Hoy se cumple un mes de la publicación del post ¿Se debería suprimir el ministerio de igualdad? que cosechó casi 40 comentarios en este blog de economía. Muchas gracias a todos los escritores. Leyendo vuestros comentarios, la conclusión a la que se puede llegar es que España sigue dividida con respecto al tema del aborto y que la ampliación de la Ley que propone el gobierno socialista ha abierto de nuevo la discusión.
Rafael Puyol en un reciente artículo, titulado La polémica del aborto , se opone a la ampliación de la ley del aborto por dos motivos: El primero es por la situación demográfica de España. En España la población envejece rápidamente y si no se remedia puede complicar el futuro del sistema de pensiones, tal como está diseñado. Puyol argumenta que España necesitaría tener una natalidad más alta, para evitar el envejecimiento de la población, y que podría mejorar si salieran a la luz algunos de los más de 100.000 abortos que se producen cada año. Estamos hablando de una cifra superior al 20% del total de los nacidos vivos.
El segundo motivo, que esgrime Rafael Puyol en su artículo, es que la nueva Ley de plazos, como antes la del matrimonio homosexual o la educación para la ciudadnía y ahora la de la píldora del día después, dividen a la sociedad española. Para Puyol «vivimos en un país sin apenas políticas de Estado. No hay consensos básicos sobre lo que la mayoría de la sociedad española querría. No hay políticas que aglutinen. Todo lo contrario, hay medidas, que aunque satisfagan los intereses de algunos sectores, por respetables que sean, contribuyen a la fragmentación de la sociedad. Cuando menos las leyes deben responder a una clara demanda social y con la ampliación del aborto no parece que esto suceda.»
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