Tras varios meses de negociaciones entre demócratas y republicanos, el Congreso y la oficina de Comercio Exterior de Estados Unidos anunciaron la semana pasada el logro de un acuerdo “histórico” en torno a una propuesta que condicionará la aprobación de los futuros Tratados de Libre Comercio (TLC). De acuerdo con esa propuesta, en los futuros pactos comerciales se deberán incorporar normas internacionales para la protección de los trabajadores y del medio ambiente.
Por primera vez en la historia de la política comercial de Estados Unidos, los acuerdos comerciales con otras naciones deberán incluir normas de la OIT para proteger el trabajo y el medio ambiente. En concreto, deberán cumplir los 5 principios básicos de la OIT y los 7 principales acuerdos ambientales; aplicar penalizaciones si no se cumplen esas normas laborales y ambientales; en caso de disputa, no se podrá alegar que no hay recursos para incumplir las normas de la OIT; deberán eliminar requerimientos para detener la aprobación de un medicamento genérico antes de certificar que no se viola una patente; y deberán eliminar la exigencia de dar más protección a un medicamento de marca cuando hay demoras en los trámites.
En América Latina, el nuevo marco afectará los acuerdos de libre comercio ya pactados por Estados Unidos con Colombia, Perú y Panamá y que se encontraban pendientes de la ratificación del Congreso. El secretario del Tesoro estadounidense, Henry Paulson, indicó que el acuerdo sentará las pautas para futuras cooperaciones en otras áreas y además es un paso importante para fomentar “la estabilidad geopolítica de la región”. Sin duda, el país que enfrentará mayores dificultades tras la reapertura del proceso de aprobación de su TLC será Colombia. El presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, Charles Rangel y el representante a la Cámara por el estado de Michigan Sander Levin, dijeron que el caso de Colombia es “especial por la violencia interna, los asesinatos de sindicalistas y el escándalo de la parapolítica. Hay muchas dudas todavía y Colombia tendrá que esperar”.
Antes de continuar la aprobación de los TLC en su Congreso, el gobierno estadounidense pedirá a Colombia y a los otros gobiernos que expliquen detalladamente mediante qué mecanismos se llevarán a cabo los cambios exigidos en materia laboral y ambiental, y cómo se garantizará la aprobación de dichos mecanismos por sus respectivos congresos. Aunque todo parece indicar que los tratados de Perú y Panamá estarían aprobados hacia septiembre, el proceso podría alargarse en el caso de Colombia. En todos los casos, la cercanía del período preelectoral en EEUU complicará las tramitaciones, algo que sin duda podría tener un impacto negativo en la actividad comercial de la región.
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