Traduzco del inglés la entrada enviada por Mark Madison y publicada en este blog. Le he dado retoques en aras a la simplificación e introducido más preguntas para aumentar la discusión discusión. Cuando Margaret Thatcher puso en práctica, en el Reino Unido, sus reformas económicas en 1980, dijo que el efecto de una medicina al principio de un tratamiento puede ser, a veces, más doloroso que la propia enfermedad. Pero a medida que avanza el tratamiento la situación mejora. Esto mismo se podría aplicar a México hoy. A nadie le gusta pagar impuestos, pero si los mejicanos quieren que su economía alcance un crecimiento sostenible, necesitan reformar su sistema fiscal: la reforma impositiva es una medicina de sabor amargo, pero necesaria.
¿Cómo deberían hacerlo? La OCDE cree que México puede alcanzar un crecimiento económico del 6% y, a su vez, mantener la estabilidad de precios y aumentar más la presión fiscal. http://www.oecd.org/dataoecd/3/63/22425199.pdf . Esto se podría hacer aumentando la base de población que pagan impuestos y que tienen rentas más bajas y, mediante una mayor y más efectiva persecución de aquellos que evaden impuestos. InterAmerican Center of Tax (CIAT) resalta que el actual sistema de México es excesivamente complicado y, la base impositiva no es ni suficientemente grande ni estable. http://www.ciat.org/es/bdat/docures/desc/dmx_sistema_tributario_mexico.pdf
La reforma impositiva como un medio de desarrollo y el crecimiento de un país no es nada nuevo. El FMI y el Banco Mundial han apoyado reformas del sistema fiscal en otros países con el fin de crear desarrollo económico sostenible. En Colombia, por ejemplo, donde solamente 1.2 millones de sus 43 millones de ciudadanos pagan impuestos, el FMI y las autoridades colombianas (http://www.dian.gov.co/ ) están trabajando conjuntamente para ampliar la base impositiva. Brasil, también, ha aumentado recientemente su crecimiento reduciendo el impuesto sobre la inversión extranjera en orden público (policía) http://www.imf.org/external/np/sec/pn/2006/pn0669.htm. Otros ejemplos acertados se pueden encontrar también fuera de América Latina. “The Economist” esta semana hace referencia a cómo la reforma impositiva de Rusia en 2001 aumentó los ingresos fiscales en un 26% el primer año. Méjico puede aprender de sus vecinos.
Asumiendo que México consiga aumentar con éxito sus ingresos fiscales, siguiendo la recomendación de la OCDE, estos ingresos se deberían gastar en educación, infraestructura, salud y reducción de la pobreza. Desafortunadamente, la corrupción sigue siendo un problema grande en México (que ocupa el puesto 65 de 158 países en el índice de corrupción publicado por www.transparency.org). Sin mayor transparencia, parte de los fondos nuevos desaparecerían.
No obstante, el recién elegido presidente Calderón (del PAN) debería apostar por la reforma tributaria con ayuda del PRI. Hace algunas semanas el Consejo de Dirección del FMI se reunió con México y subrayó la necesidad de que México aumentara sus ingresos fiscales y de poner en marcha reformas impositivas para que la economía continúe creciendo http://www.imf.org/external/np/sec/pn/2006/pn06110.htm ¿Pero cómo gastaría realmente estos fondos el gobierno mexicano? ¿La reforma impositiva de América Latina debería estar presente en la agenda de la XVI Cumbre Iberoamericana de Montevideo? ¿Debería México aprender de otros países de la región? ¿Podrá Calderón y la oposición liderada por López Obrador trabajar juntos en esta importante y decisiva tarea para el futuro crecimiento de su país?
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