Dos de los temas más recurrentes, sobre el desarollo económico, en este blog de economía son la educación y las buenas instituciones. Así, hoy ya nadie discute que en América Latina y en África la mejora de las instituciones y la implantación de un sistema educativo de calidad son vitales para aumentar los niveles de desarrollo económico.
Si se estableciese un sistema educativo básico que alfabetizara la población y si se invirtiera más en formación profesional, África, resolvería más rápidamente sus problemas de desarrollo. Como los gobiernos africanos no gastan en capital humano son las empresas las que deberían y las que de hecho están invirtiendo en la educación de la gente. A las compañías les conviene disponer en el país en el que trabajan de gente cualificada y con ciertas habilidades para el desempeño de un puesto pero cuando llegan a algún país africano esas habilidades brillan por su ausencia por lo que difícilmente se instalan en el país. Lo que hacen muchas empresas es formar y educar a sus trabajadores.
La educación nunca es un gasto, se trata de una inversión, y mucho más en África. Al invertir en capital humano las empresas y los gobiernos consiguen 3 objetivos muy buenos para la empresa 1) Dotarse de personal cualificado 2) cualificando gente para sus puestos de trabajo consiguen buena imagen en el país y 3) mejorar la economía del país ya que al proveer a las familias de un salario. Con este salario las familias a) pueden comprar bienes y servicios y b) quizás puedan ahorrar un poco y pueda invertirlo en sus hijos. Es esta una inversión que se retroalimenta y que, como hemos visto, genera en el país grandes beneficios.
¿Conseguirá África cantidad y calidad de educación y de dirigentes que le permian salir del subdesrrollo?
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