Este fin de semana pasó por España Diego Armando Maradona, actual entrenador de la selección argentina de fútbol y una de las mayores estrellas que ha dado este deporte en toda su historia. Es, sin duda, todo un personaje, que despierta enorme interés –también controversia- allí donde va y que incluso es tratado por algunos como un dios (recuerdo haber leído hace dos o tres años acerca de la iglesia maradoniana).
Aunque parezca inverosímil, la influencia del “Pelusa” llega hasta la teoría económica. Curioso, ¿no? Pues, en efecto, existe una teoría que su creador, el gobernador del Banco de Inglaterra Mervyn King llamó la teoría Maradona de los tipos de interés.
Los aficionados al fútbol tal vez recuerden o hayan podido ver después la actuación de Maradona en el partido que enfrentó a Argentina con Inglaterra en el Mundial de 1986. En aquella ocasión, el astro argentino logró dos goles. El primero, enormemente polémico, pues lo consiguió con la mano (la mano de Dios).
El segundo, uno de los goles más legendarios de los mundiales y de la historia del fútbol, tras una jugada magistral, en la que el pequeño futbolista argentino dribla a varios contrarios.
En opinión de King, esos dos goles sirven de ilustración de las acciones de la política monetaria. El primero sería un buen ejemplo del enfoque antiguo de la política monetaria, en que ésta iba rodeada de misterio y mística. Fue una acción inesperada, contraria a las reglas, sorpresiva y con un resultado inmediato. Pero una acción a la que difícilmente puede recurrirse con asiduidad, porque entonces perdería su capacidad de sorpresa y haría que cada vez estuviesen más atentos los árbitros (los mercados en el caso de la política monetaria de un banco central).
El segundo, por su parte, es una analogía cuasi perfecta del poder de las expectativas en la política monetaria, concretamente en la conducción de los tipos de interés. Maradona corrió más de medio campo, deshaciéndose de varios adversarios, incluido el portero, antes de marcar el gol. Lo realmente asombroso es que, si uno se fija en el vídeo, observa que Maradona trazó una línea casi recta. ¿Cómo pudo regatear entonces a sus no pocos adversarios? La clave está en la manera en que los defensores ingleses reaccionaron a lo que esperaban que Maradona hiciese. Con sus amagos y golpes de cintura, Maradona hizo creer que se iba a desplazar a la izquierda o a la derecha y eso le permitió trazar un recorrido casi de línea recta, directo a su objetivo. La política monetaria funciona de manera parecida, pues los tipos de interés del mercado reaccionan ante lo que esperan que haga el banco central. Según King, el Banco de Inglaterra y otros bancos centrales han sido capaces de influir sobre la economía durante periodos relativamente largos en los que, sin embargo, apenas si han modificado sus tipos de interés, creando expectativas que ayudaron a mantener controlada la inflación
¿Qué os parece? Quién le iba a decir a Maradona que un gobernador de un banco central (para más INRI el del Banco de Inglaterra) usaría sus goles como metáforas de la política monetaria.
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