El barril de crudo de Texas se encareció ayer un 3,2% y cerró ayer a un precio histórico de 133,17 dólares. Hoy jueves sigue su marcha ascendente. Mientras tanto el dólar continua describiendo una trayectoria bajista. Los precios del crudo llevan tiempo disparados alcanzando cada día que pasa una nueva cota de máximo histórico, mientras que el dólar está registrando mínimos. No se trata de una mera coincidencia. Los productores de crudo están tratando de contrarrestar la pérdida de poder adquisitivo derivada de la mayor debilidad del dólar limitando la oferta de crudo y, por tanto, haciendo que los precios se mantengan en niveles elevados. Estamos ante un círculo vicioso en el que el crudo se dispara y el dólar se deprecia considerablemente.
Asimismo, los países productores de petróleo están diversificando sus carteras fuera del dólar para proteger sus rendimientos. Este comportamiento deprecia todavía más el dólar. Para reforzar la tendencia depreciatoria del dólar la Reserva Federal (FED) bajó ayer drásticamente sus previsiones de crecimiento para Estados Unidos para este año para situarla entre el 0,3% y el 1,2%. Al mismo tiempo, el desempleo será mayor que lo augurado. Se situará entre el 5,5% y el 5,7% de la población activa este año, frente al margen de entre el 5,2% y el 5,3% calculado en enero por la FED.
Por si fuera poco, menor crecimiento y mayor inflación es una señal indeleble de que se podría estar gestándose una crisis de estanflación. Y lo que es peor aunque el precio del barril sigan alcanzando máximos, los productores de la OPEP podrían no aumentar la producción. Puesto que la demanda de carácter estacional está llamada a crecer, no podemos descartar nuevas subidas de las cotizaciones del crudo, hoy el precio del barril sigue en ascenso, con consecuencias negativas tanto para el consumidor, de cualquier país, como para el crecimiento mundial.
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