La revolución cubana cumplirá, el día 1 de enero, 50 años. Todo empezó en 1956 cuando Fidel Castro, al frente de un pequeño grupo de guerrilleros, se levantó en armas contra el Gobierno cubano de Batista. Después de varios años de guerrilla, el presidente Batista fue obligado a huir, el 1 de enero de 1959, y Fidel Castro entró victorioso, a los pocos días, en La Habana. Cincuenta años después del triunfo de la Revolución, Cuba vive, una vez más, un período de su historia cuyo desenlace es muy difícil prever, y, aunque a medio o largo plazo, cabe esperar que se produzca una transición política y económica similar a la generada por los países del Este de Europa, la duración y las características de ese proceso de transición no son predecibles.
Cuba, que en 1959 tenía una renta per cápita similar a la de Japón y casi el doble de la española tiene hoy una renta per cápita que es una séptima parte de la española y es más baja que la de Costa Rica o Tailandia. Cuba tenía, en 1959, más electrodomésticos por habitante y más kilómetros de vías de tren que cualquier otro país de América Latina ¿Cuándo comenzó la actual situación de pobreza? Con la caída del muro de Berlín y la desaparición del subsidio soviético que recibía la Isla. Durante las décadas de los años sesenta, setenta y ochenta (época en que había países comunistas en Europa) en que los países socialistas del Este -especialmente la URSS- le compraban azúcar a Cuba a precios muy altos, y le vendían petróleo a crédito y a bajo precio. Incluso le regalaban más de tres millones de toneladas de crudo al año, petróleo que la isla podía reexportar.
Además, el ineficiente sistema de producción cubano, agravado por la dependencia creada por comerciar con la URSS en condiciones tan ventajosas para Cuba, explica que el país importase más de la mitad de los alimentos que consumía con la antigua Unión Soviética y los países del Este de Europa y que, paulatinamente, redujera el volumen de intercambios con Occidente.
Hoy el régimen cubano se debate entre seguir con la estructura política y económica que forjó Fidel Castro o adaptarse a un nuevo orden social que permita ofrecer nuevas expectativas a una población que, con el transcurso de los años, tiene, en mayor medida, como punto de referencia los modelos económicos y políticos occidentales. La economía cubana sigue siendo muy ineficiente, la situación de la población es muy precaria, incierta y frustrante por que el cambio político no llega y las reformas económicas no se han traducido, por ahora, en una mejora del bienestar. En 2008 los daños provocados por tres huracanes y el azote de la crisis económica están impidiendo, según su actual presidente Raúl Castro, avanzar en las reformas económicas y postergar la reestructuración del Gobierno.
¿Qué le espera a Cuba en el 2009?
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