WP_Post Object ( [ID] => 4711 [post_author] => 115 [post_date] => 2009-06-07 22:19:46 [post_date_gmt] => 2009-06-07 22:19:46 [post_content] => Tal como decíamos ayer había razones para que el gobierno socialista perdiera las elecciones al Parlamento Europeo. Y las ha perdido. Una razón de la derrota es porque en vez de explicar a los ciudadanos la crisis económica, y las dificultades que tenemos para salir de la misma, ha preferido optar por una política de "meter la cabeza debajo del ala", prefiriendo decir que "aquí no pasa nada", sin darse cuenta de que con ello lo único que hace es perder la confianza del pueblo, tal como indicaron ayer las urnas. Aún a riesgo de ser repetitivo con lo que dije ayer, los resultados electorales son una muestra de cómo la táctica de optimismo informativo ha generado exactamente el efecto contrario al que se pretendía. En vez de dar confianza ha provocado desconcierto, incertidumbre y desconfianza. Así que, después de las elecciones de ayer, la veracidad de la información es, más que nunca, una variable que hay que recuperar, y decisiva para que los agentes puedan tomar sus decisiones y la economía no siga paralizada. Por lo que se refiere a la política económica, quizá haya llegado el momento de suprimir algunos ministerios que suponen un gasto público absurdo. Muchos economistas y ciudadanos creemos que el gasto público se debe orientar al cambio de modelo económico, es decir, hacia la mejora de la productividad, por ejemplo, infraestructuras, tecnologías de la información, comunicación y del conocimiento, I+D+i y reforma del modelo educativo para que se dirija a fomentar la excelencia y el esfuerzo. Para hacer frente a todos esos gastos necesarios habría que reducir el gasto público ostentoso e inútil. Así, se podrían suprimir algunos Ministerios (Vivienda e Igualdad) que parecen bastante prescindibles. Son medidas que devolverían la confianza en un gobierno que parece que la ha perdido. [post_title] => ¿Qué debería hacer el gobierno después de las elecciones de ayer? [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => open [post_password] => [post_name] => %c2%bfque-debe-hacer-el-gobierno-despues-de-las-elecciones-de-ayer [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2009-06-07 22:33:15 [post_modified_gmt] => 2009-06-07 22:33:15 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=4711 [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 36 [filter] => raw )
Tal como decíamos ayer había razones para que el gobierno socialista perdiera las elecciones al Parlamento Europeo. Y las ha perdido. Una razón de la derrota es porque en vez de explicar a los ciudadanos la crisis económica, y las dificultades que tenemos para salir de la misma, ha preferido optar por una política de «meter la cabeza debajo del ala», prefiriendo decir que «aquí no pasa nada», sin darse cuenta de que con ello lo único que hace es perder la confianza del pueblo, tal como indicaron ayer las urnas.
Aún a riesgo de ser repetitivo con lo que dije ayer, los resultados electorales son una muestra de cómo la táctica de optimismo informativo ha generado exactamente el efecto contrario al que se pretendía. En vez de dar confianza ha provocado desconcierto, incertidumbre y desconfianza. Así que, después de las elecciones de ayer, la veracidad de la información es, más que nunca, una variable que hay que recuperar, y decisiva para que los agentes puedan tomar sus decisiones y la economía no siga paralizada.
Por lo que se refiere a la política económica, quizá haya llegado el momento de suprimir algunos ministerios que suponen un gasto público absurdo. Muchos economistas y ciudadanos creemos que el gasto público se debe orientar al cambio de modelo económico, es decir, hacia la mejora de la productividad, por ejemplo, infraestructuras, tecnologías de la información, comunicación y del conocimiento, I+D+i y reforma del modelo educativo para que se dirija a fomentar la excelencia y el esfuerzo. Para hacer frente a todos esos gastos necesarios habría que reducir el gasto público ostentoso e inútil. Así, se podrían suprimir algunos Ministerios (Vivienda e Igualdad) que parecen bastante prescindibles.
Son medidas que devolverían la confianza en un gobierno que parece que la ha perdido.
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