¿Cómo es posible combinar 4M de parados o una tasa de desempleo que dobla la de las principales economías de Europa con la actual paz social que tenemos en España?
Hay dos puntos de vista: El primero sería el que indica que España es diferente y que la las cifras actuales se explican por la existencia de un porcentaje elevado de economía sumergida Hace sólo dos semanas el ministro de trabajo cuantificaba en un sorprendente 20% del PIB la actividad económica irregular. Aunque la actividad Industrial ha caído en el 2009, según el INE, un 16%, se supone que el país gozaría de un colchón más amplio debido a la economía sumergida. Evidentemente los datos dados por el Ministro de Trabajo han suscitado comentarios dentro de sus propios compañeros de gabinete ya que al no tratarse de datos constatables, puede ser el 20% como el 16 o el 22. De todas formas si altos cargos del gobierno piensan que una quinta parte del PIB nacional no se declara ¿Qué sucederá dentro de cinco meses cuando el IVA se incremente dos puntos?
En segundo lugar, tenemos que pensar que los ciudadanos, en general, somos lógicos, con lo que estaríamos protestando en las calles si la situación fuese insostenible, pero no es así.
El poder adquisitivo de los empleados públicos y privados ha aumentado en el 2009. Esto se constata al comprobar que el salario medio de funcionarios y trabajadores se incremento en el ejercicio pasado con una inflación cercana al cero ¿Cómo es posible esta paradoja? Quizás nos encontramos en una situación en la que se quiere postergar cualquier tipo de medida impopular con la confianza de una salida global de la crisis (El PIB del 4T del 2009 de EEUU registró la mayor subida desde el 2003).
La pregunta es cuánto tiempo va a poder mantenerse esta situación. Se han reducido 1,36 millones de puestos de trabajo a tiempo completo en el 2009 y ya se cuenta con casi 300.000 familias sin ningún tipo de ingreso en el país. Los subsidios públicos se han utilizado en cantidades ingentes para suavizar esta situación pero con un déficit del 10% en las cuentas públicas (estaban en superávit hace dos años), parece lógico pensar que la cuerda del gasto público quizás empieza a estar demasiado tensa.
Merece una reflexión como David Cameron aspira a ganar las elecciones en el Reino Unido con un mensaje de control y austeridad presupuestaria mientras que en España los problemas se capean con medidas económicas de gasto que contenten en el corto plazo al mayor número de votantes.
En el largo plazo Keynes ya definió nuestro futuro
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