En una semana con record de destrucción diaria de empleo, en España, hay dos noticias que destacan positivamente:
a) La empresa de distribución Carrefour plantea contratar cerca de 15.000 empleados en su mercado doméstico y b) la del Grupo Asda, filial británica del gigante estadounidense Wal-Mart que plantea elevar su plantilla en 7.000 personas para responder al incremento en superficie comercial y el incremento de ventas a través de Internet, canal en el que se concentrarán 2.000 de los nuevas incorporaciones.
Vivimos en una economía real pero es cierto que el componente psicológico determina de una forma importante el comportamiento del consumidor. Japón nos demostró durante muchos años el fenómeno por el que la desconfianza generalizada, paraliza el consumo, genera deflación y aún con el dinero con tipos de interés cercanos a cero, no se logra aumentar el consumo. Y esta es una situación que puede darse de nuevo en EEUU, GB o España. La sociedad no puede paralizarse pensando en que no se puede hacer nada ante la situación económica actual.
Estos días me han contado una anécdota que ilustra las formas diferentes de afrontar situaciones similares. En China, una forma austera habitual de vida lleva a los ciudadanos a pensar que la crisis no le ha cambiado mucho la vida. Además se está produciendo un fenómeno muy curioso debido a la política del hijo único, la población está descompensada (más hombres que mujeres). Los varones chinos se dedican a ahorrar para crear una dote que atraiga a las posibles candidatas. Por otra parte un conocido que llevaba trabajando 10 años en un banco de negocios norteamericano, con un sueldo enorme y que ha sido víctima de un expediente de regulación de empleo comentaba que no había ahorrado nada en una década. ¿Cómo es esto posible? Respondía el afectado:”You don’t know how expensive is to date in Manhattan!”
Querido lector, ¿en España (o en tu país), somos (o sois) chinos o norteamericanos?
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