El deterioro de la evolución económica en los últimos meses me preocupa, imagino que como a muchos de los lectores de este blog. Pero hay una buena noticia, y es que nos ha servido para comprobar que, al menos, nuestros políticos tienen una gran imaginación, que se manifiesta en la multitud de denominaciones que están utilizando para referirse a la actual crisis de nuestra economía. Y en este sentido hemos empezado la semana con una nueva y jugosa aportación, esta vez del presidente del gobierno, que se ha referido a la crisis como “casi frenazo” de la actividad. Menos mal que es sólo eso.
Pero esto es una de cal y una de arena, porque si nos alegramos de la imaginación que demuestran los miembros y miembras del gobierno con el vocabulario, resulta preocupante la falta de capacidad que demuestran para poner en marcha iniciativas que hagan frente a la crisis económica.
Así, hasta el propio presidente el lunes, presentando su paquete de medidas, reconocía que su impacto iba ser “limitado”. Anunció una congelación salarial de los altos cargos de su gobierno, lo cual es una copia de la medida que dos semanas antes había adoptado la Comunidad de Madrid, y, por cierto, no olvidemos que desde 2004 el número de altos cargos en el gobierno central ha crecido un 55% (528 en la actualidad frente a los 341 de 2004). Por otra parte, propuso una reducción del gasto corriente de 20 millones de euros. Eso es “austeridad” al máximo: es un recorte del 0,007% de los Presupuestos Generales del Estado. Para que se hagan una idea, esa medida que por cada 143 euros que gasta el gobierno, se pretende recortar 1 céntimo.
¿Y no hay margen para hacer más? Pues lamentablemente no. Solbes, que ayer admitió que la famosa medida, regresiva, ya que beneficia especialmente a las personas con más ingresos, de la devolución de los 400 euros es inútil para frenar la crisis, reconoció además que no tiene margen de maniobra en los presupuestos para poner en marcha ninguna medida efectiva. Y es el que el coste de esta medida inútil es de nada más y nada menos que 6.000 millones. Según él, hubiera tomado “otro tipo de medidas” si hubiese conocido los datos actuales. Bien, hemos sido muchos los que llevamos meses alertando de que las cosas iban a estar como están ahora, pero por entonces no éramos dignos de que se nos escuchase, ya que éramos antipatriotas.
Mientras tanto, los tipos de interés van a subir, la inflación resta poder adquisitivo adicional a los ciudadanos y aunque aquí le echamos la culpa a cualquiera (a los que especulan con los alimentos, a las propinas que dejamos en los bares, al precio del petróleo), lo cierto es que no podemos esconder la cabeza como un avestruz: la economía española tiene un peso del 11,8% en la economía de los países de la zona euro y estamos generando ahora mismo más del 20% del exceso de inflación de la zona euro (la parte de la inflación que supera el objetivo del 2%). Esto indica claramente que España tiene una gran responsabilidad en la subida europea de los precios y en la previsible subida de tipos. Y frente a esto, no contamos todavía con un paquete serio de medidas económicas. Seguiremos esperando a ver cómo se resuelve el “casi frenazo”.
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