En estos días de reuniones familiares, me han hablado del “gurú campechano”. Sé que parece una frase hecha el decir “casi no veo la televisión”, pero desconocía la existencia de este antiguo profesor que aparece en late nights y da conferencias para explicar su teoría de los ninjas y explicar el caso Madoff. Su principal virtud es la simplicidad y la claridad de su exposición. Cuando vemos a un gran deportista deslizarse por una ladera de nieve o una ola parece que cualquiera puede hacerlo, pero realmente sólo veintipocos conductores en todo el mundo pueden ir a 240 Km. a la hora y no estrellarse en la primera vuelta. Volviendo a nuestro gurú he vistos estos días como explica los escándalos de tipo piramidal indicando como la entrada continuada de nuevos suscriptores de fondos sostenía las altas rentabilidades y comisiones que se daban a los antiguos socios.
Lo que es increíble es darse cuenta como muchas cuestiones de nuestro día a día se basan en ese mismo esquema. Por ejemplo la Seguridad Social. ¿Cómo funciona la seguridad social? Los trabajadores antiguos confían en la llegada de nuevos cotizantes que les garanticen su jubilación. Los nuevos esperan que generaciones o emigrantes venideros solucionen su problema futuro cotizando (pagando) puntual y religiosamente.
El Estado que se está constituyendo en paradigma sanador de todos nuestros males emite deuda pública para financiarse y paga cada vencimiento con la entrada de nuevos ahorradores que confían en que otros lo hagan por ellos dentro de uno o cinco años.
¿Cuánto se ha pagado por una segunda vivienda estos últimos años? Aquella cantidad que esperábamos que, por lo menos, un futuro comprador, nos pagaría en el futuro. Las plusvalías se basaban en la confianza en la entrada de nuevos compradores .
¿Qué ha pasado con la bolsa? Cada vez que algo comprado a dos se vendía a cuatro, uno duplicaba su capital y el comprador confiaba en la entrada de nuevos adquirentes para duplicar también su beneficio (hemos tenido OPAS con un PER de casi 100 en el que parecía necesitarse enchufe para poder comprar -¡como con Madoff!)
¿En qué se basa la famosa lotería? Si nos lo planteamos dos segundos, el premiado (adquirente del titulo ganador) y el damnificado (el Estado) confían en que cientos de miles de ciudadanos están dispuestos a perder una pequeña cantidad de dinero (los billetes premiados) pero que volverán una y otra vez a intentarlo.
¿Cuál es la moraleja de nuestro cuento de navidad? Que nuestros sueños y expectativas se basan de una forma muy relevante en que otros no alcancen las suyas o que nosotros lleguemos antes que los demás.
Feliz entrada en el 2009
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