo costes para recuperar la competitividad que ha ido perdiendo desde que entró en el euro. Por eso el deficit exterior español es mayor: 5,6% del PIB.
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Reducir el déficit público

La reducción del déficit fiscal será, por tanto, un objetivo prioritario de la política económica de ambos países. Unos déficit que son insostenibles y que tanto el gobierno británico como el español, van a tener que disminuir subiendo los impuestos y controlando el gasto público. De hecho el Gobierno español ya está subiendo los impuestos para incrementar sus ingresos fiscales. Pero como esto no será suficiente tendrá antes o después que reducir el gasto público, a través del Plan de Austeridad, con el fin de reducir el déficit fiscal hasta el 3% en los próximos tres años, de acuerdo con los plazos establecidos por la Unión Europea para todos los países de la zona euro.

No existe en la histórica económica de ambos países déficit públicos tan elevados. Desde la Segunda Guerra Mundial Gran Bretaña se ha enfrentado con elevados niveles de déficit público. En la recesión más virulenta, la que se produjo al comienzo de los años 90, el déficit público llegó a alcanzar el 7,7% del PIB, bastante inferior al 12,2% actual. Gran Bretaña está sufriendo, más que otros países, por su fuerte dependencia del sector financiero y por su burbuja inmobiliaria.

A España le está ocurriendo algo parecido: una crisis brutal en el sector de la construcción que ha tenido repercusiones negativas en su sistema bancario. El gobierno de España gastó ingentes sumas de dinero en comprar activos de los bancos, pero también gastó mucho en pequeñas obras municipales (Plan E) y en subsidios al desempleo. En los últimos 40 años solo en 3 ocasiones 1982, 1984 y 1985 el déficit público estuvo situado entre el 8% y el 9% del PIB. En 2009 el déficit fue el 11,4%, el más alto de la historia de España.

El gobierno británico detalló a comienzos de año medidas para reducir a la mitad el déficit para 2014, pero postergó los grandes recortes hasta que el crecimiento cobre impulso. El gobierno de España también ha planteado un Plan de Austeridad. Desgraciadamente, también se postergará la reducción del gasto público para 2013.

La salida de la crisis

Países como Estados Unidos, Japón, Francia y Alemania ya salieron prácticamente de la crisis ya que empezaron a crecer en el segundo o tercer trimestre del año pasado. Gran Bretaña también está empezando a crecer. España sigue en recesión. Los economistas prevén, para este año 2010, una caída del PIB español del 0,5% y una expansión del PIB británico del 0,9%. El crecimiento previsto para EEUU es del 2,2% y para la Unión Europea del 0,7%.

Es muy probable que tanto España como Gran Bretaña tengan crecimientos muy bajos durante varios años debido a que, por el lado de la demanda, tanto el gobierno como las familias tendrán que ajustar su gasto y, por el lado de la oferta, las empresas deban cambiar su modelo productivo. Las familias ya están reduciendo el consumo y aumentando el ahorro para devolver sus deudas. La medicina será muy amarga. Además a medida que se vayan retirando las medidas de estímulo económico el crecimiento del PIB se resentirá. Por el lado de la oferta ambas economías necesitan cambiar su modelo productivo. Aunque la crisis de ambos países surge del sector de la construcción y de la escasez de crédito los sectores manufactureros se han visto muy perjudicados. Y el proceso de desindustrialización que vienen sufriendo, desde hace décadas, tanto España como Gran Bretaña, no es el mejor camino para cambiar la estructura productiva.  

Desempleo

Sin embargo mientras el desempleo británico es relativamente bajo de 9% de la Población activa el paro en España alcanza el 20%.

Déficit exterior

Por último, la economía británica, desde el comienzo de la crisis, ha depreciado la libra esterlina lo que le va a permitir aumentar poco a poco sus exportaciones de bienes y servicios. Su déficit por cuenta corriente representa solamente el 1,6% del PIB. El gobierno de España, en cambio, no tiene moneda que devaluar. La única salida para la economía española es aumentar la productividad, reduciendo costes para recuperar la competitividad que ha ido perdiendo desde que entró en el euro. Por eso el deficit exterior español es mayor: 5,6% del PIB.

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