En varias ocasiones he puesto de manifiesto, en este blog de economía, que para salir de la crisis se debe aumentar la demanda agregada. Es decir, expandir la demanda de consumo y de inversión. Para ello se me ocurren 3 tipos de medidas: 1) Abaratar el crédito, 2) Reducir los impuestos y 3) Aumentar el gasto público productivo. Analicemos estas 3 medidas:
1) Reducción de los tipos de interés
Una medida es la recucción de los tipos de interés tal como hizo ayer el BCE. Puede muy bien ocurrir, y de hecho ha ocurrido en estos meses, que las rebajas del tipo de interés del BCE no consigan reanimar el crédito. Pero no menos cierto es que a) desde que el BCE bajó los tipos, en octubre, noviembre y diciembre de este año el Euríbor también ha comenzado a reducirse disminuyendo así el coste financiero para empresas y familias y b) que lo que se necesita es que las empresas recuperen cuanto antes el crédito que, antes de la crisis de liquidez, les otorgaba la banca. De ahí que cuanta más financiación y más barata obtenga la banca más fácil será que se la presten a las empresas. No podemos obligar a las empresas a invertir pero si queremos que inviertan es necesario que el crédito esté disponible.
2) Reducción de impuestos
Junto a la bajada de los tipos de interés también se debe producir una bajada de impuestos directos (política fiscal expansiva) que ayude más al crecimiento económico. Menos impuesto sobre el beneficio de sociedades, tal como expliqué en un post reciente, aumentaría la capacidad de autofinanciación de las empresas. Menos impuestos sobre la renta de las familias aumentaría la renta disponible con el consiguiente aumento del consumo y del ahorro privado. El aumento del ahorro haría disminuir el fuerte endeudamiento de las familias, condición necesaria para que el consumo se relance. Un amyor endudamiento, como el que ahora tienen las familias españolas retrae el consumo. Además el aumento del ahorro aumentaría la oferta de fondos prestables abaratando los créditos del sistema financiero, lo cual puede provocar un aumento de la inversión. El impuesto de la renta español sigue siendo uno de los más altos del mundo (ver cuadro).
3) Aumento del gasto público productivo
Otra posibilidad es aumentar el gasto público con el fin también de aumentar la demanda agregada. A mi me parece que se puede y se debe aumentar el gasto público, de forma temporal y selectiva, cuando exista abundante capacidad productiva ociosa y en ausencia de tensiones inflacionistas, tal como está sucediendo ahora. ¿Qué tipo de gasto? Quizá aquel que mejore la productividad: infraestructuras (carreteras, autopistas de peaje, infraestructuras hidráulicas y ferrocarriles), tecnologías de la información y del conocimiento, educación, formación profesional en las empresas e I+D+i. No sería nada partidario de gasto público permanente que cristalizase para siempre como puede ser el aumento innecesario de funcionarios.
Este conjunto de medidas keynesianas habrá que graduarlas con ajustes finos dependiendo de la gravedad de la situación. Pero en presencia de recursos productivos ociosos, si el sector privado no gasta en bienes de consumo y de inversión hemos de facilitarle que lo haga, bajando los impuestos y los tipos de interés y si eso no es suficiente el Estado debería tomar el relevo y gastar para evitar que la economía caiga en la deflación o lo que es peor en la depresión.
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