Hace unas semanas The Economist publicaba un artículo titulado “What works in education: the lessons according to McKinsey” en el que se resumía un estudio de la consultoría McKinsey (How the world’s best performing schools systems come out on top) donde se daban las claves del éxito de los países que obtienen mejores resultados en el informe de la OCDE “Programme for International Student Assessment (PISA)”.
El informe PISA se elabora cada tres años a partir de exámenes realizados a alumnos de 15 años de numerosos países (más de 60 en la última edición, la de 2006). Este informe se ha convertido en la principal referencia sobre calidad de enseñanza en el mundo. ya que al suministrar resultados académicos normalizados permite comparaciones internacionales que dan pistas sobre qué funciona y qué no funciona en educación. Un análisis en castellano lo puedes encontrar en ACEPRENSA.
Según el informe PISA dedicando más dinero a la educación no se consigue necesariamente el éxito. Australia, que ha triplicado el gasto por alumno desde 1970, no consigue alcanzar a Singapur, que gasta menos que la mayoría de los países. Estados Unidos está en el tercio inferior de la clasificación pese a que desde 1980 casi ha doblado el gasto por alumno y ha bajado el número de alumnos por profesor a un mínimo histórico. En cambio, Corea del Sur está entre los cuatro primeros países en todas las pruebas, con unas aulas llenas de alumnos. Y si los chicos finlandeses son los primeros en lectura y en ciencias, y los segundos en matemáticas, no es porque se pasen el día estudiando: de hecho, tienen menos horas de clase que sus coetáneos de otros países.
Los profesores son la clave
¿Cuáles son los rasgos comunes de los países que encabezan la tabla PISA (Hong Kong, Finlandia, Corea del Sur, Japón, Canadá)? Son tres:
a) Contratan a los mejores profesores. Según estudios hechos en Estados Unidos si se toman alumnos de capacidad media y se los encomienda a profesores del 20% mejor valorado del cuerpo docente, acaban dentro del 10% con mejores notas; si se los pone con profesores del 20% más bajo, acaban entre los de peores notas. Corea del Sur recluta a los profesores de primaria entre el 5% de los mejores graduados, y Singapur y Hong Kong, entre el 30% mejor.
b) Una vez conseguidos graduados brillantes para incorporarse a la enseñanza, tienen que aprender a ejercerla bien. Los países con mejor calidad de enseñanza facilitan abundante formación práctica a los recién llegados a la carrera docente y fomentan la formación permanente para todos los profesores del claustro.
c) El tercer rasgo distintivo de los países con mejores resultados está en lo que hacen cuando las cosas van mal. Cualquiera que sean los males, los países destacados intervienen pronto y siempre. Finlandia es número uno en profesores dedicados a los alumnos que se quedan retrasados. Uno de cada tres alumnos recibe clases individuales de apoyo. Singapur imparte lecciones extras al 20% de los alumnos más retrasados, con el consiguiente trabajo extra para los profesores.
Las conclusiones del Informe McKinsey muestran que para conseguir buenos profesores (mayor calidad en la enseñanza) hay que hacer un buen proceso de selección. Que la formación de los profesores debe ser continua. Y que hay que aplicar medidas rápidas, contundentes y generosas cuando las cosas van mal.
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