WP_Post Object ( [ID] => 4173 [post_author] => 115 [post_date] => 2007-06-08 08:45:07 [post_date_gmt] => 2007-06-08 07:45:07 [post_content] => La política del hijo único iniciada en 1979 en China fue impuesta a base de incentivos y sobre todo de medidas coercitivas, con multas, pérdida de beneficios sociales, e incluso esterilizaciones y abortos forzosos. Con el tiempo el control de natalidad se ha ido relajando. Se han permitido excepciones (los campesinos pueden tener un segundo hijo si el primero es niña) y corruptelas, como la de que los ricos que pueden pagar las multas tengan más hijos. Una clase media en expansión está dispuesta a pagar la multa por un hijo de más, penalización que puede ser desde 6.000 a 60.000 yuan (de 600 a 6.000 euros). Según cifras oficiales, en torno a un 10% de las familias acomodadas tienen tres hijos. Esto inquieta a las autoridades chinas, que ya consideran suficiente la población actual de 1.300 millones de habitantes. El índice de fertilidad, que está en 1.7 hijos por mujer, podría ir aumentando. Leo en Aceprensa que Los chinos no se conforman con el hijo único para poder mantener la política del hijo único, las autoridades han decidido castigar a los altos funcionarios, empresarios y celebridades que tienen demasiada descendencia, privándoles de beneficios fiscales y promociones. De ahí que los agentes de la planificación familiar estén tomando medidas (multas importantes y abortos forzosos a mujeres que habían infringido la norma) para que la gente respete la "cuota" del hijo único. Los que se resistan a pagar son detenidos, y se les confiscan electrodomésticos y motocicletas. En ocasiones los funcionarios destrozan las casas de los detenidos y amenazan con que la próxima vez las destruirían con "bulldozers". Estos métodos brutales con que los funcionarios han intentado imponerse han provocado desórdenes en siete ciudades de la provincia de Guangxi. Unos 50.000 campesinos salieron a la calle en cuatro ciudades de Guangxi y destrozaron oficinas públicas, volcaron los coches de los agentes del control de natalidad, y se enfrentaron violentamente con la policía. Por otro lado, la prohibición de tener más de un hijo ha provocado un desequilibrio en la proporción de sexos: en 2005 nacieron un 20% más de niños que de niñas, pues a menudo las niñas son abortadas o se las deja morir. Otro efecto perverso es que las mujeres deseosas de escapar al control de nacimientos dan a luz en casa o en clínicas clandestinas, en malas condiciones que han hecho aumentar la mortalidad materna. ¿Te parece adecuado imponer por ley el número de hijos? ¿Te parece propio de un Estado totalitario? ¿Evolucionará China hacia un Estado democrático donde no se podrán utilizar sistemas tan expeditivos? ¿Crees que muchos campesinos, cuya vejez no está asegurada por una pensión se van a conformar con un solo descendiente? [post_title] => La política china del hijo único [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => closed [post_password] => [post_name] => la_politica_chi [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2012-03-03 18:25:02 [post_modified_gmt] => 2012-03-03 17:25:02 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/archives/2007/06/la_politica_chi.php [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 8 [filter] => raw )
La política del hijo único iniciada en 1979 en China fue impuesta a base de incentivos y sobre todo de medidas coercitivas, con multas, pérdida de beneficios sociales, e incluso esterilizaciones y abortos forzosos. Con el tiempo el control de natalidad se ha ido relajando. Se han permitido excepciones (los campesinos pueden tener un segundo hijo si el primero es niña) y corruptelas, como la de que los ricos que pueden pagar las multas tengan más hijos. Una clase media en expansión está dispuesta a pagar la multa por un hijo de más, penalización que puede ser desde 6.000 a 60.000 yuan (de 600 a 6.000 euros). Según cifras oficiales, en torno a un 10% de las familias acomodadas tienen tres hijos.
Esto inquieta a las autoridades chinas, que ya consideran suficiente la población actual de 1.300 millones de habitantes. El índice de fertilidad, que está en 1.7 hijos por mujer, podría ir aumentando. Leo en Aceprensa que Los chinos no se conforman con el hijo único para poder mantener la política del hijo único, las autoridades han decidido castigar a los altos funcionarios, empresarios y celebridades que tienen demasiada descendencia, privándoles de beneficios fiscales y promociones. De ahí que los agentes de la planificación familiar estén tomando medidas (multas importantes y abortos forzosos a mujeres que habían infringido la norma) para que la gente respete la «cuota» del hijo único. Los que se resistan a pagar son detenidos, y se les confiscan electrodomésticos y motocicletas. En ocasiones los funcionarios destrozan las casas de los detenidos y amenazan con que la próxima vez las destruirían con «bulldozers». Estos métodos brutales con que los funcionarios han intentado imponerse han provocado desórdenes en siete ciudades de la provincia de Guangxi. Unos 50.000 campesinos salieron a la calle en cuatro ciudades de Guangxi y destrozaron oficinas públicas, volcaron los coches de los agentes del control de natalidad, y se enfrentaron violentamente con la policía.
Por otro lado, la prohibición de tener más de un hijo ha provocado un desequilibrio en la proporción de sexos: en 2005 nacieron un 20% más de niños que de niñas, pues a menudo las niñas son abortadas o se las deja morir. Otro efecto perverso es que las mujeres deseosas de escapar al control de nacimientos dan a luz en casa o en clínicas clandestinas, en malas condiciones que han hecho aumentar la mortalidad materna. ¿Te parece adecuado imponer por ley el número de hijos? ¿Te parece propio de un Estado totalitario? ¿Evolucionará China hacia un Estado democrático donde no se podrán utilizar sistemas tan expeditivos? ¿Crees que muchos campesinos, cuya vejez no está asegurada por una pensión se van a conformar con un solo descendiente?
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