PriceWasterhouseCoopers (The World in 2050: Beyond the BRICs) prevé que para el año 2050 India será la tercera potencia mundial por detrás de China y EEUU. De hecho, India ocupa ya la cuarta posición económica del mundo con un PIB de 4.217 mil millones de dólares a paridad de poder adquisitivo, según el Informe sobre el Desarrollo Mundial, que publica el Banco Mundial (World Development Report, 2008). Delante de la India están EEUU con 13.233, China con 10.153 y Japón 4.229. Detrás de la India está Alemania con 2.623.
Casi todo el mundo está de acuerdo en que el país estrella de esta primera mitad de siglo es China. Pero ya nadie duda de que la segunda parte del siglo XXI también estará protagonizado por la India. China e India son los países más poblados del mundo. Ambos países llevan bastantes años haciendo reformas que les han permitiendo cambiar su modelo económico, pasando de ser economías muy intervenidas a economías de mercado. Estas reformas han consistido en ambiciosas estrategias de política económica que se han traducido en una mayor liberalización interna y apertura exterior que ha dado lugar a elevadas tasas de crecimiento económico.
Este proceso de crecimiento ha venido acompañado de reducciones en los niveles de pobreza, tanto en China como en India, aunque desgraciadamente hayan aumentado las desigualdades sociales y regionales. Todo ello hace que los gobiernos de ambos países sigan planteándose como prioritario la adopción de medidas que permitan mantener o incluso elevar su crecimiento económico para así aumentar el nivel de renta per cápita de la población y generar un mayor nivel de bienestar, que permita el desarrollo sostenible.
India se caracteriza por ser un país exportador de expertos en software y servicios financieros, así como de ingenieros informáticos. Tiene un potencial que le puede llevar a ser uno de los motores de la economía mundial en el siglo XXI. Ello se debe a que dispone de la clase media más poderosa del mundo, es líder en formación de ingenieros y técnicos informáticos, se habla inglés en todo el territorio, está especializado en sectores de tecnología punta y tiene experiencia en campos como la energía nuclear, aviones y helicópteros de combate, satélites, software y oceanografía.
El siglo XXI es y será un siglo asiático. China, por su enorme tamaño y su formidable poder exportador, ya está transformando la economía de Asia y del mundo. Sin embargo, China no estará sola en el orden económico mundial. India tiene potencial para acompañarla.
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