Hoy traigo al blog de Economía un tema que me ronda la cabeza desde hace tiempo y sobre el que ya empiezo a ver cosas escritas al respecto. En España nunca hemos vivido un período de desaceleración económica combinada con una notable proporción de inmigrantes en el seno de la población activa. Otros países con larga tradición de recepción de trabajadores inmigrantes (Alemania, Reino Unido, etc.) sí que han vivido ese fenómeno, pero para nosotros va a resultar algo inaudito.
La pregunta que me hago es ¿quién sufirá más intensamente, en términos de desempleo, la desaceleración económica, los trabajadores inmigrantes o los nacionales? Hay estudiosos que opinan que los que sufrirán en primer lugar el impacto son los trabajadores inmigrantes, en la medida en que son los últimos en incorporarse y las características de sus contratos les convierten en trabajadores con situaciones de empleo precarias. Por otra parte, hay quien argumenta que son los trabajadores nacionales los que sufrirán principalmente el impacto, ya que en general son menos flexibles y tienen más dificultades para adaptarse a cambios en su situación laboral (por ejemplo, desplazamientos geográficos). Como ven, opiniones para todos los gustos.
Pues bien, el consenso apunta a que la economía española puede estar iniciando una etapa de desaceleración y ya empezamos a tener alguna señal de alerta, como los últimos datos de contabilidad nacional o los de paro registrado en el mes de agosto. Así que ahora más que nunca puede tener relevancia plantearse la cuestión del impacto en el desempleo.
Reconozco que veo puntos muy sensatos en ambos tipos de opiniones y que no me decanto claramente por ninguna de las dos, pero ofreceré un dato extraido de las últimas cifras de paro registrado que pueden aportar algo de luz sobre la cuestión. en la actualidad hay 2 millones de trabajadores extranjeros afiliados a la Seguridad Social, lo que representa aproximadamente un 10,5% del total de afiliados en España. Pues bien, el paro registrado se ha incrementado en el último año en España en 44.619 personas, de las cuales el 67,5% eran trabajadores extranjeros (30.119). Es decir, que en cuanto han empezado a surgir incrementos del desempleo, las cifras han sido engrosadas, fundamentalmente, por trabajadores inmigrantes. No sé si esta tendencia se mantendrá en el tiempo o el proceso se revertirá, pero de momento es lo que las cifras muestran.
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