Ayer Rafa Pampillón escribió una entrada muy sustanciosa en este blog sobre el papel de la globalización en 2009, tomando como referencias a dos grandes economistas, Jagdish Bhagwati y Greg Mankiw, y planteando una pregunta fundamental: ¿crees que la globalización mejorará la situación de los más pobres?. Creo interesante retomar el asunto y hacer alguna aportación, al menos por dos razones, porque el tema me parece de un gran interés (ya he escrito en este blog en el pasado sobre estas cuestiones) y porque hoy, teóricamente, tocaba hablar del paro de diciembre (los datos los hace públicos el Ministerio de Trabajo el segundo día laborable de cada mes, sin contar sábados), pero el Ministerio, en su infinita bondad, ha decidido no aguarnos la noche de Reyes y ha dedidido darnos el disgusto el jueves 8, así que me he quedado sin tema sobre el que escribir!
Quiero empezar con algo que me llamó la atención del post de Rafa. Escribía que “la globalización va a ser uno de los temas más controvertidos del año 2009”, lo que me resultaba chocante, porque precisamente creo que sobre las bondades de la misma no cabe ninguna duda. Luego lo aclaraba, puesto que limitaba la controversia a los economistas y políticos enemigos de la libertad y el mercado, con lo que me quedé tranquilo. Los enemigos de la libertad se ponen muy nerviosos cuando se enfrentan a una tozuda realidad: la globalización ha reducido la pobreza en el mundo en los últimos 30 años y, además, en contra de lo que se dice por ahí, también las diferenicas entre países ricos y pobres ha disminuido.
La evidencia es tan abrumadora que no la puedo citar toda aquí, así que sólo haré algún apunte, para dar mi opinión sobre la pregunta que Rafa dejaba dobre la mesa. Un ejemplo muy claro: China. Este país, en el momento de la muerte de Mao, a mediados de los años 70, era mucho más pobre que África. El giro económico que dio a partir de entonces, huyendo del proteccionismo y el aislamiento y participando activamente en el comercio mundial, ha permitido reducir drásticamente las situaciones de pobreza en dicho país y, por extensión, en el mundo. El ejemplo contrario es el de Nigeria, un país encerrado en sí mismo y cuyos índices de pobreza no han dejado de empeorar desde hace más de 40 años.
A los interesados en el tema les recomiendo algunas lecturas obligadas: en primer lugar, un libro excepcional de uno de los autores citados por Rafa Pampillón: Bhagwati (2004), In Defense of Globalization. New York: Oxford University Press. Otra muy buena referencia es Wolf (2004), Why Globalization Works. Yale University Press. Y, por último, un artículo de Xavier Sala i Martín publicado en una revista de máximo prestigio, en el que el tema estrella son las distribuciones de renta en los países a partir de la explosión del fenómeno de la globalización, en el que la respuesta a la pregunta de Rafa no admite dudas: menos pobreza y menos desigualdad gracias a la globalización: Sala i Martin, X. (2006), “The World Distribution of Income: Falling Poverty and … Convergence, Period”. Quarterly Journal of Economics, vol. 121, No. 2, 351-397.
Felices Reyes … y que nos traigan más globalización a todos.
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