Durante la época de bonanza, en los primeros años de esta década, cuando los crecimientos económicos fueron muy elevados, los mercados financieros se comportaban de manera exuberante, ofreciendo elevadísimas rentabilidades y, la liquidez no sólo era abundante, sino además barata, hubo un cierto desprecio por el análisis de solvencia de los países. No se discriminaba entre regiones y mucho menos entre los países de una misma zona geográfica. Los elevados precios de las materias primas incrementaron los ingresos en divisas de buena parte de los emergentes, mejorando los ratios de liquidez y solvencia y, como resultado de todo lo anterior, las primas de riesgo bajaron hasta mínimos y las agencias de “rating” subieron de manera generalizada la calificación de los países. Algo no muy diferente de lo que ocurrió en los países industrializados, donde buena parte de los soberanos alcanzó la máxima calificación y las primas de riesgos tendieron casi a desaparecer.
Evidentemente, las cosas han cambiado mucho en los últimos meses. El impago de la deuda en Ecuador, la crisis macroeconómica de alguna de las naciones más ricas del mundo (Islandia) y, en general, las importantes pérdidas en los mercados financieros ha terminado ocasionando una reevaluación de los riesgos, lo que a su vez está ocasionando la liquidación indiscriminada de posiciones, importantes ajustes de las divisas y, en algunos casos, la apelación al FMI. La consecuencia está siendo un aumento de las primas de riesgos y la ya tradicional bajada de las calificaciones de “rating” una vez que se ha iniciado la tormenta (38 países en los últimos dos meses). En el caso de emergentes, la prima de riesgo casi se ha multiplicado por cuatro, pasando de 200 a 800 puntos básicos. Por tanto, parece que vuelve el análisis de riesgo-país.
Este proceso está afectando a la economía española, pues una de las agencias de “rating” (Standard & Poor´s) ha puesto en revisión a la baja la calificación de España, que era la máxima (AAA). Esto significa que en un breve período de tiempo (1 mes) la probabilidad de que la calificación se rebaje es muy elevada. Las razones para esta rebaja serían los problemas de competitividad que está mostrando la economía española, la excesiva dependencia del sector de la construcción y el deterioro de las cuentas públicas. También hay que decir, que no existe mucha diferencia en la probabilidad de impago entre un AAA y un AA+. Pero lo cierto, es que esta decisión está afectando a la prima de riesgo que se aplica a las emisiones españolas, al pasar en una semana de 80 a 115 puntos básicos, respecto al bono alemán. En este contexto, el gobierno ha revisado sus previsiones económicas en el marco del Plan de Estabilidad. Ahora están mucho más ajustadas a la realidad, aunque siguen siendo demasiado optimistas de cara al 2010. Lo principal es lo siguiente:
– El PIB se contraerá un 1,6% en 2009. Para 2010 se espera una recuperación del 1,2% y para el 2011 del 2,6%. El PIB nominal registrará una tasa de crecimiento nula. Por componentes, el consumo privado se contraerá un 1,5% y la inversión un 9,3%, de forma que la demanda interna restará 3,2 p.p al PIB mientras que la demanda externa, gracias a la caída de las importaciones (-4,6%) presentará una aportación positiva de 1,6 p.p.
– El déficit público se elevará desde el 3,4% de 2008 al 5,8% en 2009, y a partir de 2010 entrará en senda de moderación (-4,8% en 2010 y -3,9% en 2011). El déficit de 2009 por Administraciones se descompone de la siguiente manera: 4,7% para las AA.CC, 0,9% Comunidades Autónomas, 0,4% las corporaciones locales, mientras que la Seguridad Social mostrará un superávit del 0,2% frente al 0,8% de 2008 (esto último es bastante optimista a la vista de la marcha del empleo).
– En cuanto al saldo de deuda pública se prevé un aumento hasta el 47,3% en 2009 y al 51,6% en 2010.
– Por lo que se refiere al mercado de trabajo se espera una contracción del 3,6% (en términos de PTEC, puestos de trabajo equivalente a tiempo completo en CNTR). La productividad por empleado repuntará hasta el 2%. La tasa de paro media en 2009 será del 15,9%.
– Las necesidades de financiación del conjunto de la economía frente al exterior se reducirán desde el 9,2% de 2008 al 6,6% en 2009, debido a la recomposición del ahorro del sector privado, de forma que los hogares generarán una amplia capacidad de financiación (en mi opinión esta previsión de déficit por cuenta corriente implicaría un mayor ajuste de la inversión y el consumo privado).
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