A estas alturas no hay duda de que la economía mundial se encamina a una recesión en el año 2009, y gran parte de la incertidumbre se concentra ahora en las perspectivas para el año 2010. Todavía la casi totalidad de estimaciones esperan crecimiento económico en muchos países para el próximo año, y también casi todas señalan que el PIB mundial subirá en el 2010. Como excepciones a esta tendencia general de crecimiento se encuentran sobretodo algunos países europeos y, entre ellos, España, Portugal, Irlanda, Grecia, Hungría o los países bálticos.
Pero fuera de Europa se espera crecimiento en prácticamente todo el mundo. Y por supuesto que todos esperamos que la recuperación en la mayor parte del mundo se empiece a dar a fines de este año o principios del próximo, aunque también es claro que en Europa la salida de la crisis será algo más tardía y más débil que en otras regiones. Las estimaciones más recientes tienden a ir en esta dirección: quizás el ajuste en Europa sea más fuerte que el que se había anticipado hasta ahora. Estos son los países que irán peor de lo que se anticipaba hasta hace poco tiempo.
Por el contrario, las previsiones que han ido apareciendo en las últimas semanas son más optimistas en particular con dos países: Estados Unidos y China. Y dado el tamaño de ambas economías, estas son buenas noticias para el mundo entero. Este mayor optimismo parece reflejar la impresión de que las polítcas fiscales y monetarias expansivas que se han aplicado en los últimos meses van mostrando algún resultado positivo, de manera tal que ha pasado ya, en esos países, lo peor de la crisis. En el caso de China, incluso, el Banco Mundial señala que no parece que sea necesario ampliar, de momento, su plan de estímulo.
La realidad del momento actual es de crisis. Eso es lo que tenemos, pero esperemos que estas previsiones sean correctas, porque aunque algunos países irán pero que otros, el hecho de que Estados Unidos y China vayan mejor traerá buenas noticias a nivel global.
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